¿Un auge que pierde su brillo?
El codirector del Banco de la República, Carlos G. Cano, cree que el ‘boom’ minero-energético podría estar llegando a su fin y que este sector terminará el año en un segundo plano.
Héctor Sandoval Duarte
El comportamiento reciente del sector minero-energético —que en el primer trimestre de este año sólo creció 1,4%— y también de la inversión extranjera en Colombia, son sólo algunas de las razones que ha tenido en cuenta el codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano, para creer que el auge del sector extractivo podría estar desvaneciéndose.
“En breve término el sector minero-energético llegó a representar el 8% del Producto Interno Bruto (PIB)”, comentó Cano, al tiempo que recordó que este renglón de la economía traía el 85% de la inversión extranjera, generaba cerca del 40% de los ingresos de la balanza de pagos del país y representaba más del 70% de las exportaciones colombianas.
Todo esto, en su opinión, le trajo a la economía presiones revaluacionistas y debilitamiento de sectores como el agro y la industria. A esto se suma una reducción del 6% en las exportaciones entre enero y mayo de 2013. Tan sólo las ventas externas minero-energéticas en los primeros cinco meses de 2013 se redujeron en un 11%, para llegar a US$17.187 millones.
Lo que está pasando, en opinión de Eduardo Sarmiento —director del Observatorio Económico de la Escuela de Ingenieros Julio Garavito—, es que el Estado estimuló la minería, dio lugar a la revaluación “y ahora dice que ese renglón de la economía está en declive por factores externos como la caída en los precios. No han debido darle toda clase de ventajas para que dominara la economía”.
Pese a lo que ve Cano, el director de la Cámara Colombiana de la Minería, César Díaz, reiteró que “lo único que ha hecho el sector es aportar al crecimiento del país. Decir que la dinámica minera está perjudicando a otras áreas no sería una lectura justa”. Sin embargo, es consciente de que la actual coyuntura de precios bajos de los minerales en el mundo podría pasarle factura a la minería nacional, particularmente enfocada en la venta de carbón y oro.
“Las empresas siguen creyendo en el país e invirtiendo en el sector minero. Sin embargo, el panorama era mejor hace unos años. Nos preocupa que la ventana de oportunidades se esté cerrando”, comentó Díaz.
El crecimiento del país para el cierre de este año, según los cálculos de Cano, no va a estar delimitado por el sector energético —tal como sucedió en 2011—, sino por las edificaciones, permitiendo un aumento de más del 14%. “El renglón minero-energético va a un segundo plano con un dígito de crecimiento (cerca de 5,8%). La industria terminará en ceros. Mi pronóstico personal del PIB para 2013, se ubica en un rango de 3,5% a 4%, lo cual es un resultado mediocre frente al potencial de la economía”.
hsandoval@elespectador.com
@hector_sandoval
El comportamiento reciente del sector minero-energético —que en el primer trimestre de este año sólo creció 1,4%— y también de la inversión extranjera en Colombia, son sólo algunas de las razones que ha tenido en cuenta el codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano, para creer que el auge del sector extractivo podría estar desvaneciéndose.
“En breve término el sector minero-energético llegó a representar el 8% del Producto Interno Bruto (PIB)”, comentó Cano, al tiempo que recordó que este renglón de la economía traía el 85% de la inversión extranjera, generaba cerca del 40% de los ingresos de la balanza de pagos del país y representaba más del 70% de las exportaciones colombianas.
Todo esto, en su opinión, le trajo a la economía presiones revaluacionistas y debilitamiento de sectores como el agro y la industria. A esto se suma una reducción del 6% en las exportaciones entre enero y mayo de 2013. Tan sólo las ventas externas minero-energéticas en los primeros cinco meses de 2013 se redujeron en un 11%, para llegar a US$17.187 millones.
Lo que está pasando, en opinión de Eduardo Sarmiento —director del Observatorio Económico de la Escuela de Ingenieros Julio Garavito—, es que el Estado estimuló la minería, dio lugar a la revaluación “y ahora dice que ese renglón de la economía está en declive por factores externos como la caída en los precios. No han debido darle toda clase de ventajas para que dominara la economía”.
Pese a lo que ve Cano, el director de la Cámara Colombiana de la Minería, César Díaz, reiteró que “lo único que ha hecho el sector es aportar al crecimiento del país. Decir que la dinámica minera está perjudicando a otras áreas no sería una lectura justa”. Sin embargo, es consciente de que la actual coyuntura de precios bajos de los minerales en el mundo podría pasarle factura a la minería nacional, particularmente enfocada en la venta de carbón y oro.
“Las empresas siguen creyendo en el país e invirtiendo en el sector minero. Sin embargo, el panorama era mejor hace unos años. Nos preocupa que la ventana de oportunidades se esté cerrando”, comentó Díaz.
El crecimiento del país para el cierre de este año, según los cálculos de Cano, no va a estar delimitado por el sector energético —tal como sucedió en 2011—, sino por las edificaciones, permitiendo un aumento de más del 14%. “El renglón minero-energético va a un segundo plano con un dígito de crecimiento (cerca de 5,8%). La industria terminará en ceros. Mi pronóstico personal del PIB para 2013, se ubica en un rango de 3,5% a 4%, lo cual es un resultado mediocre frente al potencial de la economía”.
hsandoval@elespectador.com
@hector_sandoval