Unión Europea espera de EE.UU. gestos concretos para superar guerra arancelaria
A pocos días de la visita del presidente Joe Biden, el bloque europeo espera poner fin a la disputa arancelaria sobre acero y aluminio.
Un alto funcionario de la Unión Europa (UE) afirmó este miércoles que llegó el momento para que Estados Unidos pase de las palabras a los hechos para poner fin a la disputa arancelaria sobre acero y aluminio, a pocos días de la visita del presidente Joe Biden a Bruselas.
La Unión Europea envió “una señal clara de nuestra voluntad de resolver este problema de manera justa y equilibrada (...) Ahora Estados Unidos debe pasar de las palabras a los hechos”, dijo ante el Parlamento Europeo el Vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
Esa señal de la voluntad de un acuerdo fue la decisión europea de suspender temporariamente la aplicación de aranceles especiales de represalia a medidas equivalentes adoptadas por Estados Unidos.
“Como medida de desarrollo de la confianza, tenemos que reducir la tensión y resolver las disputas comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos”, dijo Dombrovskis ante el Parlamento Europeo.
Estados Unidos y la Unión Europea protagonizarán una cumbre el 15 de junio en Bruselas, en que se espera una reaproximación después de las tensiones surgidas durante la gestión de Donald Trump en la Casa Blanca.
La UE espera que la visita de Biden ayude a lograr un “progreso decisivo” en la solución de la disputa sobre acero y aluminio, así como la interminable disputa de dos décadas sobre los subsidios a los fabricantes de aviones Boeing y Airbus, dijo Dombrovskis.
El mes pasado, la Unión Europea y EE.UU. acordaron mantener conversaciones para poner fin a la disputa por aranceles cruzados, y Bruselas suspendió unilateralmente por seis meses el derecho a duplicar aranceles sobre productos estadounidenses.
La batalla comenzó en junio de 2018 cuando el gobierno de Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de Europa, Asia y América Latina.
Bruselas respondió con aranceles compensatorios sobre productos estadounidenses por valor de 2.800 millones de euros, incluidos el whisky, los jeans, el jugo de naranja y las motocicletas Harley-Davidson.
Un alto funcionario de la Unión Europa (UE) afirmó este miércoles que llegó el momento para que Estados Unidos pase de las palabras a los hechos para poner fin a la disputa arancelaria sobre acero y aluminio, a pocos días de la visita del presidente Joe Biden a Bruselas.
La Unión Europea envió “una señal clara de nuestra voluntad de resolver este problema de manera justa y equilibrada (...) Ahora Estados Unidos debe pasar de las palabras a los hechos”, dijo ante el Parlamento Europeo el Vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
Esa señal de la voluntad de un acuerdo fue la decisión europea de suspender temporariamente la aplicación de aranceles especiales de represalia a medidas equivalentes adoptadas por Estados Unidos.
“Como medida de desarrollo de la confianza, tenemos que reducir la tensión y resolver las disputas comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos”, dijo Dombrovskis ante el Parlamento Europeo.
Estados Unidos y la Unión Europea protagonizarán una cumbre el 15 de junio en Bruselas, en que se espera una reaproximación después de las tensiones surgidas durante la gestión de Donald Trump en la Casa Blanca.
La UE espera que la visita de Biden ayude a lograr un “progreso decisivo” en la solución de la disputa sobre acero y aluminio, así como la interminable disputa de dos décadas sobre los subsidios a los fabricantes de aviones Boeing y Airbus, dijo Dombrovskis.
El mes pasado, la Unión Europea y EE.UU. acordaron mantener conversaciones para poner fin a la disputa por aranceles cruzados, y Bruselas suspendió unilateralmente por seis meses el derecho a duplicar aranceles sobre productos estadounidenses.
La batalla comenzó en junio de 2018 cuando el gobierno de Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de Europa, Asia y América Latina.
Bruselas respondió con aranceles compensatorios sobre productos estadounidenses por valor de 2.800 millones de euros, incluidos el whisky, los jeans, el jugo de naranja y las motocicletas Harley-Davidson.