Videojuegos: pasar del consumo a la creación
En el país se cuentan más de 15 estudios de desarrolladores consolidados. Uno de los retos de la industria es atraer profesionales, como ingenieros, artistas y diseñadores.
María Alejandra Medina C.
El mercado de los videojuegos, se calcula, llegó a mover cerca de US$90.000 millones en 2015. De esa facturación, cerca del 4 % proviene de América Latina. Sin embargo, el objetivo del conjunto de desarrolladores regionales ha sido y sigue siendo claro: que los latinoamericanos se vuelvan más fuertes como desarrolladores de productos que como consumidores.
Colombia es uno de los ejemplos en el continente, pues de tener un entorno para el desarrollo de videojuegos apenas en consolidación a 2010, hoy cuenta con cerca de 20 estudios sólidos exportando y produciendo para distintas plataformas como PlayStation, Xbox, Android o iOS. Otras decenas están surgiendo, de acuerdo con Enrique Fuentes, CEO de Teravision Games y cofundador para Colombia de la International Game Developers Association (IGDA).
Muestra del robustecimiento del sector también es la importancia que están adquiriendo escenarios como Colombia 4.0 (Colombia 3.0 hasta el año pasado), la cumbre de contenidos digitales organizada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (Mintic), que terminará este viernes en Corferias, en Bogotá.
Durante Colombia 4.0, Martín Cao, CEO del estudio argentino Red Katana -recientemente fusionado con NGD Studios, del mismo país- destacó una de las grandes victorias que se ha anotado la industria colombiana: “Ark: Survival Evolved”, un videojuego en el que trabajó Efecto Studios y que superó los 2,5 millones de descargas en la plataforma Steam, que tiene más de 140 millones de usuarios en el mundo.
Para Enrique Fuentes, tener el nombre del estudio nacional en un juego de ese nivel de popularidad es un aporte a la credibilidad que la industria latinoamericana está ganando cada vez con más fuerza. Según él, si bien aún queda mucho por mejorar en la formación de profesionales -ingenieros, artistas, entre otros- y saber cómo atraerlos al desarrollo de videojuegos, uno de los factores que han impulsado al sector ha sido el apoyo del Gobierno, con fondos, por ejemplo.
De acuerdo con Juanita Rodríguez, gerente de Contenidos Digitales y Apps.co, del Mintic, el Gobierno se había enfocado en el fomento al emprendimiento, por un lado, y, por otro, a la internacionalización de empresas ya consolidadas. “Nos faltaba algo en la mitad de ese camino y por eso lanzamos un piloto para el desarrollo de videojuegos, para mejorar capacidades”.
La idea, que se busca replicar en otros sectores de los contenidos digitales, como la animación o la realidad virtual, es que empresas con más experiencia empiecen a compartir su conocimiento con las que apenas están surgiendo. “Se trata de que hagan transferencia de su know-how, den entrenamiento para el trabajo y enseñen cómo se trabaja en la industria internacional”, agregó Rodríguez.
Para Eivar Rojas, CEO de Efectos Studios, uno de los retos para los desarrolladores nacionales es “aterrizar” las ideas, validarlas y realizarlas. En un sentido similar, Cao asegura que llegó el momento de dejar de decir que América Latina “tiene potencial” y dar el paso para que esas capacidades se puedan evidenciar en más productos publicados. En ese sentido, para el CEO de Teravision, a la región le hace falta un “publisher”-quien saca al mercado los videojuegos- no sólo para fortalecer el entorno creativo sino para que los beneficios económicos del negocio realmente se reflejen en América Latina.
El mercado de los videojuegos, se calcula, llegó a mover cerca de US$90.000 millones en 2015. De esa facturación, cerca del 4 % proviene de América Latina. Sin embargo, el objetivo del conjunto de desarrolladores regionales ha sido y sigue siendo claro: que los latinoamericanos se vuelvan más fuertes como desarrolladores de productos que como consumidores.
Colombia es uno de los ejemplos en el continente, pues de tener un entorno para el desarrollo de videojuegos apenas en consolidación a 2010, hoy cuenta con cerca de 20 estudios sólidos exportando y produciendo para distintas plataformas como PlayStation, Xbox, Android o iOS. Otras decenas están surgiendo, de acuerdo con Enrique Fuentes, CEO de Teravision Games y cofundador para Colombia de la International Game Developers Association (IGDA).
Muestra del robustecimiento del sector también es la importancia que están adquiriendo escenarios como Colombia 4.0 (Colombia 3.0 hasta el año pasado), la cumbre de contenidos digitales organizada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (Mintic), que terminará este viernes en Corferias, en Bogotá.
Durante Colombia 4.0, Martín Cao, CEO del estudio argentino Red Katana -recientemente fusionado con NGD Studios, del mismo país- destacó una de las grandes victorias que se ha anotado la industria colombiana: “Ark: Survival Evolved”, un videojuego en el que trabajó Efecto Studios y que superó los 2,5 millones de descargas en la plataforma Steam, que tiene más de 140 millones de usuarios en el mundo.
Para Enrique Fuentes, tener el nombre del estudio nacional en un juego de ese nivel de popularidad es un aporte a la credibilidad que la industria latinoamericana está ganando cada vez con más fuerza. Según él, si bien aún queda mucho por mejorar en la formación de profesionales -ingenieros, artistas, entre otros- y saber cómo atraerlos al desarrollo de videojuegos, uno de los factores que han impulsado al sector ha sido el apoyo del Gobierno, con fondos, por ejemplo.
De acuerdo con Juanita Rodríguez, gerente de Contenidos Digitales y Apps.co, del Mintic, el Gobierno se había enfocado en el fomento al emprendimiento, por un lado, y, por otro, a la internacionalización de empresas ya consolidadas. “Nos faltaba algo en la mitad de ese camino y por eso lanzamos un piloto para el desarrollo de videojuegos, para mejorar capacidades”.
La idea, que se busca replicar en otros sectores de los contenidos digitales, como la animación o la realidad virtual, es que empresas con más experiencia empiecen a compartir su conocimiento con las que apenas están surgiendo. “Se trata de que hagan transferencia de su know-how, den entrenamiento para el trabajo y enseñen cómo se trabaja en la industria internacional”, agregó Rodríguez.
Para Eivar Rojas, CEO de Efectos Studios, uno de los retos para los desarrolladores nacionales es “aterrizar” las ideas, validarlas y realizarlas. En un sentido similar, Cao asegura que llegó el momento de dejar de decir que América Latina “tiene potencial” y dar el paso para que esas capacidades se puedan evidenciar en más productos publicados. En ese sentido, para el CEO de Teravision, a la región le hace falta un “publisher”-quien saca al mercado los videojuegos- no sólo para fortalecer el entorno creativo sino para que los beneficios económicos del negocio realmente se reflejen en América Latina.