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Justo cuando el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación han ratificado que el periodo escolar del 2022 debe comenzar sin restricción de aforos y con el 100% de presencialidad, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, señaló que le había mandado una solicitad a ambas carteras para que los colegios privados aplacen el inicio de la presencialidad dos semanas. Es decir, que las instituciones privadas que iban a comenzar clase presencial el 12 de enero lo hagan de manera virtual hasta el 31 de enero y, a partir de esa fecha, sí regresen a las aulas. (Le sugerimos: Ómicron, niños y colegios: hay muchas razones para que vuelvan al salón de clases)
“Eso es lo que consideramos que se debe hacer y esa es la recomendación que nosotros gustosamente adelantaríamos a los colegios privados de la ciudad de Cali, dado que ellos tienen autonomía institucional y toman sus propias decisiones”, señaló Ospina durante una rueda de prensa. “Pero también que esta decisión sea avalada por el Ministerio de Educación a donde se ha orientado esta carta”.
Otras de las decisiones que anunció la Alcaldía de Cali para hacerle frente a la pandemia, son no realizar conciertos ni eventos masivos durante las próximas dos semanas de enero y que los establecimientos nocturnos no abran hasta las 5 am, sino hasta las 3 am, con un 50% del aforo. (Lea también: Cali no podrá tener eventos masivos durante las próximas dos semanas: Alcaldía)
Pero la lógica de esta decisión generó varias preguntas, sobre todo cuando se ha demostrado que es urgente que el regreso de niñas y niñas a las aulas sea una prioridad. Colombia ha sido uno de los países de la región en los que más han permanecido cerrados los colegios, afectando no solo el proceso educativo y académico de niños y niñas, sino poniendo en riesgo su seguridad y nutrición. De hecho, en el 2020, el Ministerio de Educación señaló que más 243.000 alumnos habían dejado de estudiar, mientras el DANE mostró que la deserción escolar pasó del 2,7 % en 2019 al 16,4 % en 2020. (Le puede interesar: Lo que no revelan las cifras de inasistencia escolar del DANE)
Estudios realizados a nivel mundial, como el publicado en el Journal of the American Medical Association el 3 de septiembre de 2021 y que analizó datos de niños y niñas en Estados Unidos, encontró un vínculo entre el cierre de escuelas y una peor salud mental de niños y niñas, sobre todo entre los estudiantes mayores, afrodescendientes, hispanos y en aquellos que provienen de familias de bajos ingresos. Colombia, podría no tener un panorama tan distinto. Como lo señaló Olga Albornoz, psiquiatra infantil y experta en temas de adolescencia, hace algunos meses a El Espectador, la última encuesta de salud mental mostró que el 6,6 % de los niños y las niñas han pensado en suicidarse.
“Además, el índice de depresión y ansiedad es altísimo. En esta pandemia se han reportado siete suicidios en menores de 11 años, cosa que creo es un subdiagnóstico, sobre todo con lo difícil que es determinar los suicidios en niños”, comentó.
Esto se suma con otros retos de la virtualidad, como padres que no tienen con quién dejar a los niños y niñas en casa mientras van al trabajo – llevando a que muchos, sobre todo mujeres, pierdan su trabajo e ingreso –, y que niños y niñas no reciban una buena alimentación, ya que muchas veces la más balanceada solo la obtienen en la institución.
Como lo ha señalado el doctor Germán Casas, psiquiatra de niños y adolescentes, y presidente de Médicos Sin Fronteras sección Latinoamérica, “los colegios son un centinela sanitario: los profesores saben cuándo hay un niño enfermo, con paludismo, por ejemplo, y eso se perdió”. (Vea acá el documental - Invisibles: la infancia en Colombia durante la pandemia)
Y es que las dudas frente a la petición de la Alcaldía de aplazar la presencialidad en colegios privados de Cali son aún mayores si se tiene en cuenta que el resto de los sectores permanecerán abiertos. “Los colegios no pueden abrir, pero la gente puede rumbear hasta las 3 am. Al parecer a partir de las 3 am la gente se empieza a contagiar. Este país es de no creer”, respondió en Twitter Isabel Segovia, exviceministra de Educación y quien ha liderado la campaña #LaEducaciónPresencialEsVital, a el pronunciamiento de Ospina.
Está noticia es de no creer… parece de @actualidadpanam Los colegios no pueden abrir, pero la gente puede rumbear hasta las 3 am. Al parecer a partir de las 3 am la gente se empieza a contagiar. Este país es de no creer. #LaEducacionPresencialEsVital https://t.co/mA4pHiRXZH
— Isabel Segovia O (@IsabelSegoviaO) January 7, 2022
Vale recordar que, además, la Feria de Cali sí se realizó del 25 al 30 de diciembre, con fiestas a las que asistían más de 15.000 personas. “Discotecas sí, colegios no. Son infames estas decisiones y la violencia ejercida contra la niñez en Colombia”, también trinó el profesor y educador Arturo Charria.
Discotecas sí, colegios no. Son infames estas decisiones y la violencia ejercida contra la niñez en Colombia. https://t.co/biGU2GHtGt
— Arturo Charria (@arturocharria) January 7, 2022
Otro punto importante, como lo señala esta nota publicada hoy en El Espectador, es que, hasta el momento, no hay ninguna alerta que señale que ómicron sea una variante con manifestaciones más graves en la población infantil. El número de fallecimientos en niños, niñas y adolescentes es muy bajo, en comparación con el resto de grupos poblacionales. Y, por ejemplo, de las más de 130 mil muertes que ha causado el coronavirus en Colombia, apenas 339 corresponden a menores de 19 años. Por otro lado, las hospitalizaciones apenas representan el 0,04 % de los casos.
Además, cerrar un colegio no es una medida efectiva para mitigar una ola de covid-19 cuando el resto de las actividades económicas y sociales continúan de forma presencial, como sucederá en Cali. “No tiene sentido cerrar colegios cuando todo lo demás funciona de manera abierta”, ha explicado Claudia Beltrán Arroyave, pediatra infectóloga, profesora de la U. de Antioquia y miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría, en pasadas ocasiones.