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La alcaldía de Federico Gutiérrez en Medellín ha recibido críticas de diversos sectores por no tener un papel más activo en la discusión sobre la crisis de financiamiento que vive la Universidad de Antioquia, la institución de educación superior más importante de ese departamento y la segunda pública más importante del país. La financiación de la U. de A. depende principalmente de dos actores clave: la Gobernación de Antioquia, por ser una entidad de carácter regional, y el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Educación.
Pero hay quienes opinan que Medellín debe jugar un papel más clave. Una de esas personas es Luz María Múnera, Alta Consejera para las Regiones del Gobierno. “Es una vergüenza que Medellín no aporte al alma mater”, dijo a mediados de octubre. Según Múnera, pese al carácter regional de la institución, el 80% de sus estudiantes viven en Medellín. El alcalde Gutiérrez ha señalado que la ciudad no tiene competencias legales ni responsabilidades directas, porque, además, la ciudad tiene que financiar otras instituciones como el Pascual Bravo, el Colegio Mayor de Antioquia o el Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM).
“Pero sí siento una responsabilidad moral porque miles de jóvenes de nuestra ciudad estudian en la Universidad de Antioquia. Hay que buscar una salida”, afirmó Gutiérrez en las últimas horas. Durante la mañana de este jueves, el alcalde de Medellín mantuvo una reunión con el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, en donde Gutiérrez expresó “que desde el municipio, el distrito, estamos listos para sumar, para buscar soluciones entre todos. Soluciones administrativas dentro de la Universidad de Antioquia, como se lo expresé al rector. Y buscaremos soluciones. Medellín es parte de la solución de la educación pública”.
El próximo lunes, Gutiérrez mantendrá una reunión con el rector de la Universidad de Antioquia, John Jairo Arboleda Céspedes. “Nuestro equipo ya está analizando desde hace unos meses cómo podemos ayudar y contribuir”, dijo el alcalde, que señaló estar convencido de que “podemos ayudar”. Gutiérrez reiteró que hoy no tiene hoy las competencias para invertir directamente en la institución, pero dejó abierta la puerta para que, si se hace necesario, se lleve “un proyecto al Consejo de Medellín para ayudas extraordinarias, sin abandonar las responsabilidades que tenemos en las entidades municipales”.
De esta manera, el alcalde de Medellín deja abierta la puerta a que la ciudad invierta dinero para tapar el desfinanciamiento de la UdeA que, según estimaciones, puede ser superior a los $350.000 millones.
¿Qué ha propuesto la Gobernación de Antioquia?
El pasado 30 de septiembre la Gobernación de Antioquia anunció su disposición a inyectar recursos, pero con algunas condiciones. Según explicó el secretario de educación departamental, Mauricio Alviar, el apoyo de la Gobernación consistiría en cubrir un tercio de la reducción del déficit que la universidad logre por sí misma. Es decir, si la universidad reduce su déficit en 100 pesos mediante sus propias estrategias, la Gobernación contribuiría con 33 pesos adicionales para ayudar a solventar la crisis financiera.
La gobernación de Rendón ha defendido que la UdeA necesita hacer modificaciones en su funcionamiento para reducir el gasto. Han insistido en la necesidad de avanzar en un “Plan de austeridad”. Entre esas medidas, está la reducción de las horas cátedra. Para la gobernación, “en materia de docencia es importante que los profesores de planta incrementen su tiempo de dedicación a esta actividad en su plan”. Alviar calcula que solo el 14% del plan de trabajo de los docentes de planta es dedicado a docencia directa.
Como contamos en esta nota, entre los docentes se ha generado la sensación de que terminan “pagando los platos rotos”. Entonces y durante cerca de dos meses, se declararon en asamblea permanente, es decir, que no dictaron clases, pues estaban analizando propuestas para atender las problemáticas.
Sin embargo, como hemos explicado en estas páginas, la crisis se debe a múltiples causas. Entre ellas, la reducción de estudiantes matriculados en posgrados y pregrados. La apertura de nuevas sedes y el déficit financiero del Hospital Alma Máter, cuyo mayor accionista es la UdeA, también explican, en parte, el hueco financiero. Incluso se pueden encontrar explicaciones en la Ley 30. En los artículos 86 y 87 de la norma se obliga al gobierno a ajustar cada año el presupuesto únicamente con el valor de la inflación.
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