¿Aumentar el salario a los maestros mejora la calidad de la educación?
La evidencia existente en economía de la educación muestra que aumentar el salario a los maestros no necesariamente se traduce en mejoras en los resultados educativos, si este incentivo no está atado a medidas de desempeño. ¿Por qué? Opinión.
Luz Karime Abadía*
El gobierno del presidente Petro, mediante el decreto 1316, aumentó la bonificación pedagógica para maestros y directivos de colegios públicos al 24% de su salario mensual, buscando mejorar sus condiciones económicas. Esta bonificación fue creada en el gobierno de Duque, comenzando en un 6% del salario mensual en 2018 y aumentando al 11% en 2019 y al 15% en 2020. Este pago se realiza una vez al año. El decreto establece que dicha bonificación aumentará al 29% en 2025 y al 35% en 2026.
La evidencia existente en economía de la educación muestra que aumentar el salario a los maestros no necesariamente se traduce en mejoras en los resultados educativos, si este incentivo no está atado a medidas de desempeño, como, por ejemplo, mejoras en la evaluación docente o en el desempeño académico de los estudiantes.
Aunque la remuneración salarial de los maestros del sector público en Colombia ha mejorado en los últimos años, los licenciados en educación siguen recibiendo salarios inferiores a los de otros profesionales en sectores económicos distintos. A esto se suma que ser maestro en un colegio público que atiende a estudiantes de contextos socioeconómicos desfavorecidos en Colombia no es tarea fácil.
Es una labor que implica altos niveles de estrés, debido a los grandes desafíos que enfrentan diariamente: atender a niños que llegan al colegio con hambre, que son víctimas de diferentes tipos de violencia (física, sexual, psicológica, entre otras), lidiar con infraestructura deficiente, falta de material didáctico y conectividad limitada o inexistente, entre otros problemas. Estos factores hacen que la profesión docente sea poco atractiva para muchos. Según la encuesta TALIS (2018), dirigida por la OCDE y aplicada en varios países para conocer la satisfacción laboral de los maestros, el 55% de los maestros en Colombia reportan experimentar altos niveles de estrés laboral, un porcentaje mayor que en países como Brasil, Chile y México.
Pagar salarios competitivos a los maestros puede mejorar los resultados educativos, si este aumento logra atraer los mejores profesionales a la labor docente, es decir, profesionales con los mejores desempeños académicos, formados en las mejores universidades, con maestrías de muy alta calidad en áreas relacionadas con la labor y las áreas de enseñanza. Salarios competitivos permiten, además, reducir la rotación laboral y mejorar la motivación de los maestros.
Si bien es necesario mejorar las condiciones laborales de los maestros en Colombia y recuperar el prestigio de la profesión, en lugar de aumentar la bonificación a todos los maestros y maestras, lo idea habría sido usar estos recursos para otorgar los incentivos basados en resultados, de manera que contribuyan a mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Por ejemplo, habría sido muy interesante, otorgar bonificaciones a los maestros de los colegios que entre un año y otro muestren los mayores aumentos en el desempeño promedio en las pruebas Saber 11. Así mismo, crear una bolsa de recursos concursables para que los colegios propongan y desarrollen proyectos innovadores que redunden en mejoras educativas, como, por ejemplo, mejorar el desempeño académico en algún área de conocimiento, reducir la deserción o la repitencia escolar, entre otros. Crear un sistema de incentivos para los maestros, basados en resultados, contribuirá a mejorar la calidad de la educación y, por tanto, ayudará a aumentar el prestigio de esta labor.
*Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana
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El gobierno del presidente Petro, mediante el decreto 1316, aumentó la bonificación pedagógica para maestros y directivos de colegios públicos al 24% de su salario mensual, buscando mejorar sus condiciones económicas. Esta bonificación fue creada en el gobierno de Duque, comenzando en un 6% del salario mensual en 2018 y aumentando al 11% en 2019 y al 15% en 2020. Este pago se realiza una vez al año. El decreto establece que dicha bonificación aumentará al 29% en 2025 y al 35% en 2026.
La evidencia existente en economía de la educación muestra que aumentar el salario a los maestros no necesariamente se traduce en mejoras en los resultados educativos, si este incentivo no está atado a medidas de desempeño, como, por ejemplo, mejoras en la evaluación docente o en el desempeño académico de los estudiantes.
Aunque la remuneración salarial de los maestros del sector público en Colombia ha mejorado en los últimos años, los licenciados en educación siguen recibiendo salarios inferiores a los de otros profesionales en sectores económicos distintos. A esto se suma que ser maestro en un colegio público que atiende a estudiantes de contextos socioeconómicos desfavorecidos en Colombia no es tarea fácil.
Es una labor que implica altos niveles de estrés, debido a los grandes desafíos que enfrentan diariamente: atender a niños que llegan al colegio con hambre, que son víctimas de diferentes tipos de violencia (física, sexual, psicológica, entre otras), lidiar con infraestructura deficiente, falta de material didáctico y conectividad limitada o inexistente, entre otros problemas. Estos factores hacen que la profesión docente sea poco atractiva para muchos. Según la encuesta TALIS (2018), dirigida por la OCDE y aplicada en varios países para conocer la satisfacción laboral de los maestros, el 55% de los maestros en Colombia reportan experimentar altos niveles de estrés laboral, un porcentaje mayor que en países como Brasil, Chile y México.
Pagar salarios competitivos a los maestros puede mejorar los resultados educativos, si este aumento logra atraer los mejores profesionales a la labor docente, es decir, profesionales con los mejores desempeños académicos, formados en las mejores universidades, con maestrías de muy alta calidad en áreas relacionadas con la labor y las áreas de enseñanza. Salarios competitivos permiten, además, reducir la rotación laboral y mejorar la motivación de los maestros.
Si bien es necesario mejorar las condiciones laborales de los maestros en Colombia y recuperar el prestigio de la profesión, en lugar de aumentar la bonificación a todos los maestros y maestras, lo idea habría sido usar estos recursos para otorgar los incentivos basados en resultados, de manera que contribuyan a mejorar los aprendizajes de los estudiantes.
Por ejemplo, habría sido muy interesante, otorgar bonificaciones a los maestros de los colegios que entre un año y otro muestren los mayores aumentos en el desempeño promedio en las pruebas Saber 11. Así mismo, crear una bolsa de recursos concursables para que los colegios propongan y desarrollen proyectos innovadores que redunden en mejoras educativas, como, por ejemplo, mejorar el desempeño académico en algún área de conocimiento, reducir la deserción o la repitencia escolar, entre otros. Crear un sistema de incentivos para los maestros, basados en resultados, contribuirá a mejorar la calidad de la educación y, por tanto, ayudará a aumentar el prestigio de esta labor.
*Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana
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