Colegios colombianos, rajados en la promoción de hábitos saludables
Un estudio evaluó 915 colegios de Colombia durante 2020 y encontró que los estándares de promoción de la salud y el bienestar escolar se cumplen solo en un 47,7%. Además, cruzó los datos con los resultados de las pruebas Saber 11 y determinó que estas condiciones han sido determinantes en los resultados escolares de los estudiantes.
Paula Casas Mogollón
¿Alguna vez ha pensado si el bienestar y la salud en los colegios influyeron en sus calificaciones? ¿Si los espacios que le brindaron para realizar actividades físicas o tener una dieta sana benefició su rendimiento académico? Aunque no es fácil establecer esa relación, algunos países han llevado a cabo investigaciones (ver laparte final del texto) que les permite inferir que los alumnos que tienen mejores resultados en sus exámenes son aquellos que han estudiado en una institución que promueve estrategias enfocadas en las condiciones de salud de los niños y niñas. (Lea En Colombia más de 26 mil estudiantes pasaron de colegios privados a públicos en la pandemia)
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¿Alguna vez ha pensado si el bienestar y la salud en los colegios influyeron en sus calificaciones? ¿Si los espacios que le brindaron para realizar actividades físicas o tener una dieta sana benefició su rendimiento académico? Aunque no es fácil establecer esa relación, algunos países han llevado a cabo investigaciones (ver laparte final del texto) que les permite inferir que los alumnos que tienen mejores resultados en sus exámenes son aquellos que han estudiado en una institución que promueve estrategias enfocadas en las condiciones de salud de los niños y niñas. (Lea En Colombia más de 26 mil estudiantes pasaron de colegios privados a públicos en la pandemia)
En Colombia, por el contrario, la información es escasa. Hasta ahora, se realizó el primer estudio que busca entablar esa relación entre el desempeño académico y las condiciones de salud de los niños y niñas. El primer paso en la investigación fue recolectar la información de 915 instituciones de preescolar, básica y media ubicadas en 263 municipios del país. (Lea: Matrícula cero: aún hay varias preguntas por resolver)
Los datos obtenidos se analizaron por medio de una herramienta conocida como el Índice Welbin, que “evalúa el nivel en que las escuelas cumplen los estándares de promoción de la salud y el bienestar para sus comunidades educativas”, dice Daniel Tobón, investigador de Escalando, salud y bienestar, organización encargada del análisis.
Además, este índice tiene diferentes dimensiones, como la creación de entornos físicos y psicosociales seguros o la adopción de prácticas para impulsar la salud física, mental y psicosocial.
Los investigadores encontraron que el país se “rajó”, pues el promedio del índice nacional fue de 47.67, sobre 100 puntos posibles. El equipo notó que, a diferencia de otros países, en Colombia no se había analizado la relación entre la salud y el bienestar con los resultados académicos. Por eso, cruzó los datos obtenidos en el Índice Welbin y la base de datos de las Pruebas Saber 11 de 2020.
“Buscamos cuáles de ellas tenían reportadas pruebas Saber 11 y se logró cruzar la información para 649 de las 915 instituciones educativas analizadas”, cuenta Gloria Bernal, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana. “Se evidenció que obtener un punto de más en el índice está asociado con 0,6 puntos adicionales en el puntaje global de las pruebas Saber 11”, añade. Los datos, que señalan una correlación del 60%, comprueban que los colegios con un índice más alto son los que tienen, en promedio, mayores puntajes en las pruebas. “Las instituciones educativas ubicadas en zonas urbanas obtuvieron 18 puntos más en el Índice, en comparación con las rurales, mientras que los planteles privados superaron a los oficiales en 34 puntos”, muestra Tobón.
Para María Fernanda Lara, profesora asociada a la facultad de Medicina de la Universidad Nacional y doctora en ciencia cognitiva y de aprendizaje del lenguaje, los resultados obtenidos en el estudio dan luces sobre cuáles son los puntos a los que “debemos prestarle atención, principalmente porque la salud y el bienestar en los colegios son un tema que no ha estado en la agenda pública de manera importante”.
Añade que los hallazgos también servirán “para cerrar las brechas en el desempeño académico y generar nuevas oportunidades que lleguen a todos los niños y niñas y no a los de más recursos”.
Aunque este estudio permite conocer resultados relevantes sobre la promoción de la salud y bienestar y los resultados académicos, Antonio Robles, profesor de la Maestría en Economía y Política de la Educación de la Universidad Externado de Colombia, explica que se deja de lado un factor muy importante: las condiciones socioeconómicas de las instituciones educativas.
“En un país donde los recursos de los colegios oficiales son escasos, más aún en un ambiente rural, los directivos deben decidir cómo asignarlos de la manera más eficiente con el objetivo de alcanzar mejores resultados académicos. Esto significa priorizar, y no es claro que la promoción del bienestar sea la estrategia más costo-efectiva”, puntualiza.
Un ejercicio similar al que se realizó en Colombia se ha adelantado en otros países. En China, por ejemplo, estudiaron durante dos años algunos colegios de Hong Kong, una labor liderada por el Centro de Educación para la Salud de la Universidad China, que logró determinar que el número de resultados académicos malos o regulares disminuyó en los colegios en los que se implementó un programa saludable. Además, “se redujeron los estudiantes que fumaban, ingerían alcohol y se alimentaban con comida chatarra y la proporción de jóvenes involucrados en peleas físicas disminuyó drásticamente”, señala el informe publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health.
Chile, por su parte, consiguió establecer que los niños y niñas que están físicamente activos se desempeñan mejor en matemáticas y lenguaje, luego de estudiar la actividad física regular de 1271 estudiantes. “Modelamos la relación entre los comportamientos académicos y la salud, encontramos que dedicar más de cuatro horas por semana al ejercicio programado aumentó significativamente las probabilidades de alcanzar un mejor rendimiento académico en lenguaje y matemáticas”, reseña el artículo publicado en Health Promotion International, que, además apunta que “los hallazgos apoyan la noción de que los programas de salud escolar pueden tener efectos positivos en los resultados educativos.
Algunos estudios han mostrado que hay una relación significativa entre la obesidad infantil y el bajo rendimiento académico. “Proporcionan evidencia para una variedad de medidas de resultados educativos como calificaciones escolares, ausencias, participación, repetición de un grado y puede tener efectos directos a corto plazo sobre la salud física, mental y educativa, como el acoso escolar, la ausencia escolar, la baja concentración y las malas calificaciones”, cuenta Diana Osorio, economista y consultora en temas de economía de la salud. El déficit de sueño o una mala calidad del sueño también influye en el rendimiento académico de los estudiantes.
Otra de las investigaciones, realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró la influencia negativa de los malos hábitos en la salud como la obesidad, problemas de sueño, ansiedad, depresión o conductas de salud potencialmente dañinas, como el consumo de alcohol, cannabis y tabaco, con el rendimiento académico de niños, niñas y adolescentes. Mientras se sigue recolectando mayor evidencia en Colombia, Diana Osorio recuerda que la salud infantil es un indicador clave del desarrollo económico y que, además “está estrechamente relacionada con otros indicadores como la salud de los adultos, los logros educativos, la productividad y los ingresos de un país. Por eso es importante que esté incluida en las políticas públicas”, dice.