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La educación se ha convertido en uno de los ejes centrales, de hecho, este tema ocupa un espacio importante en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). El cuarto ODS se enfoca en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Pero, ¿cómo van los países con su cumplimiento? (Lea: El nuevo requisito para acceder a Política de Gratuidad de las universidades públicas)
En busca de responder esa pregunta, el Instituto de Estadística de la UNESCO y el Informe de Seguimiento de la Educación realizó la primera tarjeta de puntuación, que muestra cuál ha sido el ritmo al que los países avanzan en el cumplimiento de este ODS.
Desde 2015 se estableció el Marco de Acción Educación 2030, que es la hoja de ruta para lograr el cumplimiento de este ODS y en la que se obligó a los países a establecer puntos de referencia, es decir, cuáles iban a ser los objetivos nacionales con los que conseguiría el cumplimiento de este objetivo
“Las metas del ODS 4 son específicas y medibles (...) Además son aplicables a todos los países, teniendo en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo nacionales y respetando las políticas y prioridades de cada uno”, anota la Unesco en el documento.
Entre los resultados, publicados en la página web de la Unesco, señalan que dos de cada tres países se están rajando en el cumplimiento de sus objetivos relacionados con la educación preescolar, básica, media y superior. Además, apunta, que la mayoría de países van bien en sus tasas de finalización de la enseñanza primaria. (Le puede interesar: Las dudas sobre los 500 mil nuevos cupos en educación superior)
Otro de los hallazgos que ha generado bastante inquietud para los expertos de la UNESCO es lo revelado en las tasas de no escolarización, pues, según muestran los resultados, estas cifras empeoraron en uno de cada 10 países entre 2015 y 2020.
Además, señalan que otro de los resultados que les llamó la atención fue que al menos uno de cada tres países de los analizados retrocedió en cuanto a competencias de aprendizaje. También apuntaron que se enfrentaron a diversos problemas para estudiar algunas naciones, principalmente en las más pobres, pues no contaban con la suficiente información de este sector. Por ejemplo, el 24% de aquellos que presentan un ingreso bajo no tenían esas cifras.
Para este análisis, los investigadores se centraron principalmente en dos factores. El primero es la tasa de finalización del segundo ciclo de secundaria que, cuentan, es aquel que se presenta entre los 16 y 18 años de los jóvenes. El otro indicador es la participación en la educación preescolar, correspondiente a los niños y niñas entre los 3 y 5 años.
En ambos puntos, “solo uno de cada tres países está en la dirección correcta para alcanzar con alta probabilidad su propia meta nacional para 2025″, se lee en el documento, de ellos, añade la entidad, la mayoría son de ingresos altos.
Los países que han mostrado que tienen un progreso rápido en el cumplimiento de sus objetivos en cuanto a la finalización del segundo ciclo de secundaria son Ruanda, Bangladés, Bolivia, Egipto, Ghana, Kirguistán, Nepal y República de Moldavia. (Lea también: Aún hay cupos escolares en Bogotá, conozca requisitos y colegios disponibles)
Para el caso de la educación preescolar la cifra sube a 14 y son: Burkina Faso, Burundi, Guinea, Ruanda, Sierra Leona, Bután, Camboya, Costa de Marfil, Ghana, India, Kirguistán, Mongolia, República de Moldavia, Vanuatu y Vietnam.
Luego de conocerse los resultados, los investigadores explican que las metas establecidas en el Marco de Acción Educación 2030 son muy importantes y, de hecho, explican su rol con el de los objetivos climáticos que se plantearon las naciones en 2015 con el Acuerdo de París, en donde se comprometieron a tomar las acciones pertinentes para que la temperatura del planeta no incrementara en 1,5° Celsius.
Con el propósito de conseguir estas metas, el informe realiza una serie de recomendaciones. Entre ellas resalta la legislación, que impulsa a los países a tener leyes que ofrezcan una educación preescolar gratuita y obligatoria; la otra se enfoca en la regulación, encaminada principalmente en las instituciones de educación privadas; y la priorización de la educación preescolar, para ello proponen destinar fondos públicos. (Puede leer: Más de 400 colegios cerraron temporalmente por riesgos de desastres en 2021)
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