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El Global Teacher Prize, uno de los premios más populares en educación básica y media, ya dio a conocer quiénes son sus finalistas del 2025. Entre ellos hay dos colombianos: Zamir Montero, un maestro que nació en Santa Marta y da clases en Fundación (Magdalena), y Ramón Majé Floriano, un maestro que nació en Caquetá y enseña en Pitalito, Huila.
“Nuestros finalistas provienen de todos los rincones del mundo y generan un impacto transformador en diversos entornos. Desde la enseñanza en pueblos y aldeas remotas hasta el impulso de la innovación en escuelas del centro de la ciudad, defienden la inclusión, defienden los derechos de los niños e inspiran cambios significativos”, se lee en la página del premio.
Como aseguró el fundador del premio, Sunny Varkey, quien también es presidente de la Fundación Varkey, “el Global Teacher Prize fue creado para destacar el papel fundamental de la educación a la hora de abordar los principales desafíos de nuestro tiempo, desde la lucha contra el cambio climático hasta la reducción de la desigualdad y la adaptación al cambio tecnológico”.
El galardón, que es apoyado por la Unesco, tiene entre sus finalistas a profesores de varios lugares del planeta. Hay maestros de Malasia, Indonesia, España, Estados Unidos, México, Baréin, Perú o Nigeria.
¿Quién es Zamir Montero, uno de los nominados?
Zamir Montero, se lee en la página web del Global Teacher Prize, es samario, tiene una especialización en Tecnologías de la Información Educativa, una maestría en Gestión de Tecnologías Educativas y un doctorado en Ciencias de la Educación. Su carrera como profesor tuvo un gran giro cuando trabajó en la localidad rural de Caraballo (Magdalena), una zona con condiciones particulares de desnutrición, pobreza y desplazamiento.
“Allí, Zamir se dio cuenta del inmenso poder de la educación para romper el ciclo de la pobreza y mejorar la vida de los jóvenes”, resalta el premio. Por eso, desde 2017, “ha liderado proyectos innovadores en el IED John F. Kennedy en Fundación, Magdalena”, donde hay a más de 1.200 estudiantes, muchos de ellos provenientes de familias desplazadas por el conflicto armado.
Entre sus iniciativas más destacadas está ‘Design Thinking para un mundo más inclusivo’, que “utiliza herramientas pedagógicas y tecnológicas innovadoras para abordar problemas sociales y ambientales”.
Gracias a esos esfuerzos, sus alumnos han desarrollado una aplicación para ayudar a los niños con síndrome Down para que mejoren sus habilidades de lectura. Entre sus logros destacables, también está haber impulsado otro proyecto para “ayudar a los estudiantes con discapacidad auditiva a comunicarse mejor”.
“Un proyecto notable, el Sistema de Monitoreo Hidrometeorológico, combina robótica, programación y ciencias naturales para proporcionar alertas tempranas de inundaciones, ayudando a las comunidades en regiones vulnerables. Estas iniciativas le han valido a Zamir el reconocimiento en conferencias internacionales e inspiraron a educadores y estudiantes de todo el mundo a adoptar enfoques similares”, señala el Global Teacher Prize.
Este profesor ha trabajado con diversas comunidades, entre ellas los pobladores de Palenque y los indígenas Kogui, en donde ha impulsado el uso de la tecnología para documentar y compartir su conocimiento ancestral.
“El compromiso de Zamir con la educación sobre el cambio climático es evidente en proyectos que abordan la sostenibilidad ambiental”, se lee en otro de los apartados del perfil que destaca el galardón. “La dedicación de Zamir a la educación va más allá de la enseñanza, ya que su misión permanente es crear ciudadanos globales y empoderar a los estudiantes para que se conviertan en miembros activos y responsables de sus comunidades y del mundo”.
Ramón Majé Floriano, el café en las aulas
Ramón Majé Floriano, por otra parte, es un profesor que nació en Caquetá y, actualmente, es docente de la Institución Educativa Municipal Montessori de Pitalito, en Huila. Hijo de una ama de casa y un papá que trabajaba en construcción, se apasionó muy joven por las matemáticas, un área en la que decidió profundizar para enseñar a sus alumnos.
Desde hace ocho años empezó a trabajar como profesor rural, “enfrentándose a retos como el limitado acceso a la educación, las altas tasas de deserción escolar por desplazamiento forzado, dietas desequilibradas, familias disfuncionales y falta de recursos. Su aula se ha convertido en un centro de investigación, donde los estudiantes se involucran en cuestiones del mundo real, como la sostenibilidad ambiental”.
De acuerdo con el Global Teacher Prize, su proyecto más destacado se llama CAFELAB COLOMBIA, una iniciativa en la que, en compañía de sus estudiantes, padres de familia y otros profesores, han puesto en marcha soluciones para utilizar los subproductos de café, promoviendo la economía circular. De hecho, su escuela fue reconocida como el mejor colegio en el mundo en acción ambiental en 2023.
“El enfoque de enseñanza de Ramón se basa en el aprendizaje basado en proyectos (PBL), que anima a los estudiantes a resolver problemas del mundo real a través de la indagación y la colaboración. Sus estudiantes, por ejemplo, utilizaron la programación, la robótica y las herramientas STEM MAKER para desarrollar soluciones para los residuos del café, lo que ha contribuido a ganar más de 40 premios nacionales e internacionales, incluidos los premios verdes en 2022 y 2023. También ha integrado la tecnología a sus lecciones, utilizando herramientas como Arduino, Micro:bit, drones, producción audiovisual e inteligencia artificial para mejorar la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes y cerrar la brecha causada por las limitaciones de infraestructura”, dice la página del premio.
Entre otros logros de Ramón, quienes están al frente del galardón destacan que sus iniciativas han ayudado a mejorar la infraestructura de su colegio. Entre los otros reconocimientos que ha obtenido por su gestión, se destacan los Green Awards en 2022 y 2023 y el Premio a la Innovación y los ODS en centros educativos de la OEI.
Así mismo, resaltan que los puntajes promedio de las pruebas nacionales han aumentado significativamente en matemática y ha reducido la deserción escolar del 15% al 2%. “Más del 70% de sus egresados continúan sus estudios en carreras técnicas o de educación superior”, dice la página web.
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