“El Icetex va a cumplir con 9 mil condonaciones de créditos”: Mauricio Toro
Mauricio Toro, ex representante a la Cámara, acaba de asumir la dirección de una entidad clave para hacer realidad las promesas de educación superior del Gobierno Petro: el Icetex. En entrevista con este diario, explica los cambios que espera lograr para que más jóvenes accedan a la universidad.
Paula Casas Mogollón
Hace, exactamente ocho días, Mauricio Toro se posesionó como nuevo director del Icetex, una entidad que había criticado en varias oportunidades mientras fue representante a la Cámara. En su paso por el Congreso intentó reformarlo. Pero ahora, desde la orilla contraria, asume un cargo con la promesa de condonar 9 mil créditos en 100 días y transformar al Icetex en un lugar mucho más “humano” para los estudiantes. (Lea Concepción Baracaldo sería la nueva directora del ICBF)
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Hace, exactamente ocho días, Mauricio Toro se posesionó como nuevo director del Icetex, una entidad que había criticado en varias oportunidades mientras fue representante a la Cámara. En su paso por el Congreso intentó reformarlo. Pero ahora, desde la orilla contraria, asume un cargo con la promesa de condonar 9 mil créditos en 100 días y transformar al Icetex en un lugar mucho más “humano” para los estudiantes. (Lea Concepción Baracaldo sería la nueva directora del ICBF)
¿Cómo encontró la entidad? ¿Qué dificultades ha detectado?
Llevo pocos días; estoy a tope. Recibo una entidad robusta, que me ha sorprendido en términos de su capacidad de cubrimiento en el territorio nacional. Hay jóvenes beneficiarios de más de 936 municipios. Es decir, cubre casi todo el territorio. Además, tiene presencia en 40 ciudades. Entonces es una operación robusta, grande y con muchos fondos en administración, lo cual me ha sorprendido mucho más. También encontré que hay que hacer unos cambios urgentes que tienen que ver con la forma en la que se le está dando la información a los usuarios. Es difícil explicarle a una familia que llega con su maleta cargada de sueños a una oficina del Icetex. Hoy, a una familia le presentan 20 líneas de crédito que pueden estar en 350 fondos. Es difícil comprenderlo todo. Entonces, lo primero que llego a hacer es tratar de simplificar eso: no puede haber más de 10 líneas de crédito. (Lea Icetex: Corte Constitucional respalda la acumulación de intereses en deudas)
Lo segundo que he encontrado es que el estudiante se enfrenta a muchos trámites; eso tenemos que reducirlo al máximo. Debemos hacer más eficientes esos procesos. Esto me lleva al tercer punto. Hay muchos sistemas de información internos y en ocasiones no se hablan entre ellos. Tenemos un reto: integrarlos entre ellos e integrarlos a las entidades territoriales y a las universidades para ser más eficientes. Eso hay que simplificarlo para hacer menos dispendioso el proceso y las personas puedan acceder con mayor tranquilidad. También he encontrado una entidad con un talento humano espectacular, pero con unos protocolos rígidos. Hay que humanizar los protocolos y entender las dificultades de los estudiantes para podernos adaptar rápidamente a la situación. Hay que informarle al estudiante para que tome una decisión adecuada. Esta es una entidad con gente con ganas de trabajar.
A principios de este año, como congresista, propuso acabar con el Icetex o hacer una reforma. ¿En qué consiste esta reforma?
Yo utilizaba la palabra “sepultar”. Y me mantengo en que hay que sepultar un par de cosas. Lo primero son los procesos rígidos; tenemos que hacerlos más flexibles. Lo segundo son las líneas de crédito más costosas, que se volvieron supremamente impagables. Es el caso de una línea de crédito que la entidad asumió en el 2005 para empezar sus operaciones. Fue un crédito con el Banco Mundial, del cual aún se debe todavía un billón y medio de pesos. Todavía se sigue prestando a la gente y es supremamente costoso tanto en el diseño institucional de carga administrativa, más la tasa. Esa línea hay que acabarla ya porque está arruinando, de alguna manera, a los jóvenes que se están colgando a esa línea. Debemos encontrar nuevas fuentes de financiación, como el presupuesto general de la Nación. Me toca irle a pedir dinero al honorable Congreso de la República y al Ministro de Hacienda para poder traer recursos para prepagar y sustituir esa deuda tan costosa. El Icetex ya hizo un ejercicio que resultó exitoso, y creo que hay que hacerlo de nuevo: la emisión de bonos sociales que nos permite recaudar, por lo menos, otro billón de pesos para sustituir la línea de financiación. Asimismo, hay recursos de cooperación internacional o de fondos que quieren ayudar a subsidiar tasas. Si logramos plata de presupuesto, bonos y algunos recursos de cooperación, creo que podemos disminuir algunas de las líneas de crédito.
¿Cómo llega a la dirección el Icetex?
Yo ya estaba trabajando en el sector privado, llevaba un mes, iba a retomar mis clases en la Universidad del Rosario y estaba llamando a la U. Javeriana, donde era profesor, además del CESA. Iba a arrancar otra vida distinta en la educación y en el emprendimiento. Pero recibí una llamada sorpresiva al ministro Alejandro Gaviria, a quién le agradezco mucho que me haya invitado a trabajar. Y también al presidente Gustavo Petro. Ellos fueron conscientes de los tres intentos de reforma que tratamos de hacer al Icetex. El ministro también conoció mis posturas frente a la entidad. A ambos les agradezco. No estaba en mis planes. Y aunque me dio mucha vergüenza con quien estaba trabajando, era algo que tenía que hacer; este es un reto.
¿Cómo acercar la entidad a los estudiantes y que vean en el Icetex un apoyo para poder estudiar?
Con tres elementos. Lo primero y lo más necesario es el contacto cercano en cada uno de los puntos de atención del Icetex. En las 40 ciudades, ese talento humano tiene que acercarse y entender que cada joven y familia llega con una maleta cargada de sueños a la que hay que responder y explicarle de manera sencilla y eficiente cada una de las líneas de crédito. El segundo punto es todo lo que tiene que ver con quejas y reclamos. Hay que agilizar todas esas respuestas. La entidad ha mejorado sus indicadores, pero aquí no todo puede ser por tutela como en el sector de salud. Tenemos que disminuir ese grupo de personas inconformes. Y, en tercer lugar, sin duda, están las líneas de financiación, que hay que simplificar, hay que volverlas más eficientes y menos costosas.
Hay una cifra que me parece importante y relevante explicar. De esos 953 mil usuarios activos, que aproximadamente tiene el Icetex este año, 398 mil son usuarios de créditos reembolsables, es decir, que esos tienen que pagar, de alguna manera, el valor. Ahí es cuando entramos a funcionar con las tasas más justas y con los fondos. Pero, 533 mil tienen créditos condonables totales o parciales a través de fondos de administración; eso hay que comunicarlo. Eso quiere decir que un porcentaje de ellos no tienen que pagar esos intereses.
Otra cifra que a mí me parece muy importante es que del total de los deudores del Icetex, el 92% son estratos 1, 2 y 3; de ese 92%, el 72% son estratos 1 y 2; y de ese 72%, el 58% son mujeres y el 42% son hombres. Y de ese grupo, muchos son condonables, es decir, no pagan casi nada a capital ni de intereses. Eso hay que saberlo explicar a la gente porque pueden perder oportunidades maravillosas. Hay que mandar un mensaje a la población vulnerable, especialmente, donde se explique que hay líneas de crédito, en las que, si cumplen con el requisito de terminar la carrera, no van a tener que pagar nada. Si no la terminan, ahí viene el problema porque sí tienen que pagar. Sin embargo, cuando esos casos aparezcan, hay que llamar al estudiante y preguntarle qué pasó, y entender esas situaciones. Tenemos que crear una ruta de atención robusta de aquellos casos para disminuir la deserción.
¿Cómo van a planear la condonación de las deudas? ¿Qué requisitos deben tener esas personas?
Si a usted le dan un crédito en el Icetex, el día uno le dicen que si termina sus estudios esta línea promete la condonación del 100 % de capital y de intereses. Yo, entonces, tengo que cumplir. Pero hay unos atrasos en ese cumplimiento: hay gente que está esperando esa condonación porque se graduó y no se les ha cumplido. En segundo lugar, están los créditos siniestrados. Me refiero a aquellos estudiantes que no pudieron continuar, por ejemplo, Ser Pilo Paga. Es gente que se retiró a la mitad de la carrera y que hoy está reportada en las centrales de riesgo, y por eso tienen una barrera para la formalización. A ellos hay que contactarlos para que terminen. El primer objetivo del Icetex debe ser que la gente termine de estudiar. Si terminan, pueden pagar. El segundo grupo está compuesto por personas a las que hay que buscarles una solución: a los que no terminan de estudiar hay que solucionarles su problema, porque los estamos sacando de la formalización.
De hecho, hay un compromiso en los primeros 100 días de gobierno. ¿Cuál es? La entidad había asumido un mensaje del Gobierno anterior relacionado con más de 4 mil créditos. Eso no se hizo y es una obligación del Estado. El presidente Petro es sumamente respetuoso con las obligaciones que el Estado asume con la gente y más con los estudiantes. Pero, además, él prometió 4.500 más en los primeros 100 días. Es decir, vamos a cumplir con las condonaciones de créditos tanto en ese período como en los cuatro años. El cómo y el cuándo lo iremos anunciando. Pero estoy trabajando para cumplir con 9 mil condonaciones de esos créditos.
¿Cómo va a seguir fomentando el pago?
Lo primero que hay que decirle a un estudiante es que, al tener un buen comportamiento de pago, es socialmente responsable con su país. Ese dinero es para financiar a los que vienen detrás de él. Hay otros estudiantes que quieren, pero no pueden porque hay unas líneas de crédito cuya cuota supera el ingreso del estudiante. Tenemos casos en los que el 80% de su ingreso se va en la cuota. Por eso, tenemos que fortalecer la línea de contingente del ingreso. Es el mecanismo que se estructuró por una Ley de la República que se refiere a que ese valor del crédito no puede superar el 30% del salario del joven. Entre más crezca laboralmente ese estudiante, debe reportar a la entidad la mejoría de su salario. Así aumenta el valor de la cuota y va pagando más rápido su crédito. El estudiante que no avise que le subieron el salario, termina pagando durante más años y paga más intereses.
Hablemos de Ser Pilo Paga. Ese programa se convirtió en una deuda para unos 4 mil estudiantes. ¿Qué estrategia han pensado para esos pilos con problemas?
Ser Pilo Paga consistía en que el estudiante que terminara su carrera no tenía que pagar nada. Muchos jóvenes, por cuestiones de la vida, no pudieron continuar y se retiraron. Apenas se retiraron, como el compromiso era terminar, el Icetex les dijo que debían pagar. En ese caso debemos entrar a mirar el proceso de solución para esos deudores, porque ya es cartera castigada. A ellos hay que solucionarles eso. Yo tengo el compromiso y la instrucción del Ministro de Educación y del Presidente de analizar esa situación para ayudarles. Por otro lado, están los que quisieron continuar. A ellos los financiamos. Es decir, algunos que llegaron hasta séptimo semestre y el Icetex les dijo que sacaran un crédito a una tasa preferencial por los tres semestres que les hacía falta. Así les queda esa última deuda y no la de toda la carrera.
Entonces, a los jóvenes de Ser Pilo Paga que aún están estudiando se les va a responder. Ellos pueden estar tranquilos: se les termina de pagar si se gradúan. Es un compromiso estatal. A los que están rezagados, los vamos a continuar apoyando. Y a los que desertaron y no se pueden vincular nuevamente, les vamos a presentar una solución en un tiempo prudente. Lo que les pido a todos los colombianos y a sus familias es paciencia. Esos procesos toman tiempo.
En algún momento dijo que quería llevar créditos a ciudades pequeñas o intermedias. ¿Cómo lo va a lograr?
Primero, tenemos que ir con unas “ferias” a las ciudades más alejadas del territorio nacional, donde los estudiantes y las familias tengan un acercamiento con la entidad para que conozcan las líneas sencillas de crédito y puedan empezar a estudiar. Como en esos territorios hay deudores con problemas, entonces, de una vez, hay que ayudarles a solucionar su situación. Con eso vamos a cumplir con una de las promesas del presidente: aumentar la participación de los territorios más alejados. En segundo lugar, otro compromiso que asumí es aumentar el número de jóvenes que estudian posgrado, ya sea en Colombia o en el exterior. Ahí también nos toca sacar una oferta de créditos para aumentar el número de créditos.
En tercer lugar, hay que incrementar el número de becas gratuitas. El Icetex tiene convenios con diferentes países amigos. Hay gobiernos que nos han dicho que pueden dar 1.500, pero que nosotros solo tomamos 12 o 13. Entonces, tengo que mejorar la comunicación en todos los territorios. Además, quiero crear un fondo para la financiación de los costos de lo que implica irse a estudiar porque muchos jóvenes detectan becas en el exterior, pero no tienen el dinero para el sostenimiento. La idea es darles garantías para que les puedan entregar ese crédito y de esa manera pueda asumirlo. Cuando regrese, se lo condonamos, parcialmente. Me toca ir a pedir plata a todo el mundo para crear ese fondo.
Antes se manejaba un modelo en el que los estudiantes comenzaban a pagar su deuda una vez finalizaban su carrera, lo que dio paso a la capitalización de intereses. Ahora, buscan que esa deuda se pueda ir pagando mientras realiza sus estudios. ¿Cómo lo busca conseguir la entidad?
Es algo en lo que hay que trabajar que tiene que ver con la capitalización de intereses de la sentencia de la Corte. El artículo 121 del Estatuto Financiero permite la capitalización de intereses de créditos a largo plazo, no solamente del Icetex sino de todo el sector financiero. Y no solamente para educación. Lo que dijo la Corte es, primero, que es exequible: se puede hacer. Ahora, lo que hay que hacer y dice la Corte al Gobierno, es que debe reglamentar bien. Estoy de acuerdo. Esa conversación había que abrirla porque es injusto. Hasta ahora esa es la fórmula que se permite para tener créditos a largo plazo. El Icetex tiene que dejar de usar esa fórmula. Hay que buscar una arquitectura financiera para poder garantizar líneas que no utilicen ese mecanismo. Ese es otro de los compromisos: evitar el uso de ese mecanismo a toda costa de los créditos del Icetex, porque la capitalización de intereses para créditos educativos es injusta. No puede ocurrir para créditos de educación. La educación no es un lujo.