El problema no es solo plata: 42 % de los universitarios deserta

Un informe del Banco Mundial concluyó que Colombia es el segundo país en A. Latina con mayor tasa de deserción en educación superior, pero el que ofrece al graduado el mejor retorno de esta inversión.

Paula Andrea Casas Mogollón
07 de diciembre de 2018 - 02:00 a. m.
Estudiantes se reunieron ayer en la Plaza de Bolívar para exigir recursos para las universidades públicas. El paro completa 58 días.  / El Espectador
Estudiantes se reunieron ayer en la Plaza de Bolívar para exigir recursos para las universidades públicas. El paro completa 58 días. / El Espectador
Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
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Una nueva jornada de movilización por el presupuesto de las universidades públicas se realizó ayer en el país. Los estudiantes, que adelantan una mesa de negociación con el Gobierno, aseguran que han logrado grandes avances, pero que la base presupuestal sigue siendo un dolor de cabeza. Por lo que exigen el 40 % del recaudo de la pasada reforma tributaria. (Lea: Colombia es el segundo país de la región con mayor tasa de deserción universitaria ¿cómo reducirla?)

Desde un comienzo ambos movimientos, la Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (Unees) y la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (Acrees) han asegurado que se necesitan mínimo 3,2 billones de pesos para poder tener una educación superior pública y de calidad.

Sin embargo, en medio de la difusión mediática por la crisis de financiamiento de las instituciones públicas ha quedado opacado otro gran problema: el de la deserción universitaria, situación que no va a tener una pronta solución mientras no se plantee una mejora en la calidad de la educación básica y media, y se adopten estrategias inteligentes para combatirla. Sin un cambio profundo en este sentido, una cantidad enorme de los recursos que se inviertan en el acceso a la educación superior podrían desperdiciarse.

Según un informe de noviembre del Banco Mundial, Colombia es el segundo país en América Latina con mayor tasa de deserción universitaria. En el país, la cobertura de educación superior ronda el 52 % de jóvenes entre 17 y 24 años. Se estima que el 42 % de los que ingresan a planteles educativos termina desertando en los primeros años. El problema es tan delicado que en Colombia el Ministerio de Educación montó un sistema de monitoreo semestral, como parte de la estrategia contra la deserción. La tasa semestral, en promedio, está entre el 12 y 13 %. Unas cifras sin duda alarmantes.

Para el analista en educación superior, Carlos Mario Lopera, los factores académicos, económicos, sociales y emocionales influyen en el aumento del índice. Añadió que “las mayores deserciones se dan en primero y segundo semestre. Puede ser porque los estudiantes se decepcionan de la carrera o porque económicamente no pueden seguir”. Con base en estas características, varias instituciones se han visto en la obligación de replantear sus estrategias. (Puede leer: ¿Qué piensan los líderes de la educación superior sobre las marchas en Colombia?)

La Universidad de El Bosque es una de las instituciones que ha logrado reducir su índice de deserción. Desde hace un tiempo viene trabajando en un modelo estudiantil que combina el ingreso y la adaptación a la etapa universitaria, con el acompañamiento académico, durante la carrera. Además, tiene un componente para la vida laboral, en el cual les hacen un acompañamiento para brindarles herramientas de apoyo.

Otros planteles privados y públicos han implementado diversas tácticas, como el subsidio de transporte o alimentación, el acompañamiento psicosocial, y el apoyo con cursos adicionales o tutorías. A pesar de las soluciones que se han establecido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que la crisis de la educación no va a cesar hasta que no se piense en un sistema integral desde la primera infancia hasta la educación superior.

Esta organización concluye que se debe entender que el sistema escolar es continuo y que la financiación debe corresponder a las necesidades en todos los niveles. De no ser así, el presupuesto que se le invierta a la educación superior va a perpetuar el problema de deserción. Esto se debe a que, en la actualidad, la mayoría de universidades se ven en la obligación de hacer cursos de nivelación con los estudiantes por falencias en conocimientos que, se supondría, debieron adquirir en el colegio.

Problemas de financiación

El informe del Banco Mundial también muestra que la educación superior en Colombia es una de las más costosas en América Latina, después de México y Chile. Ante el difícil acceso a las matrículas, el Icetex surgió, hace unos años, como la alternativa para estudiar. Por las tasas de interés altas que cobra, los estudiantes también le piden al Gobierno que sus créditos sean condonables y que ese dinero se entregue a las universidades públicas. (Lea también: ¿Por qué marchan los estudiantes? Aquí las claves para entenderlo)

Sin embargo, Colombia también es el país que ofrece al graduado el mejor retorno de la inversión que hace en los estudios universitarios. “Este dato se obtuvo a través de un recurso analítico, denominado regresión de Mincer, que muestra cómo la educación superior incompleta genera 40 % de retorno de inversión al graduado, en comparación con no estudiar. Mientras que completar la educación universitaria le genera al profesional en Colombia hasta 140 % de retorno de la inversión, comparado con otro nivel educativo”, aclaró Gabriel Contreras, gerente de la firma de consultoría Sinnetic.

Por Paula Andrea Casas Mogollón

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