Estudiantes protestan en la Universidad Nacional por Ser Pilo Paga
Finalizó el Encuentro Nacional de Estudiantes, que convocó a 2000 estudiantes de 70 universidades del país alrededor de los problemas de las universidades públicas. Su gran queja es el programa Ser Pilo Paga, que de ser aprobado como política estatal, desataría un Paro Nacional Estudiantil.
Redacción VIVIR
Finalizó el Encuentro Nacional de Estudiantes, que se realizó en la sede Bogotá de la Universidad Nacional los días 17, 18 y 19 de marzo. Unas 1.500 estudiantes de universidad públicas y privadas se reunieron alrededor de los temas de siempre: autonomía universitaria, bienestar universitario, gratuidad en educación. Unos 2000 estudiantes de 70 universidades acamparon durante tres días en el campus. En octubre del año pasado, las universidades públicas salieron a marchar en Bogotá y Medellín por el programa Ser Pilo Paga.
¿La diferencia de esta reunión con la de octubre? Los estudiantes por fin pudieron decidir qué querían hacer, después de 5 años de tire y afloje entre las organizaciones estudiantiles. Según el comunicado del Encuentro, la discusión giró alrededor de la política bandera de los últimos dos años en el Ministerio de Educación: Ser Pilo Paga.
Después de dos años de Ser Pilo Paga, ya va para la segunda generación de graduandos. La gran crítica al programa es que con el presupuesto que se invierte en este programa (y que asciende a los 3.5 billones de pesos), se podría pagar la matrícula de 450.000 estudiantes en instituciones públicas y no privadas, que son las más acudidas por los estudiantes adscritos al programa.
Ser Pilo Paga recibe recursos por $498.000 millones y a la fecha ha beneficiado a 40.000 estudiantes de bajos recursos. De acuerdo con el Director de Planeación Nacional, Luis Fernando Mejía, antes de la implementación del programa 1 de cada 3 ‘pilos’ de estratos 1, 2 y 3 podían acceder a universidades. Después, 2 de cada 3 pilos se volvieron universitarios. Pero otros difieren.
Amalfi Bocanegra, representante estudiantil ante el Consejo Superior de la Universidad Pedagógica, dijo a El Espectador que ese programa no cierra la brecha. De ese presupuesto las universidades públicas recibieron poco más de 17.000 millones. Lo que temen los estudiantes es que ese mecanismo de financiación ser convierta en una política de Estado, a la cual se le dé continuidad en el siguiente Gobierno, y que el dinero de este programa se vaya a financiar 40.000 cupos que quieren abrir con ‘Ser Pilo Paga’, la mayoría en universidades privadas, y no a entregar 480.000 cupos en universidades públicas –como exigieron los marchantes en octubre y como exigen los jovenes del Encuentro Nacional–. A 2017, el programa Ser Pilo Paga cubre a cerca de 21.700 estudiantes.
Sergio De Zubiría escribió así en la revista Semana: “Es incomprensible que, teniendo universidades oficiales de tan alta calidad, hayamos creado un programa para transferir significativos recursos hacia las principales universidades privadas del país. También lo es que, de los recursos del CREE que se destinaban el 100% a las universidades oficiales hasta el año 2015, para el año 2017, el 66% de estos recursos se esté transfiriendo al Icetex y al programa Ser Pilo. Quien conozca esto puede concluir que, contrario a lo que afirman sus defensores, el programa bandera de la actual administración, claramente, está desfinanciando la educación pública”.
De acuerdo con Andrés Felipe Salazar, representante estudiantil de la Universidad Nacional, dice que el Encuentro dice que se traslade el recurso a las universidades públicas sin afectación a los Pilos para que se gradúen de los programas que eligieron, si SPP se transforma en una especie de crédito condonable para que sea un programa de becas.
De acuerdo con el comunicado del Encuentro, y según lo dicho por Salazar a El Espectador, los estudiantes convocarían a un Paro Nacional Estudiantil en septiembre si pasan dos cosas: si Ser Pilo Paga se convierte en política de estado (pues ya está en segundo debate en la Cámara de Representantes, faltan otros dos), y si pasa el proyecto de ley sobre financiación contingente, que en resumidas cuentas, busca que los egresados retornen al Estado el dinero que este les prestaría para sus estudios, a través del Icetex, con base en los ingresos que reciban como profesionales.
En su comunicado, los estudiantes recordaron la grave situación financiera de la Universidad Autónoma del Caribe, el déficit fiscal de las universidades públicas que suman 500.000 millones de pesos y la propuesta del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, para que entrara la policía a apagar las protestas en la Universidad Pédagógica.
En protesta, convocaron a un cese de actividades para el 24 y 25 de abril.
Finalizó el Encuentro Nacional de Estudiantes, que se realizó en la sede Bogotá de la Universidad Nacional los días 17, 18 y 19 de marzo. Unas 1.500 estudiantes de universidad públicas y privadas se reunieron alrededor de los temas de siempre: autonomía universitaria, bienestar universitario, gratuidad en educación. Unos 2000 estudiantes de 70 universidades acamparon durante tres días en el campus. En octubre del año pasado, las universidades públicas salieron a marchar en Bogotá y Medellín por el programa Ser Pilo Paga.
¿La diferencia de esta reunión con la de octubre? Los estudiantes por fin pudieron decidir qué querían hacer, después de 5 años de tire y afloje entre las organizaciones estudiantiles. Según el comunicado del Encuentro, la discusión giró alrededor de la política bandera de los últimos dos años en el Ministerio de Educación: Ser Pilo Paga.
Después de dos años de Ser Pilo Paga, ya va para la segunda generación de graduandos. La gran crítica al programa es que con el presupuesto que se invierte en este programa (y que asciende a los 3.5 billones de pesos), se podría pagar la matrícula de 450.000 estudiantes en instituciones públicas y no privadas, que son las más acudidas por los estudiantes adscritos al programa.
Ser Pilo Paga recibe recursos por $498.000 millones y a la fecha ha beneficiado a 40.000 estudiantes de bajos recursos. De acuerdo con el Director de Planeación Nacional, Luis Fernando Mejía, antes de la implementación del programa 1 de cada 3 ‘pilos’ de estratos 1, 2 y 3 podían acceder a universidades. Después, 2 de cada 3 pilos se volvieron universitarios. Pero otros difieren.
Amalfi Bocanegra, representante estudiantil ante el Consejo Superior de la Universidad Pedagógica, dijo a El Espectador que ese programa no cierra la brecha. De ese presupuesto las universidades públicas recibieron poco más de 17.000 millones. Lo que temen los estudiantes es que ese mecanismo de financiación ser convierta en una política de Estado, a la cual se le dé continuidad en el siguiente Gobierno, y que el dinero de este programa se vaya a financiar 40.000 cupos que quieren abrir con ‘Ser Pilo Paga’, la mayoría en universidades privadas, y no a entregar 480.000 cupos en universidades públicas –como exigieron los marchantes en octubre y como exigen los jovenes del Encuentro Nacional–. A 2017, el programa Ser Pilo Paga cubre a cerca de 21.700 estudiantes.
Sergio De Zubiría escribió así en la revista Semana: “Es incomprensible que, teniendo universidades oficiales de tan alta calidad, hayamos creado un programa para transferir significativos recursos hacia las principales universidades privadas del país. También lo es que, de los recursos del CREE que se destinaban el 100% a las universidades oficiales hasta el año 2015, para el año 2017, el 66% de estos recursos se esté transfiriendo al Icetex y al programa Ser Pilo. Quien conozca esto puede concluir que, contrario a lo que afirman sus defensores, el programa bandera de la actual administración, claramente, está desfinanciando la educación pública”.
De acuerdo con Andrés Felipe Salazar, representante estudiantil de la Universidad Nacional, dice que el Encuentro dice que se traslade el recurso a las universidades públicas sin afectación a los Pilos para que se gradúen de los programas que eligieron, si SPP se transforma en una especie de crédito condonable para que sea un programa de becas.
De acuerdo con el comunicado del Encuentro, y según lo dicho por Salazar a El Espectador, los estudiantes convocarían a un Paro Nacional Estudiantil en septiembre si pasan dos cosas: si Ser Pilo Paga se convierte en política de estado (pues ya está en segundo debate en la Cámara de Representantes, faltan otros dos), y si pasa el proyecto de ley sobre financiación contingente, que en resumidas cuentas, busca que los egresados retornen al Estado el dinero que este les prestaría para sus estudios, a través del Icetex, con base en los ingresos que reciban como profesionales.
En su comunicado, los estudiantes recordaron la grave situación financiera de la Universidad Autónoma del Caribe, el déficit fiscal de las universidades públicas que suman 500.000 millones de pesos y la propuesta del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, para que entrara la policía a apagar las protestas en la Universidad Pédagógica.
En protesta, convocaron a un cese de actividades para el 24 y 25 de abril.