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¿Cuáles son los mejores maestros? Los que logran un aprendizaje efectivo en sus estudiantes

La evaluación docente fue uno de los temas que generó una gran discusión en el sector educativo el primer semestre de este año. ¿Cómo se puede fortalecer?

Luz Karime Abadía*
10 de julio de 2024 - 08:32 p. m.
En Colombia es necesario fortalecer la evaluación docente, con medidas de valor agregado, como requisito para impulsar la calidad educativa.
En Colombia es necesario fortalecer la evaluación docente, con medidas de valor agregado, como requisito para impulsar la calidad educativa.
Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos Zuluaga

Suponga un colegio con dos cursos de quinto grado de primaria: el grupo 1 a cargo de la maestra A y el grupo 2 a cargo de la maestra B. Al final del año escolar, a todos los estudiantes se les aplica una prueba estandarizada y se encuentra que los estudiantes del grupo 1 obtuvieron en promedio mejor desempeño académico que sus pares del grupo 2. ¿Se puede afirmar que la maestra A es más efectiva o mejor en el desarrollo de su labor que la B?

La respuesta es no, porque es posible que los estudiantes del grupo 2 tengan condiciones socioeconómicas más desfavorables que hacen más difícil su aprendizaje, o que hayan iniciado el año escolar con rezagos en sus conocimientos. Quiere decir esto, entonces, que ¿no es posible medir la calidad de las y los maestros usando como medida el desempeño de sus estudiantes? La respuesta es que sí es posible, usando una medida adecuada como lo es el valor agregado.

El valor agregado es un indicador que mide el progreso en los aprendizajes de los estudiantes durante un periodo de tiempo, como por ejemplo, un año escolar. Esto permite evaluar cuánto ha contribuido un maestro(a) al aprendizaje de los estudiantes desde el punto de partida de estos. Para calcularlo, se debe tener información del desempeño académico de cada estudiante previo al inicio del año escolar y al final, de manera que se pueda calcular si el estudiante progresó o no en sus conocimientos y habilidades.

El modelo de valor agregado ajusta por factores externos como el nivel socioeconómico, el historial académico previo y otras características demográficas que pueden influir en el rendimiento estudiantil. Esto ayuda a aislar el efecto específico del maestro. Al tener en cuenta las condiciones iniciales de los estudiantes, es menos probable que los maestros que trabajan con poblaciones más desfavorecidas sean penalizados injustamente. Esta medida reconoce, además, que no todos los estudiantes van a alcanzar el mismo nivel de desempeño académico, pero sí que deben mejorar año a año.

Las medidas de valor agregado proporcionan a las y los maestros información detallada sobre las áreas donde sus estudiantes han mostrado progreso y aquellas donde hay margen para mejorar, permitiendo ajustes en las estrategias de enseñanza. Además, dan retroalimentación a los docentes sobre sus fortalezas y áreas que necesitan refuerzo, lo que les permite perfeccionar sus métodos de enseñanza y mejorar su eficacia en el aula. Adicionalmente, las medidas de valor agregado proveen información relevante para diseñar programas de capacitación y acompañamiento dirigido a aquellos maestros que más lo requieren, así como identificar las/los maestros con buenas prácticas pedagógicas que vale la pena visibilizar y promover.

En economía de la educación hay una serie de investigaciones que proporcionan evidencia sobre la importancia y el impacto de la evaluación docente. Algunas de ellas demuestran que las medidas de valor agregado son una herramienta útil para medir la efectividad de las/los maestros. Además, que las evaluaciones basadas en el rendimiento estudiantil pueden predecir la efectividad del maestro. La evidencia muestra que los estudiantes que han tenido maestros efectivos (aquellos que generan mayor valor agregado) no solo obtienen mejores aprendizajes, sino que además los efectos perduran en el tiempo, pues estos estudiantes tienen en promedio mejores salarios y mayor probabilidad de ingresar a la universidad.

En Colombia es necesario fortalecer la evaluación docente, con medidas de valor agregado, como requisito para impulsar la calidad educativa y usar los resultados de estas mediciones para guiar la implementación de políticas educativas y estrategias institucionales orientadas a mejorar el sistema educativo. Además, es clave usar los resultados para definir la retención, promoción y desarrollo profesional de las/los maestros, junto con un sistema de incentivos para aquellos maestros y colegios que muestren mayor progreso académico cada año. De esta forma, se puede instaurar una cultura de rendición de cuentas, asegurando que en cada región, sus docentes y colegios focalicen esfuerzos y alineen sus motivaciones a garantizar que los estándares educativos se mantengan elevados y se cumplan consistentemente.

*Decana, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas - Universidad Javeriana

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Por Luz Karime Abadía*

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Álamo(88990)10 de julio de 2024 - 10:07 p. m.
Se necesita más profundidad al hablar de la materia. Claro que es necesaria una evaluación, no sólo docente sino del sistema de la educación que tenemos, en el más amplio sentido. Entre otras, porque los "resultados" en el cacareado aprendizaje no son sólo cognitivos. O habrá qué ver si no sirve haber aprendido bastante en Derecho, como para tratar de engañar a la Corte o cambiar un "articulito". Ubérrimos ejemplos tenemos por estos lados. Ah, los resultados económicos familiares son notables.
Usuario(51538)10 de julio de 2024 - 09:08 p. m.
Mientras exista Fecode no habrá posibilidades de aplicar algún tipo de evaluación a los docentes del sector público, así se trate de una evaluación no punitiva, diagnóstica, formativa, con las variables que se estimen necesarias. Primero se apaga el infierno.
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