Fecode aprueba continuar con la construcción del nuevo modelo de salud de los docentes

A principios de octubre de 2023, Gustavo Petro anunció que suspendería la licitación para elegir a los operadores del sistema de salud de los maestros.

Foto: William Niampira

En las últimas semanas, el Ministerio de Salud y los docentes agremiados en Fecode (su sindicato más importante) están negociando la reforma del sistema de salud que atiende al magisterio. El último paso era una junta nacional, donde llegaron delegaciones de todas las regiones y en la que se buscaba que los maestros tomaran una decisión sobre cómo avanzar hacia ese modelo.

En la junta, de acuerdo con una publicación de Fecode, fue aprobado de forma unificada el proceso de construcción e implementación del modelo de salud propuesto al gobierno nacional. “Se respetará la ley 91 de 1989, el régimen especial y el acuerdo 005 de 2022″, añadió el sindicato.

Cabe recordar que la Ley 91 de 1989 da origen al modelo diferenciado de los maestros y el papel del FOMAG y de su consejo directivo (conformado hoy por cinco personas con voto, en donde el Gobierno tiene tres puestos y Fecode los dos restantes).

Fecode, además, señaló que seguirán trabajando en la articulación de varios elementos para ajustar el modelo con los aportes entregados por el Comité Ejecutivo y los sindicatos filiales. También, dijeron que “buscarán garantizar los esquemas de gobernanza”, es decir, en el modelo debe existir niveles de inspección, control y vigilancia desde los Comités Territoriales y Regionales de prestaciones sociales, así como de incidencia y decisión.

Asimismo, Fecode pretende “consolidar la articulación del Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo y la vinculación de la ADRES y de la Supersalud para inspección, control y vigilancia a la Fiduprevisora”. El siguiente paso es concertar un cronograma para garantizar que la implementación de este nuevo modelo se realice en los momentos indicados.

¿En qué consiste el nuevo modelo de salud de Fecode?

Lo primero que es importante conocer y para dimensionar que es lo que está en juego, basta conocer que el magisterio cuenta con 818.960 afiliados, de ellos, unos 401.114 son mayores de 50 años (48.9 %) y unos 113.789 (13.89%) son mayores de 69 años.

Su salud está a cargo de tres grandes actores: el Fomag, una gran bolsa de recursos que reúne los dineros de pensión, cesantías y cotizaciones de los docentes, pero que no administra esa plata. Para eso, contrata a la Fiduprevisora, una fiducia de la cual el Estado es socio mayoritario y responsable de abrir una licitación para contratar los servicios de salud con los operadores, que son el tercer protagonista.

Los operadores son en su mayoría uniones temporales de hospitales y clínicas que se agrupan para participar de la licitación, un proceso de contratación que se debe hacer cada cuatro o cinco años. Sin embargo, la última vez que se realizó fue hace seis.

La propuesta incluye varios cambios, como lo explicamos en esta nota, pero quizá el más importante tiene que ver con la eliminación, en la práctica, de los operadores. También se cambiaría la estructura que venía manejando el sistema.

Ahora sería una red nacional de servicios de salud, que tendría tres niveles: un componente de prestador primario, un nodo regional de servicios y centros de excelencia o altamente especializados para acceso nacional a cualquier maestro o beneficiario del magisterio.

También se busca que se abra un registro para que los maestros y maestras del magisterio puedan acceder a todas las IPS que se registren, tanto públicas como privadas. En este proceso, el pago deberá ser por medio de un tarifario y no por lo que contrate un prestador.

Otro de los ajustes es la entidad que va a articular este proceso. Se ha acordado que sea la Fiduprevisora y entrarían a jugar otros actores como la Adres (el “banco que maneja los recursos de la salud”) y la Superintendencia de Salud.

La Adres entraría a ser una figura de interventoría, que se encargaría de realizar el seguimiento a todos los pagos y a la contratación. Una auditoria adicional a la que se hace desde el propio modelo. La SuperSalud, por su parte, tendrá el papel de hacer el seguimiento de quejas, con el trabajo conjunto que se desarrollaría de las llamadas veedurías de salud, la red de veedores de salud que el magisterio tiene en todos los municipios y que garantizaría hacer un seguimiento de estas quejas.

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