Ignacio Mantilla renuncia al CSU de la Universidad Nacional por “asalto a la autonomía”
Ignacio Mantilla, exrepresentante de los exrectores de la Universidad Nacional de Colombia al Consejo Superior Universitario (CSU), publicó una carta donde denuncia un “asalto a la autonomía universitaria” tras la reciente designación de Leopoldo Múnera como rector.
El ahora exrepresentante de los exrectores de la Universidad Nacional de Colombia al Consejo Superior Universitario (CSU), Ignacio Mantilla, publicó una dura carta en la que relata los hechos que llevaron a la reciente designación de Leopoldo Múnera como rector de la institución y que, en su opinión, representan un “asalto a la autonomía universitaria”. “No considero posible que pueda yo defender la institución de los evidentes intereses políticos o evitar ya, después de este zarpazo a la autonomía, la toma del CSU que lleva a cabo el gobierno”, dice en un aparte, poco antes de anunciar que ha presentado su carta de renuncia.
Mantilla describe con su perspectiva todo lo que sucedió desde el 21 de marzo pasado, cundo el CSU de ese entonces se reunió para designar a José Ismael Peña como rector. “Tan pronto como se comunicó la decisión, el presidente Petro trinó rechazando esa elección y en las semanas siguientes tanto la ministra como las dos estudiantes delegadas del presidente ante el CSU, se negaron a aprobar el acta de la reunión pidiendo sucesivas correcciones para dilatar y evitar la posesión del rector elegido”, dice Mantilla. Se refiere a que, después de que Peña resultara designado, la ministra Aurora Vergara se negó a firmar el acta que dejaba en firme esa decisión porque consideraba que el documento no era lo suficientemente transparente.
En entrevista con este periódico, Vergara defendió entonces que estaba exigiendo que se publicara un acta en el que se identificara con nombres y con detalle las personas y argumentos que se escucharon en esa sesión del CSU que designó a Peña, incluyendo la discusión sobre la metodología de votación, que ha sido objeto de gran debate. Vergara incluso interpuso acciones de tutela para que se conociera la grabación en video de dicha sesión. Sin embargo, para Mantilla “fue evidente que la estrategia de las supuestas correcciones al acta no eran más que una acción dilatoria”, escribe en su carta de renuncia.
Puede ver: Múnera: “No veo las razones para decir que se violó la autonomía universitaria”
En ese escenario de bloqueo, el profesor Peña decidió posesionarse como rector en una notaría, lo que despertó cuestionamientos sobre su legalidad y legitimidad. Respecto a eso, Mantilla rehúsa hacer comentarios en su carta. Lo que sí cuenta con detalle fue cómo durante las siguientes semanas a esa posesión en notaría, el CSU tuvo varios cambios en su conformación. A finales de abril, el representante del Consejo de Educación Superior (CSU), Humberto Rosanía, terminó su período y en su reemplazo llegó el exrector Víctor Moncayo, con quien Mantilla se había disputado la representación al CSU de los exrectores. Además, a finales de abril se llevó a cabo la elección de la nueva representante estudiantil.
“Mi preocupación por la forma como se venían dando las cosas en la Universidad desde cuando el CSU eligió al profesor Ismael Peña como rector ha quedado reafirmada en la sesión extraordinaria llevada a cabo el día 6 de junio”, continúa Mantilla. Critica que dicha sesión se haya citado por correo electrónico el 5 de junio y después de las 6:00 p.m. Y señala que participó de ella a pesar de que estaba seguro de que el “el verdadero propósito” era designar un nuevo rector.
En esa sesión del 6 de junio sucedió todo lo que los colombianos han presenciado en las últimas horas. El Ministerio de Educación defendió y logró aprobar una resolución que dejaba sin efecto la designación de Peña como rector. Según dice Mantilla en su carta, dicha resolución no fue dada a conocer con antelación en el CSU y, dice, fue preparada por el exrector Moncaya. Mantilla cuenta que el argumento con que se defendió ese documento se basó principalmente en unas supuestas irregularidades derivadas de la sesión del 21 de marzo. “Tuve la oportunidad de calificar como lamentable la presentación en la que el consejero actuó como si fuese asesor jurídico del CSU y me abstuve de aprobar con mi voto”, escribe.
Puede ver: “Si el Consejo de Estado dice que mi nombramiento es ilegal, yo me retiro”, Múnera
Mantilla defiende que solo un juez o el Consejo de Estado podía ordenar que el CSU repitiera la votación para designar rector. Y recuerda que entidades como la Procuraduría no habían advertido vicios de ilegalidad en esa designación y que incluso ya una tutela había sido fallada a favor de los derechos de Peña.
“Aprovechando la nueva conformación del CSU la decisión adoptada por la mayoría fue votar para elegir un rector entre los 5 candidatos que habían sido considerados el 21 de marzo, cuando tres de los consejeros no estuvieron presentes, dos de ellos por no ser consejeros del CSU en ese entonces, y el viceministro que no fue delegado por la ministra para asistir, como es lógico y costumbre en la designación del rector”, relata finalmente Mantilla. Fue esa decisión la que llevaría a la designación Leopoldo Múnera como rector.
Mantilla dice que se abstuvo en esa votación, al igual que lo hicieron Diego Torres, representante de los profesores, y Verónica Botero, representante del Consejo Académico. Termina su carta con una serie de señalamientos. En su opinión, el Consejo Superior perdió su naturaleza académica y terminó convertido “en una arena de controversias jurídicas contaminadas por las tensiones y los intereses políticos nacionales, que han contribuido a aumentar la pugnacidad y avivar la polarización interna”. Mantilla dice que no vislumbra un giro posible para “recuperar a corto plazo la reputación académica de la institución” y señala a Múnera de “anteponer su interés personal de la mano y con el apoyo del gobierno, sobre el interés colectivo”.
Puede ver: Fecode rechaza la ley estatutaria de educación: “Se desvirtúa la esencia del derecho”
Finalmente, Mantilla califica todo lo sucedido de “un zarpazo a la autonomía universitaria” y anuncia que ha sido víctima de injurias, improperios, descalificaciones y calumnias “que han causado daño moral a mi familia y han acabado con la tranquilidad que antes disfrutaba”. De esta manera, concluye con su renuncia al CSU.
👩🏫📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre educación? Te invitamos a verlas en El Espectador. ✏📚
El ahora exrepresentante de los exrectores de la Universidad Nacional de Colombia al Consejo Superior Universitario (CSU), Ignacio Mantilla, publicó una dura carta en la que relata los hechos que llevaron a la reciente designación de Leopoldo Múnera como rector de la institución y que, en su opinión, representan un “asalto a la autonomía universitaria”. “No considero posible que pueda yo defender la institución de los evidentes intereses políticos o evitar ya, después de este zarpazo a la autonomía, la toma del CSU que lleva a cabo el gobierno”, dice en un aparte, poco antes de anunciar que ha presentado su carta de renuncia.
Mantilla describe con su perspectiva todo lo que sucedió desde el 21 de marzo pasado, cundo el CSU de ese entonces se reunió para designar a José Ismael Peña como rector. “Tan pronto como se comunicó la decisión, el presidente Petro trinó rechazando esa elección y en las semanas siguientes tanto la ministra como las dos estudiantes delegadas del presidente ante el CSU, se negaron a aprobar el acta de la reunión pidiendo sucesivas correcciones para dilatar y evitar la posesión del rector elegido”, dice Mantilla. Se refiere a que, después de que Peña resultara designado, la ministra Aurora Vergara se negó a firmar el acta que dejaba en firme esa decisión porque consideraba que el documento no era lo suficientemente transparente.
En entrevista con este periódico, Vergara defendió entonces que estaba exigiendo que se publicara un acta en el que se identificara con nombres y con detalle las personas y argumentos que se escucharon en esa sesión del CSU que designó a Peña, incluyendo la discusión sobre la metodología de votación, que ha sido objeto de gran debate. Vergara incluso interpuso acciones de tutela para que se conociera la grabación en video de dicha sesión. Sin embargo, para Mantilla “fue evidente que la estrategia de las supuestas correcciones al acta no eran más que una acción dilatoria”, escribe en su carta de renuncia.
Puede ver: Múnera: “No veo las razones para decir que se violó la autonomía universitaria”
En ese escenario de bloqueo, el profesor Peña decidió posesionarse como rector en una notaría, lo que despertó cuestionamientos sobre su legalidad y legitimidad. Respecto a eso, Mantilla rehúsa hacer comentarios en su carta. Lo que sí cuenta con detalle fue cómo durante las siguientes semanas a esa posesión en notaría, el CSU tuvo varios cambios en su conformación. A finales de abril, el representante del Consejo de Educación Superior (CSU), Humberto Rosanía, terminó su período y en su reemplazo llegó el exrector Víctor Moncayo, con quien Mantilla se había disputado la representación al CSU de los exrectores. Además, a finales de abril se llevó a cabo la elección de la nueva representante estudiantil.
“Mi preocupación por la forma como se venían dando las cosas en la Universidad desde cuando el CSU eligió al profesor Ismael Peña como rector ha quedado reafirmada en la sesión extraordinaria llevada a cabo el día 6 de junio”, continúa Mantilla. Critica que dicha sesión se haya citado por correo electrónico el 5 de junio y después de las 6:00 p.m. Y señala que participó de ella a pesar de que estaba seguro de que el “el verdadero propósito” era designar un nuevo rector.
En esa sesión del 6 de junio sucedió todo lo que los colombianos han presenciado en las últimas horas. El Ministerio de Educación defendió y logró aprobar una resolución que dejaba sin efecto la designación de Peña como rector. Según dice Mantilla en su carta, dicha resolución no fue dada a conocer con antelación en el CSU y, dice, fue preparada por el exrector Moncaya. Mantilla cuenta que el argumento con que se defendió ese documento se basó principalmente en unas supuestas irregularidades derivadas de la sesión del 21 de marzo. “Tuve la oportunidad de calificar como lamentable la presentación en la que el consejero actuó como si fuese asesor jurídico del CSU y me abstuve de aprobar con mi voto”, escribe.
Puede ver: “Si el Consejo de Estado dice que mi nombramiento es ilegal, yo me retiro”, Múnera
Mantilla defiende que solo un juez o el Consejo de Estado podía ordenar que el CSU repitiera la votación para designar rector. Y recuerda que entidades como la Procuraduría no habían advertido vicios de ilegalidad en esa designación y que incluso ya una tutela había sido fallada a favor de los derechos de Peña.
“Aprovechando la nueva conformación del CSU la decisión adoptada por la mayoría fue votar para elegir un rector entre los 5 candidatos que habían sido considerados el 21 de marzo, cuando tres de los consejeros no estuvieron presentes, dos de ellos por no ser consejeros del CSU en ese entonces, y el viceministro que no fue delegado por la ministra para asistir, como es lógico y costumbre en la designación del rector”, relata finalmente Mantilla. Fue esa decisión la que llevaría a la designación Leopoldo Múnera como rector.
Mantilla dice que se abstuvo en esa votación, al igual que lo hicieron Diego Torres, representante de los profesores, y Verónica Botero, representante del Consejo Académico. Termina su carta con una serie de señalamientos. En su opinión, el Consejo Superior perdió su naturaleza académica y terminó convertido “en una arena de controversias jurídicas contaminadas por las tensiones y los intereses políticos nacionales, que han contribuido a aumentar la pugnacidad y avivar la polarización interna”. Mantilla dice que no vislumbra un giro posible para “recuperar a corto plazo la reputación académica de la institución” y señala a Múnera de “anteponer su interés personal de la mano y con el apoyo del gobierno, sobre el interés colectivo”.
Puede ver: Fecode rechaza la ley estatutaria de educación: “Se desvirtúa la esencia del derecho”
Finalmente, Mantilla califica todo lo sucedido de “un zarpazo a la autonomía universitaria” y anuncia que ha sido víctima de injurias, improperios, descalificaciones y calumnias “que han causado daño moral a mi familia y han acabado con la tranquilidad que antes disfrutaba”. De esta manera, concluye con su renuncia al CSU.
👩🏫📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre educación? Te invitamos a verlas en El Espectador. ✏📚