José Luis Villaveces: un hombre del Renacimiento
El 16 de enero falleció el reconocido químico colombiano, recordado por haber sido subdirector de Colciencias en dos ocasiones, secretario de Educación de Bogotá y director del Observatorio de Ciencia y Tecnología.
Juan Miguel Hernández / @JuanMiguel94
José Luis Villaveces Cardoso era un hombre del Renacimiento: químico de profesión, culto en literatura y filosofía, aficionado a la pintura, conocedor profundo de la música clásica y gran maestro. Así lo define el profesor Clemente Forero, uno de sus mejores amigos. Villaveces falleció el pasado 16 de enero en Bogotá, a sus 73 años. Nació en Bogotá el 14 de septiembre de 1945. (Lea: Falleció José Luis Villaveces, ex director del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología)
“Durante mucho tiempo salimos con José Luis a montar en bicicleta por las sabanas de Bogotá. Hablábamos de música y de ciencia. Él y su esposa, Magola Delgado, tenían una cultura muy amplia. Su biblioteca era monumental, con muchos libros de diversos temas: biología, física y anatomía, en la sección de ciencia; novelas, cuentos y poesía, en la de literatura”, recuerda con nostalgia Forero. Y añade: “José Luis era un melómano. En los últimos años, él y Magola desarrollaron una afición especial por la ópera. No había ópera que se presentara en los teatros o en los cines de Bogotá a la que no asistieran”.
Uno de los compositores favoritos de Villaveces era Tchaikovsky. Además de El lago de los cisnes, El Cascanueces o El vals de las flores, le encantaba leer los escritos sobre la creación artística del compositor ruso. “Discutimos mucho la teoría de Tchaikovsky y esa visión del arte la aplicamos a la ciencia. Se convirtió en uno de nuestros referentes durante la época en que trabajamos en Colciencias: 1990 a 1994”. Allí, Villaveces jugó un papel definitivo en la construcción de la primera red pública de internet en Colombia. (Acá: Colciencias cumple 50 años)
En ese momento, Forero era el director de la entidad y Villaveces el subdirector de programas científicos. A grandes rasgos, la idea que le presentaron al país consistía en que la investigación, la ciencia y la tecnología eran claves para el desarrollo social y económico de Colombia. Los dos amigos compartían una profunda convicción: “Para que nuestro país avance, para que sus gentes vivan mejor, para que haya más justicia y menos desigualdad es necesario que no solo compremos el conocimiento, sino que lo creemos nosotros mismos”.
Esta sentencia que alentó su trabajo en Colciencias estuvo presente también en el resto de los cargos que ocupó y sobre todo en su compromiso cotidiano como docente.
Para ese entonces, Villaveces llevaba más de dos décadas como profesor de planta en la carrera de química de la Universidad Nacional. Se había graduado en 1969, pero desde antes ya había sido monitor y profesor asistente.
Su tesis se llamó Aplicaciones de la aproximación Pi a algunos derivados del bifenilo. Fue el primer trabajo de química computacional que se hizo en Colombia. Con esta investigación, Villaveces trató de determinar las propiedades de una molécula solamente a través de cálculos.
A los 24 años, cuando finalmente se graduó, no había cupo como profesor de planta en la Nacional. Durante su etapa en la institución se había casado y ya tenía un hijo. Para mantener a su familia encontró trabajo en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas. Lo primero y lo único que hizo en ese puesto fue investigar la composición de las arepas. “La idea era transformar las arepas y hacerlas más nutritivas, trabajamos con harina de soya y maíz opaco”, se lee en un capítulo del libro Historias de vida sobre 40 años de educación en Colombia.
Ese trabajo solo duró un mes largo, hasta que se abrió un cupo en la facultad. Con el paso del tiempo, Villaveces se convirtió paulatinamente en el director de la carrera, la maestría y el doctorado en química de la Nacional. Fue también director de investigaciones de la universidad y secretario de Educación de Bogotá durante la alcaldía de Mockus, entre 1995 y 1997. Por cuatro años fue director del Observatorio de Ciencia y Tecnología.
Además del pregrado en química, el profesor Villaveces cursó estudios de posgrado en la Universidad Católica de Lovaina, en donde obtuvo la maestría en fisicoquímica molecular en 1978 y el título de doctor en ciencias en 1981. En 1980 se especializó en metodología de la investigación experimental en la Universidad de Aix-Marsella de Francia.
Sus amigos lo recuerdan como un hombre que rompió siempre las barreras entre la ciencia y el arte, entre la academia y la sociedad, entre la universidad y la vida. Sus amigos lo recuerdan como un hombre del Renacimiento.
José Luis Villaveces Cardoso era un hombre del Renacimiento: químico de profesión, culto en literatura y filosofía, aficionado a la pintura, conocedor profundo de la música clásica y gran maestro. Así lo define el profesor Clemente Forero, uno de sus mejores amigos. Villaveces falleció el pasado 16 de enero en Bogotá, a sus 73 años. Nació en Bogotá el 14 de septiembre de 1945. (Lea: Falleció José Luis Villaveces, ex director del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología)
“Durante mucho tiempo salimos con José Luis a montar en bicicleta por las sabanas de Bogotá. Hablábamos de música y de ciencia. Él y su esposa, Magola Delgado, tenían una cultura muy amplia. Su biblioteca era monumental, con muchos libros de diversos temas: biología, física y anatomía, en la sección de ciencia; novelas, cuentos y poesía, en la de literatura”, recuerda con nostalgia Forero. Y añade: “José Luis era un melómano. En los últimos años, él y Magola desarrollaron una afición especial por la ópera. No había ópera que se presentara en los teatros o en los cines de Bogotá a la que no asistieran”.
Uno de los compositores favoritos de Villaveces era Tchaikovsky. Además de El lago de los cisnes, El Cascanueces o El vals de las flores, le encantaba leer los escritos sobre la creación artística del compositor ruso. “Discutimos mucho la teoría de Tchaikovsky y esa visión del arte la aplicamos a la ciencia. Se convirtió en uno de nuestros referentes durante la época en que trabajamos en Colciencias: 1990 a 1994”. Allí, Villaveces jugó un papel definitivo en la construcción de la primera red pública de internet en Colombia. (Acá: Colciencias cumple 50 años)
En ese momento, Forero era el director de la entidad y Villaveces el subdirector de programas científicos. A grandes rasgos, la idea que le presentaron al país consistía en que la investigación, la ciencia y la tecnología eran claves para el desarrollo social y económico de Colombia. Los dos amigos compartían una profunda convicción: “Para que nuestro país avance, para que sus gentes vivan mejor, para que haya más justicia y menos desigualdad es necesario que no solo compremos el conocimiento, sino que lo creemos nosotros mismos”.
Esta sentencia que alentó su trabajo en Colciencias estuvo presente también en el resto de los cargos que ocupó y sobre todo en su compromiso cotidiano como docente.
Para ese entonces, Villaveces llevaba más de dos décadas como profesor de planta en la carrera de química de la Universidad Nacional. Se había graduado en 1969, pero desde antes ya había sido monitor y profesor asistente.
Su tesis se llamó Aplicaciones de la aproximación Pi a algunos derivados del bifenilo. Fue el primer trabajo de química computacional que se hizo en Colombia. Con esta investigación, Villaveces trató de determinar las propiedades de una molécula solamente a través de cálculos.
A los 24 años, cuando finalmente se graduó, no había cupo como profesor de planta en la Nacional. Durante su etapa en la institución se había casado y ya tenía un hijo. Para mantener a su familia encontró trabajo en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas. Lo primero y lo único que hizo en ese puesto fue investigar la composición de las arepas. “La idea era transformar las arepas y hacerlas más nutritivas, trabajamos con harina de soya y maíz opaco”, se lee en un capítulo del libro Historias de vida sobre 40 años de educación en Colombia.
Ese trabajo solo duró un mes largo, hasta que se abrió un cupo en la facultad. Con el paso del tiempo, Villaveces se convirtió paulatinamente en el director de la carrera, la maestría y el doctorado en química de la Nacional. Fue también director de investigaciones de la universidad y secretario de Educación de Bogotá durante la alcaldía de Mockus, entre 1995 y 1997. Por cuatro años fue director del Observatorio de Ciencia y Tecnología.
Además del pregrado en química, el profesor Villaveces cursó estudios de posgrado en la Universidad Católica de Lovaina, en donde obtuvo la maestría en fisicoquímica molecular en 1978 y el título de doctor en ciencias en 1981. En 1980 se especializó en metodología de la investigación experimental en la Universidad de Aix-Marsella de Francia.
Sus amigos lo recuerdan como un hombre que rompió siempre las barreras entre la ciencia y el arte, entre la academia y la sociedad, entre la universidad y la vida. Sus amigos lo recuerdan como un hombre del Renacimiento.