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El revolcón empezó a principio de esta semana. María Andrea Nieto, en ese momento todavía a cargo del Sena, denunció en los micrófonos de W Radio que la entidad estaría plagada de corrupción. Según explicó Nieto, su antecesor en la dirección del Sena, Alfonso Prada, habría dejado en la entidad un número de cuotas políticas y funcionarios que, supuestamente, incurrieron en varias irregularidades.
Como era de esperarse, sus palabras cayeron como un baldado de agua fría. Las denuncias no sólo golpeaban al Sena, una entidad que tiene un presupuesto que rodea los 3,3 billones de pesos, sino que tocaban directamente al Gobierno, pues tras abandonar su cargo en el Sena, a principios de este año, Prada se convirtió en el secretario general de la Presidencia de la República.
Así, a sólo dos días de que Nieto hiciera pública la situación y entregara a la Procuraduría y la Fiscalía los documentos que, dice ella, soportan las irregularidades, el Ministerio de Trabajo anunció que Nieto debía salir del cargo. (Lea también: Gobierno declara insubsistente a María Andrea Nieto, directora del Sena) ¿La razón? Según explicó en Blu Radio la ministra de Trabajo, Griselda Restrepo, Nieto perdió la confianza del Gobierno Nacional “al no recurrir a los canales institucionales para señalar cualquier dificultad, problema o molestia que hubiese identificado en el ejercicio de sus responsabilidades”.
Como director encargado del Sena, la ministra nombró a José Antonio Lizarazo Sarmiento, quien hasta el momento se había desempeñado como director regional del Sena en Norte de Santander. (Lea también: El Sena tiene nuevo director nacional)
Lo curioso es que sólo unos días antes de que Nieto acudiera a los medios, a ella también la estaban denunciando funcionarios del Sena en el noticiero CM&. Según fuentes consultadas por El Espectador, Nieto habría cometido algunas irregularidades, como contratar a su asesor, Andrés Bautista, con un salario de prestación de servicios por $22 millones mensuales, el cual estaría casi 8 millones de pesos por encima de lo que la misma directora gana.
Lo cierto, a la final, es que dentro del Sena parece estar pasando algo, aunque hasta el momento no exista mucha claridad al respecto. Esta es la lista de las irregularidades que, según ambas partes, se estarían presentando en la entidad.
María Andrea Nieto - Habría incurrido en irregularidades al contratar a su asesor
Nieto, recientemente separada de su cargo como directora del Sena, es economista e historiadora de la Universidad de los Andes. Antes de ser nombrada directora, ya ejercía como directora de Empleo, Trabajo y Emprendimiento. Aunque, efectivamente, venía de un trabajo con perfil técnico, Nieto también ha coqueteado con la política. Fue edil de la localidad de Usaquén, en Bogotá.
Según algunos funcionarios del Sena, ella nombró como asesor a Andrés Bautista Cabanillas, a quien le estaría pagando $22 millones mensuales con un contrato de prestación de servicios. Este valor estaría $8 millones por encima de lo que gana la misma directora del Sena, a pesar de estar prohibido por la ley.
Alfonso Prada- Habría dejado cuotas políticas en el Sena
Prada saltó de ser director del Sena, cargo que tuvo desde el año 2014, a convertirse en secretario general de la Presidencia en marzo de este año. Según Nieto, Prada dejó en el Sena varios funcionarios que, a pesar de no seguir en el cargo, le seguían respondiendo a él, y quienes además habrían incurrido en irregularidades en términos de contratación.
Igualmente, a Prada lo han cuestionado por vincular al Palacio de gobierno a antiguos funcionarios del Sena.
Ante estas acusaciones, Prada le explicó a Semana.com que sólo se trata de 13 personas que nombró y “que hacen parte de una nómina de libre nombramiento y remoción que hay en Presidencia”. Además reiteró que no tiene cuotas políticas en el Sena.
Juan Pablo Arenas - Habría adjudicado obras sin los estudios financieros suficientes
Arenas, supuesta cuota política de Prada, ocupaba el cargo de director jurídico del Sena hasta que hace cerca de un mes fue retirado por Nieto del cargo. Se lo acusa de adjudicar 39 obras para nuevas sedes del Sena entre 2015 y 2016, por $280.000 millones, sin los estudios financieros suficientes, por lo que, según Nieto, muchas se encuentran desfinanciadas.
No obstante, según le explicó Arenas a El Espectador, Nieto tenía conocimiento tanto de las obras como de los estudios técnicos, los cuales aprobó cuando era miembro del Comité de Contratación, siendo todavía directora de empleo, trabajo y emprendimiento del Sena. Además explicó que algunas de estas obras, como la de Buenaventura, se encuentran detenidas por otras razones, como problemas con licencias o encontrar espacios para el traslado de las sedes.