La perseverancia de Messi, una lección para los niños
Fragmento del libro “Messirve. 10 valores de oro para los chicos”, charla imaginaria con el futbolista sobre pilares esenciales para la vida y para preparar a nuestros hijos para ser exitosos y mejores personas. En librerías con el sello Ediciones B.
Verónica de Andrés y Florencia Andrés * / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
Leo nació el 24 de junio de 1987 en Rosario, Santa Fe, Argentina. Su familia era de origen humilde, con pocos recursos, ¡pero grandes sueños y mucho fútbol! Y fue su abuela Celia quien lo motivó para jugar. Con solo cinco años, comenzó en el pequeño club donde jugaba su papá, el Abanderado Grandoli, donde desde el inicio mostró su gran capacidad.
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Leo nació el 24 de junio de 1987 en Rosario, Santa Fe, Argentina. Su familia era de origen humilde, con pocos recursos, ¡pero grandes sueños y mucho fútbol! Y fue su abuela Celia quien lo motivó para jugar. Con solo cinco años, comenzó en el pequeño club donde jugaba su papá, el Abanderado Grandoli, donde desde el inicio mostró su gran capacidad.
“Dedico una gran parte de mis goles a mi abuela, que está en el cielo. Ella me llevó al fútbol y es la razón por la que estoy donde estoy hoy. Yo tenía cuatro años, y mi abuela me llevó a un partido del equipo infantil de Grandoli. A dicho equipo le faltaba un jugador, y mi abuela insistió que me pusiera a jugar hasta que consiguió convencer a Salvador Aparicio, entrenador de Grandoli, para que yo entrara a jugar. Cambiaron un par de palabras y me puso. Hice dos goles ese partido”.
Por eso pronto empezó a jugar en otro club más importante: Newell’s Old Boys, donde ganó la Copa de la Amistad. En ese club tan querido para él estuvo seis años, jugó 176 partidos y metió 234 goles, un score extraordinario para un chico de su edad. ¡Hasta aquí todo genial!
Pero a los ocho años le diagnosticaron un gran problema físico: una deficiencia en la hormona de crecimiento que le impedía un desarrollo normal. El tratamiento era caro, los padres no podían pagarlo, y los clubes tampoco… A pesar de su enorme habilidad para patear la pelota, le negaron la posibilidad de ingresar a las divisiones inferiores del famoso Club Atlético River Plate de Argentina. Esto parecía el fin de su carrera, la falta de esa hormona no solo le impedía seguir creciendo, sino que también le impedía seguir jugando.
Pero no fue así. Se ve que su sueño era más fuerte que su impedimento físico. Esto animó a su papá, Jorge Messi, a conseguir ayuda de unos familiares y lograron ir a España en busca de una solución. Allí Lionel Messi fue descubierto por el Fútbol Club Barcelona, que se hizo cargo de un tratamiento muy caro. Con solo trece años, deslumbró a todos y el DT no dudó en hacerlo firmar un “contrato” simbólico en una servilleta. El resto de la historia es un camino marcado por una destreza que creció sin límites y por éxitos increíbles.
¿Cómo mantuvo su sueño vivo, a pesar de todos los problemas que tuvo al principio? ¿Cuál fue su secreto? No darse por vencido, seguir soñando a pesar de todo, moviéndose en dirección a sus sueños. ¿Recuerdan la peli Buscando a Nemo? El consejo que le dio Dory al papá de Nemo: “¿Qué hacemos cuando la vida nos tira para abajo? Sigue andando, sigue nadando, sigue nadando”. Es otra manera de decir: persevera, porque solo el que persevera podrá alcanzar sus sueños.
Y Leo siguió soñando. A los 16 años, cuando le entregaron uno de sus primeros premios importantes, le preguntaron: “¿Alguna vez te imaginaste esto?”. Y él respondió: “Este momento lo soñé mil veces”.
Fue la primera, pero no la última vez que lo dijo. ¿Sabes cuándo fue la última? Adivina… El 18 de diciembre 2022, luego de una larga espera de 36 años, la edad de Messi, en la final más apasionante de la historia, cuando Argentina se consagró Campeón del Mundo. En su cuenta de Instagram, ese día Leo escribió: “Tantas veces lo soñé, tanto lo deseaba que no me lo puedo creer”.
Análisis pospartido
¡Pensemos juntos! ¿Cómo te sientes cuando las cosas no salen como esperabas? ¿Y cuando te equivocas? ¡Es normal enojarse o frustrarse, nos pasa a todos! ¿Alguna vez sentiste esa emoción? A Leo también le pasó. Imagínate la frustración que puede haber sentido cuando, por ejemplo, le dijeron que no iba a jugar en River Plate, uno de los clubes más importantes de la Argentina.
Pero en lugar de decir: “En River me dijeron que no, así que nunca voy a poder cumplir mi sueño”, en lugar de eso, ¿qué hizo? ¡Perseveró! ¡Aprendamos a perseverar!
Frente a los problemas que se le presentaron a Messi, él tenía dos caminos. Abandonar: “No voy a poder jugar más”, “no puedo entrar en un club importante”, “no soy suficientemente bueno”, “es imposible que logre mi sueño”. o perseverar: “Lo voy a lograr”, “la solución va a aparecer”, “me voy a enfocar en mi sueño”, “haré todo lo que tenga que hacer hasta lograrlo”.
¿Cuál camino tomó? El de perseverar: seguir soñando, seguir andando, seguir “nadando” hacia su meta. Y fue por eso que su familia se enfocó en la solución. Y cuando él llegó a Barcelona, estaba listo para vivir su sueño, “jugar al fútbol como el mejor”. Cuando estamos haciendo cosas que implican algún esfuerzo, no todo nos va a resultar fácil. Puede ser desde realizar algunas tareas escolares o simplemente poner en orden el cuarto, o tareas que elegimos: practicar un deporte, hablar otro idioma, tocar un instrumento musical…
El secreto del éxito es perseverar. Pero muchas veces las cosas no nos salen rápido y entonces nos cansamos, nos frustramos o nos enojamos y ¡abandonamos! ¿Qué hubiera pasado si Messi —frente a todos los obstáculos que le aparecieron— hubiera abandonado? ¿Qué podemos hacer para perseverar? A partir de la lección que hoy nos da Messi… Prestar mucha atención a lo que nos decimos y elegir pensar solo cosas que nos ayuden a perseverar.
* Se publica con autorización de Penguin Random House Grupo Editorial. Verónica es Magíster en Educación con distinción de la Universidad Oxford Brookes (Oxford, Inglaterra) y Florencia es licenciada en Ciencia Política y Magíster en Coaching por la Universidad del Salvador (Argentina). Ambas son coaches especialistas en educación, autoestima y motivación. Fueron las primeras mujeres en los últimos cuarenta años en ganar el Premio Libro de Oro por el impacto de sus obras. Son conferencistas internacionales y dan cursos en español y en inglés para personas de todas las edades que buscan mejorar su vida. También han dado clases en muchas universidades en diferentes lugares del mundo y han brindado conferencias multitudinarias en grandes teatros producidas por Sony Music. Son coaches de equipos deportivos de alta performance, a los que motivan para jugar finales en grandes torneos como la Copa de la Reina de Inglaterra y el Abierto de Polo de Palermo de Argentina. Verónica y Florencia son convocadas por empresas de primera línea para mejorar la performance de sus equipos de trabajo. Forman parte del Transformational Leadership Council, que reúne a los cien especialistas más destacados en el campo de la transformación humana. Tienen una plataforma digital en la que dictan cursos online de desarrollo personal para personas de todas partes del mundo.