La polémica versión de “Seguridad Democrática” en texto escolar

En estos días en las redes sociales se hizo popular una imagen del libro de historia “Proyecto educativo siglo XX uno” de la editorial Santillana. En el texto, dirigido a estudiantes de quinto grado, se podía leer lo siguiente: “El gobierno Uribe desarrolló la política de Seguridad Democrática, que buscaba la protección de los ciudadanos contra los grupos armados ilegales mediante el fortalecimiento del Ejército (...) Gracias a esto, se generó una sensación de confianza en el país y la economía y la seguridad mejoraron”. (Lea: Estos son los 42 "sabios" de la Misión de ciencia, tecnología e innovación)

El texto, y su definición de Seguridad Democrática, despertó la inconformidad de varios usuarios de Twitter, quienes denunciaron que el significado era erróneo y que la enseñanza de la historia del país estaba siendo parcializada. Sin embargo, a los ojos de la editorial Santillana, que también se pronunció por medio de su cuenta de Twitter, el párrafo se estaba descontextualizando. Además, explicó que la serie ya había sido retirada del mercado, pese a que una madre reiteró que el libro lo seguían pidiendo en los colegios y que ella lo había adquirido esta semana.

Ante la polémica, Santillana le explicó a El Espectador que esta definición no fue elaborada por su equipo editorial, sino que fue tomada del plan de gobierno del expresidente Uribe. “En este texto están los gobiernos de los diferentes mandatarios, desde Enrique Olaya Herrera hasta Juan Manuel Santos. Lo que hicimos fue contar cómo fueron elegidos, cuál fue el plan de gobierno de cada uno de ellos, los hitos y los aspectos positivos y negativos”, señala Nancy Ramírez, directora de contenidos de la editorial. (Puede leer: Volverá la cátedra de historia a los colegios)

En cada gobierno, los autores del libro hicieron un balance de los aspectos positivos y negativos. En el caso de Uribe, habló de la parapolítica y los falsos positivos.

La editorial también hizo una aclaración sobre los tweets que originaron la polémica. La serie de libros descontinuados a la que hacen referencia es la de "Amigos de las ciencias sociales 5", publicado en 2006 y, allí, era donde estaba el esquema sobre la política de Seguridad Democrática.

Para Darío Campos Rodríguez, historiador y profesor asociado del Departamento de Historia de la Universidad Nacional, “la definición, en esencia, está bien, la tomaron de su fuente original, que eran los documentos del gobierno de Uribe, cuando se planteó qué era la Seguridad Democrática y cuáles eran sus intenciones. Ahora bien, podría también definirla a partir de criterios distintos, es decir, no como la garantía de la seguridad ni la desmovilización, sino mirándola desde otra perspectiva. Esa es una cuestión que abre un debate, ya que lo que publica Santillana suscita escozor, porque si coloca la definición, debería adjuntar las otras concepciones contrarias a ese concepto. Eso es lo que debe hacer un documento de enseñanza”.

Basándose en la sugerencia de Campo, César Buitrago, editor jefe del área de ciencias sociales de Santillana, aclara que desde el inicio del módulo se le plantea al estudiante una pregunta problematizadora para que la pueda ir desarrollando a lo largo del contenido. “Para este capítulo que habla de los principales problemas de Colombia en el siglo XXI, le planteamos al menor: ¿cuáles han sido las principales problemáticas que ha enfrentado el país durante el transcurso de este siglo? Le vamos contando la historia no solo política, sino social, económica, cultural, y, adicionalmente, vamos subrayando los hitos de cada gobierno”, añade Buitrago.

En el caso del período de Uribe, el texto comienza con las elecciones de 2002; luego con la definición del plan de seguridad que planteó este gobierno; posteriormente con momentos importantes, como el referendo, la reelección y su segundo gobierno, y concluye describiendo algunos problemas que enfrentó, como los falsos positivos, las bandas criminales, la parapolítica y los problemas en el sector de la salud. Y este mismo ejercicio se realiza con todos los gobiernos. (Le puede interesar: Más de siete mil aulas de colegios con serios problemas de ejecución)

“Mucha gente nos reclamó por redes sociales que por qué en el capítulo no usamos términos como genocidio, y les respondo que es porque la guía está desarrollada para un alumno de quinto grado, que tiene máximo 11 años. Debemos, de manera pedagógica, explicarles todo esto y además no podemos decir que, en este gobierno, uno porque la justicia no ha determinado eso y dos porque sería irresponsable”, comenta Buitrago.

Ramírez cuenta que con base en las herramientas que les brindan a los estudiantes con el contenido desarrollado en los módulos, les plantean un tema de investigación, para que cada uno pueda ser crítico y sacar sus propias conclusiones.

Campos hace un llamado de atención para que se enseñe historia, “entendiéndose como una forma de conocimiento y de pensamiento político, que articula las demás ciencias sociales. Si nos vamos a poner a que solamente tiene que haber una historia política y entenderla desde ese punto, estamos fuera de órbita, porque las acciones humanas no son solamente políticas, son económicas, sociales, culturales, literarias, son de toda índole”.

En estos días en las redes sociales se hizo popular una imagen del libro de historia “Proyecto educativo siglo XX uno” de la editorial Santillana. En el texto, dirigido a estudiantes de quinto grado, se podía leer lo siguiente: “El gobierno Uribe desarrolló la política de Seguridad Democrática, que buscaba la protección de los ciudadanos contra los grupos armados ilegales mediante el fortalecimiento del Ejército (...) Gracias a esto, se generó una sensación de confianza en el país y la economía y la seguridad mejoraron”. (Lea: Estos son los 42 "sabios" de la Misión de ciencia, tecnología e innovación)

El texto, y su definición de Seguridad Democrática, despertó la inconformidad de varios usuarios de Twitter, quienes denunciaron que el significado era erróneo y que la enseñanza de la historia del país estaba siendo parcializada. Sin embargo, a los ojos de la editorial Santillana, que también se pronunció por medio de su cuenta de Twitter, el párrafo se estaba descontextualizando. Además, explicó que la serie ya había sido retirada del mercado, pese a que una madre reiteró que el libro lo seguían pidiendo en los colegios y que ella lo había adquirido esta semana.

Ante la polémica, Santillana le explicó a El Espectador que esta definición no fue elaborada por su equipo editorial, sino que fue tomada del plan de gobierno del expresidente Uribe. “En este texto están los gobiernos de los diferentes mandatarios, desde Enrique Olaya Herrera hasta Juan Manuel Santos. Lo que hicimos fue contar cómo fueron elegidos, cuál fue el plan de gobierno de cada uno de ellos, los hitos y los aspectos positivos y negativos”, señala Nancy Ramírez, directora de contenidos de la editorial. (Puede leer: Volverá la cátedra de historia a los colegios)

En cada gobierno, los autores del libro hicieron un balance de los aspectos positivos y negativos. En el caso de Uribe, habló de la parapolítica y los falsos positivos.

La editorial también hizo una aclaración sobre los tweets que originaron la polémica. La serie de libros descontinuados a la que hacen referencia es la de "Amigos de las ciencias sociales 5", publicado en 2006 y, allí, era donde estaba el esquema sobre la política de Seguridad Democrática.

Para Darío Campos Rodríguez, historiador y profesor asociado del Departamento de Historia de la Universidad Nacional, “la definición, en esencia, está bien, la tomaron de su fuente original, que eran los documentos del gobierno de Uribe, cuando se planteó qué era la Seguridad Democrática y cuáles eran sus intenciones. Ahora bien, podría también definirla a partir de criterios distintos, es decir, no como la garantía de la seguridad ni la desmovilización, sino mirándola desde otra perspectiva. Esa es una cuestión que abre un debate, ya que lo que publica Santillana suscita escozor, porque si coloca la definición, debería adjuntar las otras concepciones contrarias a ese concepto. Eso es lo que debe hacer un documento de enseñanza”.

Basándose en la sugerencia de Campo, César Buitrago, editor jefe del área de ciencias sociales de Santillana, aclara que desde el inicio del módulo se le plantea al estudiante una pregunta problematizadora para que la pueda ir desarrollando a lo largo del contenido. “Para este capítulo que habla de los principales problemas de Colombia en el siglo XXI, le planteamos al menor: ¿cuáles han sido las principales problemáticas que ha enfrentado el país durante el transcurso de este siglo? Le vamos contando la historia no solo política, sino social, económica, cultural, y, adicionalmente, vamos subrayando los hitos de cada gobierno”, añade Buitrago.

En el caso del período de Uribe, el texto comienza con las elecciones de 2002; luego con la definición del plan de seguridad que planteó este gobierno; posteriormente con momentos importantes, como el referendo, la reelección y su segundo gobierno, y concluye describiendo algunos problemas que enfrentó, como los falsos positivos, las bandas criminales, la parapolítica y los problemas en el sector de la salud. Y este mismo ejercicio se realiza con todos los gobiernos. (Le puede interesar: Más de siete mil aulas de colegios con serios problemas de ejecución)

“Mucha gente nos reclamó por redes sociales que por qué en el capítulo no usamos términos como genocidio, y les respondo que es porque la guía está desarrollada para un alumno de quinto grado, que tiene máximo 11 años. Debemos, de manera pedagógica, explicarles todo esto y además no podemos decir que, en este gobierno, uno porque la justicia no ha determinado eso y dos porque sería irresponsable”, comenta Buitrago.

Ramírez cuenta que con base en las herramientas que les brindan a los estudiantes con el contenido desarrollado en los módulos, les plantean un tema de investigación, para que cada uno pueda ser crítico y sacar sus propias conclusiones.

Campos hace un llamado de atención para que se enseñe historia, “entendiéndose como una forma de conocimiento y de pensamiento político, que articula las demás ciencias sociales. Si nos vamos a poner a que solamente tiene que haber una historia política y entenderla desde ese punto, estamos fuera de órbita, porque las acciones humanas no son solamente políticas, son económicas, sociales, culturales, literarias, son de toda índole”.