“La prioridad para las universidades es la salud mental”: rector de U. del Rosario
En entrevista con El Espectador, Alejandro Cheyne, reelegido como rector de la Universidad del Rosario hasta 2026, habla sobre los retos tras la pandemia, la necesidad de plantear un modelo de cofinanciación para las matrículas y la estrategia para enfrentar las violencias basadas en género.
Paula Casas Mogollón
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Alejandro Cheyne, economista y especialista en Administración de Empresas y docencia universitaria de la Universidad del Rosario, se desempeña como rector de esta institución desde 2018. Reelegido el pasado agosto, Cheyne habló con El Espectador sobre las prioridades para las instituciones de educación superior en Colombia tras la pandemia.
Enfatiza que la universidad ha priorizado la prevención y atención de la salud mental y violencias basadas en género dentro de la comunidad educativa. Indica que uno de los desafíos más grandes para las instituciones de educación superior es cómo garantizar acceso a más estudiantes. Propone que se piensen innovaciones de cofinanciación para las matrículas universitarias.
¿Qué les dejó este año largo de pandemia?
Yo siempre he entendido la pandemia como un gran desafío. Afortunadamente, las instituciones de educación superior logramos dar una respuesta pronta a ese desafío. En nuestro caso, dimos respuesta a cerca de 13.000 estudiantes en 10 ciudades. Fue todo un desafío. De ahí quedaron muchísimas lecciones. La pregunta es cuáles deben ser los grandes retos o prioridades para las instituciones de educación superior en Colombia.
La prioridad en este momento en Colombia para las instituciones de educación superior, sin duda, es la salud mental, especialmente la de los jóvenes. Nosotros realizamos un análisis semestral de qué piensan, sienten y quieren los jóvenes en Colombia. En enero del 2020, la emoción que predominaba en los jóvenes era la alegría, con el 65%.
En mayo del 2021, la alegría bajó al 5%. Lo volvimos a medir este año y la alegría subió otra vez, a poco más del 50%. Desafortunadamente, durante estos dos años, las emociones se han visto bastante afectadas, muy especialmente para los jóvenes en Colombia. Cuando digo que cayó la alegría del 65 al 5%, al mismo tiempo subieron otras emociones como la tristeza, la ira, entre muchas otras. Las emociones son un componente, o nada más uno de los componentes de la salud mental. En ese sentido, nuestra apuesta es tener una estrategia de salud mental para toda nuestra comunidad.
Para esto tenemos un protocolo de salud mental que se llama Sanamente. Lo que hacemos es tener una ruta de atención integral en salud mental para cada uno de los miembros. Aquí hay dos escenarios que quiero compartir. El primero de ellos, sin duda, es de la prevención, tener todas las campañas, muy especialmente pedagógicas, para sensibilizar, normalizar y empoderar a una comunidad, para que puedan conocer su situación de salud mental y ser conscientes de la importancia de tener una adecuada salud mental.
Pero en la estrategia de prevención no es suficiente. También se debe realizar una estrategia de intervención para aquellos casos en los cuales es importante intervenir. Para esto realizamos un acompañamiento presencial y virtual con un grupo de psicólogos. Menciono algunos ejemplos. Tenemos una línea 24-7 que se llama UR te Cuida de Corazón para que, en los momentos de emergencia se pueda escuchar, acompañar en el manejo de la crisis emocional y que realmente se minimicen los riesgos en la integridad de las personas.
También tenemos unos convenios con prestadores de servicios en salud mental para que, insisto, puedan acompañar muy especialmente a los jóvenes.
¿Qué han hecho con respecto a las violencias basadas en género?
Otro desafío muy importante es la violencia basada en género, que desafortunadamente se presenta en el mundo y Colombia, y que ha permeado el medio universitario en general. Para ello también tenemos un protocolo de prevención y atención a casos de violencia basados en género y discriminación.
Tiene el mismo modelo. Primero, prevención. Y para esto sí que se requiere un conjunto de estrategias pedagógicas, para que no existan estas violencias basadas en género y discriminación. Lo hacemos a través de charlas, foros, talleres, mensajes en redes, entre muchos otros, para que realmente las personas puedan comprender que precisamente en la diversidad está la riqueza de la sociedad.
Pero también se requieren acciones de atención. Tenemos un modelo que se llama CORA. Un equipo profesional de personas expertas en género comprende, orienta, recepciona y acompaña, con un acompañamiento, por supuesto psicológico, con un acompañamiento jurídico.
¿Qué otro desafío enfrenta la educación superior?
En mi opinión, para las universidades es lo que se conoce como el desafío de la innovación pedagógica. Los jóvenes, desde hace ya varios años, están demandando nuevas formas de aprendizaje. Luego, los modelos de enseñanza aprendizaje de hace varias décadas no están cumpliendo con las expectativas para optimizar los talentos de los estudiantes. Creo que las instituciones de educación superior deben tomar como aspecto prioritario la innovación pedagógica.
Tenemos nuevas alternativas para que se pueda maximizar el proceso de aprendizaje de los estudiantes. En nuestro caso, en diferentes facultades y escuelas, realizamos aprendizaje basado en retos, ya no en los contenidos tradicionales.
Hemos realizado grandes inversiones en la universidad, en la construcción de laboratorios para toda la ciencia, de tal manera que los estudiantes puedan desarrollar competencias de una manera teórica y al mismo tiempo práctica. Entendemos que la comprensión de los jóvenes se facilita cuando tiene experiencias teóricas y prácticas.
¿Cómo deberían abordar las universidades el concepto de sostenibilidad?
Hay algunos ejemplos, como tener nuevos programas de pregrado y de posgrado que abordan temas como el desafío del cambio climático, la transición energética, los objetivos de desarrollo sostenible. Pero también incorporar en todos los programas de pregrado y posgrado la dimensión de la sostenibilidad integral. Además del proceso de enseñanza, es importante realizar procesos de investigación. Por eso hemos creado unos fondos de financiación de proyectos de investigación que estén orientados al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Algo clave es que hay hacerlo también con proyectos de extensión universitaria. Tenemos un proyecto que es muy lindo, se llama Ruta País Sostenible. Hemos visitado parques nacionales naturales muy importantes, como el de Chingaza. Vamos también a escenarios extraordinarios como son, por ejemplo, Bahía Málaga, en donde llevamos a los estudiantes, a los profesores, a los investigadores, para que puedan conocer esa realidad y al mismo tiempo observar desafortunadamente la vulnerabilidad de esos escenarios.
Tenemos también proyectos tan importantes para los estudiantes como son el proyecto de eliminación de plásticos. Otro ejemplo que es muy interesante: la mayoría de los estacionamientos que tenemos en la universidad, están migrando para que sean estacionamientos para medios sostenibles, como las bicicletas, los scooters, vehículos eléctricos.
¿Cómo garantizar el acceso a educación superior de calidad?
Desafortunadamente en Colombia, el acceso a los jóvenes a las instituciones de educación no es para todos, esa brecha pareciera que aumenta. Y esto se ve agravado por la situación económica de América Latina y de Colombia, con procesos de inflación, de devaluación, con algún grado de incertidumbre, tanto para las familias como para los empresarios. Luego lo que está detrás de todo esto para mí es el gran reto: la capacidad de generar una innovación en la forma como se cofinancian las matrículas.
¿Cómo puede existir un modelo de cofinanciación con la participación del Estado, de las familias? Lo que Colombia está demandando son nuevas metodologías o innovaciones de cofinanciación para realmente lograr que la educación de alta calidad sea para todos.
¿Cuáles son esos retos financieros que está enfrentando actualmente la universidad?
El gran reto es lograr una cofinanciación de las matrículas para que realmente los estudiantes que desean estudiar tengan la intención, y por supuesto, tienen muchos talentos los jóvenes, puedan convertir ese sueño en una realidad. Lo que algunos llaman hoy en día la crisis económica en Colombia de la inflación, la devaluación y la incertidumbre, no ayudan a cumplir este sueño.
La Universidad del Rosario permitía tener unos créditos a corto plazo, en algunos casos con 0% de interés. ¿Cómo se van a mantener esos créditos teniendo en cuenta el artículo de la reforma tributaria, donde las universidades tienen que asumir parte de los intereses de los estudiantes que tienen ICTEX?
La situación económica en Colombia es bastante compleja. Para eso hemos creado diferentes fondos, que superan los 61 mil millones de pesos, para becas y descuentos. Nosotros les otorgamos líneas de crédito directas a los jóvenes que lo necesitan.
Pero eso no es suficiente. Algunas personas necesitan ayuda, incluso en su vida personal, en temas básicos. Nosotros ayudamos con la alimentación de muchas personas que lo necesitan. Y el criterio es bastante interesante, es ayudar en este momento a quien más lo necesita.
¿Los créditos a corto plazo continuarán?
Claro que sí. Tenemos diferentes modalidades que, incluso, los generamos en la pandemia y los tenemos en este momento activos para atender las necesidades de los jóvenes y de sus familias, por supuesto. Yo diría que también es un mensaje pedagógico muy importante. Y es la solidaridad que requiere nuestro país en este momento.
Al hablar de la deserción, además de estos créditos, ¿cuáles son los planes o las estrategias que tiene la universidad para hacer frente a este tema?
Las razones por las cuales existe excepción en el espacio universitario son diversas. Sin duda la económica es una de ellas, pero también existen otras razones. Y es el mismo proceso de transición de un joven que viene de un colegio y que empieza a enfrentar el desafío de la educación superior. Existe también una razón muy importante, una pedagógica. Los jóvenes que ingresan a la educación superior en Colombia tienen brechas muy importantes en sus competencias, de tal manera que cuando ingresan a la universidad tienen algunas dificultades pedagógicas para asumir el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Nosotros hemos tomado la decisión ya hace varios años de acompañar a los jóvenes en todas estas dimensiones: la económica, la académica, personal.
¿Cuál es el aporte de la formación que ofrece la universidad del Rosario para el país?
En 2023 cumplimos 370 años formando proyectos de vida. En diferentes ciencias, en medicina, en administración, en economía, en muchas. Pero, lo más importante es que acompañamos a los jóvenes en su proyecto de vida.
Desde hace 370 años, la misión de la universidad es servirle al país. Durante más de tres siglos, en los momentos más importantes, en que los desafíos son muy grandes, siempre la universidad ha acompañado a la sociedad. Una buena demostración es todo lo que realizó nuestra universidad en la pandemia. Lo que estamos en este momento ejecutando con diferentes proyectos para enfrentar la crisis económica.
👩🏫📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre educación? Te invitamos a verlas en El Espectador. ✏📚