“Lamento que Ser Pilo Paga haya desaparecido”: rector U. Autónoma de Manizales
Carlos Eduardo Jaramillo Sanint, rector de la Universidad Autónoma de Manizales, habló con El Espectador sobre las respuestas que dieron a los retos de la pandemia, su percepción sobre decisiones que ha tomado el actual gobierno de abrir cupos para que más jóvenes estudien, y de los aportes que han hecho al medio ambiente.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Nueve meses antes de que iniciara la pandemia por el covid-19 en el país, fue elegido como rector de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM), el ingeniero Carlos Eduardo Jaramillo Sanint, quien se venía desempañando como vicerrector administrativo y financiero de la institución fundada en 1979.
En entrevista con El Espectador, el rector dio a conocer la manera como enfrentaron los retos que trajo la pandemia, la manera como esta situación les permitió aportar a la sociedad desde la investigación, así como su percepción de programas como Ser Pilo Paga, Generación E y las decisiones del actual gobierno en materia educativa.
¿Qué herramientas implementaron para enfrentar los retos de la pandemia?
En la Universidad Autónoma de Manizales, apoyamos a todo estudiante que no tuviera una beca externa que le garantizará su matrícula. Apoyamos a más o menos el 90% de nuestros estudiantes, sin importar si tenían o no un beneficio. Miramos situaciones individuales, alternativas, y logramos minimizar el riesgo de la deserción por la pandemia (Vea también: Síndrome de Asia: “Es una enfermedad que no te deja en paz”).
Desde lo institucional hemos venido trabajando en temas de educación no presencial hace mucho tiempo, entonces cuando llegó la pandemia de cierta forma estábamos preparados en ese sentido, y eso permitió que las clases siguieran de una forma normal, entre comillas.
Nuestros docentes investigadores también dedicaron buena parte de su tiempo a tratar de encontrar soluciones. Por ejemplo, hicimos ventiladores mecánicos para unidades de cuidados intensivos. Esta herramienta utiliza inteligencia artificial para que la data que hay de cada paciente y la información que se va teniendo le pueda dar resultados al médico. Ese es el primer dispositivo de ventilación mecánica en Colombia con registro Invima de computarización y de producción.
¿Qué otros retos enfrentaron durante estos años?
La deserción en la Universidad fue una tercera parte de la del país, en ese sentido podríamos decir que salimos bien librados, el número no fue muy alto. Pero cuando lo miramos a nivel individual, cada joven que sale del sistema es una tragedia. Además, cuando sumamos esa tercera parte y la convertimos en dinero, es una cifra importante. El paro nacional terminó, de cierta forma, afectando el normal funcionamiento. Muchas personas, ante la incertidumbre de lo que estaba pasando, y la condición del proceso electoral que venía, se abstuvieron de tomar decisiones, de endeudarse para hacer posgrados o de invertir unos recursos para estudiar. Ese proceso se ha venido manejando.
Se vienen varias cosas, entre ellas las decisiones que ha tomado el gobierno nacional, la opción de nuevos 500 mil cupos para jóvenes, que, por cierto, todavía tenemos preguntas. Hay varios factores, esperemos que la inflación se logre controlar y tener una condición de empleo favorable.
¿Cuáles son los planes que han implementado para hacer frente a la deserción y al abandono de los estudiantes?
Tenemos diferentes procesos de acompañamiento, porque las personas no solo desertan de un programa por problemas financieros. Como universidad tenemos un programa importantísimo de apoyo a estudiantes desde lo financiero. Pero desde que inicia el estudiante empezamos a hacerle un acompañamiento y unos test, para identificar los riesgos que puede tener esta persona de salir del sistema. Estos van desde lo psicológico, lo social, lo familiar y lo cognitivo. A partir de allí empezamos un proceso de acompañamiento. Es una tarea que no se da como consecuencia de la pandemia o como una situación puntual hoy, sino como una convicción de no dejar solo un estudiante, no importa cuál sea la modalidad. Si las personas se encuentran estables emocionalmente y animadas, la posibilidad que deserten se minimiza de una forma importante. Nuestras cifras de deserción son bajas (Lea también: Los 10 municipios más difíciles para la niñez en Colombia, según el ICBF).
¿Cómo analiza las decisiones tomadas por el gobierno respecto a dos programas educativos: Ser Pilo Paga y Generación E?
Considero que Ser Pilo Paga, posiblemente, es el programa de inclusión más importante que ha tenido este país. La brecha que existe hoy entre las personas se cierra con educación y este programa le dio esa oportunidad a muchos jóvenes en este país. Tuvimos un grupo de estudiantes de ser pilo paga, y vimos el impacto que eso generó en sus familias, en todo ese proceso de sentirse incluidos dentro de una sociedad. Con el cambio de gobierno se desmontó ese programa y apareció Generación E, que tiene un impacto muy distinto, este inclusive empieza a tener una diferencia en el componente de excelencia, si un joven va a una universidad oficial o a una privada. Lamento que programas como Ser Pilo Paga haya desaparecido.
¿Cómo analizan la meta del gobierno, de abrir 500 mil cupos para nuevos estudiantes, teniendo en cuenta los retos en materia de inversión?
Hay programas que tienen oportunidades para que los jóvenes puedan ingresar tanto a las universidades privadas como a las públicas. Hay instituciones que para poder recibir más estudiantes tendrían que hacer una inversión muy grande. También hay programas que posiblemente no pueden tener una mayor demanda porque son inclusive regulados por el mismo número de cupos que tiene el registro calificado, pero hay otros programas y en otras regiones que sí tienen esa oportunidad. Allí es donde creo que la decisión importante no está en únicamente en construir y hacer una gran infraestructura para ampliar un punto específico, si no en cómo combinamos las capacidades para darle oportunidades a los jóvenes.
¿Cómo valoran la decisión de la reforma tributaria, de asumir ese restante de los intereses del Icetex?
Esta decisión a nosotros, como universidades privadas, nos golpea por el monto y por la condición. En nuestro caso, la mayoría de los jóvenes que está a través de Icetex, que no tenía subsidio por parte del Gobierno y que entraría dentro de esta última decisión, a través de la reforma tributaria, son personas que ya tienen un beneficio importante, en muchos casos del 40 % en el valor de su matrícula.
Esta decisión entonces termina desajustando un poco todo el proceso de finanzas y desajustar ese proceso implica diferentes cosas. Una, que posiblemente no se le puede dar un apoyo a otro joven, o dos, que esos recursos que se van a solventar esta diferencia de los jóvenes ya existentes, puede terminar menguando un poco la capacidad de inversión hacia elementos de calidad. Esa es una decisión que nos afecta en la condición financiera.
¿Qué estrategias de salud mental y de violencias basadas en género están empleando o impulsando desde la Universidad?
Hay muchos factores que inciden sobre el normal desarrollo de los jóvenes, como la depresión o no tener una alta capacidad de enfrentar la frustración, por ejemplo. Es importante, como universidad y sociedad, acompañar no solo de los estudiantes, sino también a los profesores y las demás personas que también pueden enfrentar desequilibrio emocional. Hemos tenido que contratar más apoyos académicos, psicológicos, hemos generado nuevos programas de bienestar desde el arte, la cultura, la música, el deporte, buscando que ese complemento se dé y se puedan manejar esos pasos hacia lo que corresponde de salud mental (Lea también: “La prioridad para las universidades es la salud mental”: rector de U. del Rosario).
¿Cuál es el aporte de la formación que ofrecen desde la universidad para el país?
Tenemos diferentes frentes en los que en los que trabajamos. Lo primero y lo más importante, es que como universidad buscamos contribuir en la formación de personas éticas y emprendedoras, ciudadanos íntegros. Nosotros, siendo una universidad acreditada de alta calidad, el mayor interés son las personas y a través de ellas, complementamos con programas de alta calidad, acreditaciones nacionales e internacionales. Trabajamos muy fuerte por tener ese acercamiento entre la universidad, las empresas, el Estado y la sociedad civil.
Tenemos dos elementos en nuestra visión sobre los cuales trabajamos muy fuerte. La innovación en lo académico, en lo administrativo, y cada uno de los procesos. Eso le logra desde el aula de clase, la investigación, la articulación con los demás actores. El segundo componente se llama cultura de emprendimiento y con esto buscamos que la gente tenga siempre un pensamiento de querer hacer más y no quedarse haciendo lo mismo siempre.
Uno de los temas que ha cobrado mayor relevancia en los últimos años es la protección del medio ambiente. En ese sentido, ¿qué estrategias han empleado para impulsar la protección del ambiente?
Como universidad, tenemos hace más de 20 años un Centro de Estudios Ambientales. Hace mucho toda nuestra infraestructura debe ser lo más amigable con el medio ambiente posible. Por ejemplo, tenemos una edificación que captura el agua lluvia que posteriormente la utilizamos para los servicios sanitarios y los riegos de unos jardines verticales.
En temas de energía tenemos un diseño donde la mayor parte del día no se necesita tener las bombillas prendidas. También tenemos proyectado instalar energía solar en las edificaciones. Tenemos un campus verde que busca privilegiar el entorno de las personas. Nuestros jardines son altamente valorados por la comunidad en general. Allí hay más de 4.000 plantas de orquídeas.
👩🏫📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre educación? Te invitamos a verlas en El Espectador. ✏📚