Los talibanes reabrirán las escuelas, pero las niñas deberán quedarse en casa
“Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas”, aseguró el Ministerio de Educación talibán. Unicef, por su parte, señaló que es fundamental que todas las niñas, incluidas las mayores, puedan reanudar su educación sin más demoras.
Este viernes, 17 de septiembre, reabrieron las escuelas secundarias en Afganistán luego de durar más de un mes cerrados. Sin embargo, en el anuncio, publicado por el Ministerio de Educación talibán, no estaban incluidas las niñas. (Lea: Los talibanes dicen que las mujeres podrán estudiar, pero separadas de los hombres)
“Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas”, señaló el comunicado, dejando de lado a las niñas y las maestras, que están en sus casas desde que los talibanes tomaron el control.
Unicef, por su parte, señaló su preocupación de que a muchas niñas no se les permita regresar en este momento. “Las niñas no pueden ni deben quedarse atrás. Es fundamental que todas las niñas, incluidas las mayores, puedan reanudar su educación sin más demoras. Para eso, necesitamos que las maestras reanuden la docencia”. (Puede leer: Comenzó la era talibán: así fue el regreso al trabajo de las mujeres en Afganistán)
Cifras de Unicef señalan que antes de la crisis humanitaria más reciente, 4,2 millones de niños no estaban matriculados en la escuela. Alrededor del 60 % de ellos son niñas. “Cada día que las niñas pierden la educación es una oportunidad perdida para ellas, sus familias y sus comunidades. Ha habido un progreso significativo en la educación en el país durante las últimas dos décadas. El número de escuelas se triplicó. El número de niños escolarizados aumentó de 1 millón a 9,5 millones”, dijo.
La última vez que las niñas afganas se quedaron fuera de los salones de clase fue en la década de los 90, cuando los talibanes gobernaron por última vez en Afganistán. En esa época prohibieron la entrada de las niñas a la escuela sin emitir una prohibición formal.
Kate Clark, codirectora de la Red de Analistas de Afganistán, señaló en The Guardian que “la educación y la alfabetización están tan fuertemente valoradas en el Islam que los talibanes no podían prohibir las escuelas para niñas por motivos islámicos, por lo que siempre dijeron que las abrirían cuando mejorara la seguridad. Nunca lo hizo. Nunca abrieron las escuelas”. (Le puede interesar: Las condiciones del talibán para las afganas que quieren ir a la universidad)
Clark explicó que siempre existió el temor de que pudieran cerrarse las escuelas en un momento, pero que esa decisión no significó el fin de la educación de las mujeres. Muchas recibieron algunas clases pequeñas en los hogares y escuelas administradas en provincias por organizaciones benéficas. “Enseñar a las niñas era arriesgado, un valiente acto de resistencia, pero no imposible”, apuntó.
Esta nueva decisión es una señal de que el gobierno talibán está endureciendo las restricciones sobre las mujeres. La más reciente medida que se tomó fue designar el edificio del antiguo ministerio de asuntos de la mujer, en Kabul, para la prevención del vicio y la promoción de la virtud.
Este viernes, 17 de septiembre, reabrieron las escuelas secundarias en Afganistán luego de durar más de un mes cerrados. Sin embargo, en el anuncio, publicado por el Ministerio de Educación talibán, no estaban incluidas las niñas. (Lea: Los talibanes dicen que las mujeres podrán estudiar, pero separadas de los hombres)
“Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas”, señaló el comunicado, dejando de lado a las niñas y las maestras, que están en sus casas desde que los talibanes tomaron el control.
Unicef, por su parte, señaló su preocupación de que a muchas niñas no se les permita regresar en este momento. “Las niñas no pueden ni deben quedarse atrás. Es fundamental que todas las niñas, incluidas las mayores, puedan reanudar su educación sin más demoras. Para eso, necesitamos que las maestras reanuden la docencia”. (Puede leer: Comenzó la era talibán: así fue el regreso al trabajo de las mujeres en Afganistán)
Cifras de Unicef señalan que antes de la crisis humanitaria más reciente, 4,2 millones de niños no estaban matriculados en la escuela. Alrededor del 60 % de ellos son niñas. “Cada día que las niñas pierden la educación es una oportunidad perdida para ellas, sus familias y sus comunidades. Ha habido un progreso significativo en la educación en el país durante las últimas dos décadas. El número de escuelas se triplicó. El número de niños escolarizados aumentó de 1 millón a 9,5 millones”, dijo.
La última vez que las niñas afganas se quedaron fuera de los salones de clase fue en la década de los 90, cuando los talibanes gobernaron por última vez en Afganistán. En esa época prohibieron la entrada de las niñas a la escuela sin emitir una prohibición formal.
Kate Clark, codirectora de la Red de Analistas de Afganistán, señaló en The Guardian que “la educación y la alfabetización están tan fuertemente valoradas en el Islam que los talibanes no podían prohibir las escuelas para niñas por motivos islámicos, por lo que siempre dijeron que las abrirían cuando mejorara la seguridad. Nunca lo hizo. Nunca abrieron las escuelas”. (Le puede interesar: Las condiciones del talibán para las afganas que quieren ir a la universidad)
Clark explicó que siempre existió el temor de que pudieran cerrarse las escuelas en un momento, pero que esa decisión no significó el fin de la educación de las mujeres. Muchas recibieron algunas clases pequeñas en los hogares y escuelas administradas en provincias por organizaciones benéficas. “Enseñar a las niñas era arriesgado, un valiente acto de resistencia, pero no imposible”, apuntó.
Esta nueva decisión es una señal de que el gobierno talibán está endureciendo las restricciones sobre las mujeres. La más reciente medida que se tomó fue designar el edificio del antiguo ministerio de asuntos de la mujer, en Kabul, para la prevención del vicio y la promoción de la virtud.