La app que ayuda a los maestros a combatir la pobreza de aprendizaje
Shaia es una herramienta tecnológica desarrollada en por la empresa Mentu que usa la inteligencia artificial para disminuir la pobreza en el aprendizaje. Esta aplicación, que es gratuita, ya funciona en 190 instituciones educativas de tres países. En Colombia, por ejemplo, estos índices son alarmantes, pues varios niños y niñas cuando terminan tercero de primaria no saben leer.
No es nuevo el problema de pobreza en el aprendizaje. Tampoco es un dato desconocido que en Colombia, por ejemplo, un porcentaje importante de niños y niñas no saben leer cuando terminan tercero de primaria (en detalle, hasta el 60% de los estudiantes de 10 años de colegios públicos y el 30% de colegios privados), de acuerdo con los datos del indicador de Pobreza de Aprendizaje calculado por el Banco Mundial. (Puede ver: Primer pregrado de Inteligencia Artificial en Colombia)
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
No es nuevo el problema de pobreza en el aprendizaje. Tampoco es un dato desconocido que en Colombia, por ejemplo, un porcentaje importante de niños y niñas no saben leer cuando terminan tercero de primaria (en detalle, hasta el 60% de los estudiantes de 10 años de colegios públicos y el 30% de colegios privados), de acuerdo con los datos del indicador de Pobreza de Aprendizaje calculado por el Banco Mundial. (Puede ver: Primer pregrado de Inteligencia Artificial en Colombia)
De hecho, como lo calificaba en esta columna Luz Karime Abadia, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana, este panorama es una “catástrofe nacional”. “A nivel regional hay municipios cuyo indicador de pobreza de aprendizaje es superior al 70%, como por ejemplo, el municipio de Uribia (94%) en La Guajira o San Andrés de Tumaco (88%) en Nariño”, detallaba.
Estos indicadores de pobreza educativa fueron un punto de partida para que la empresa Mentu, que tiene como misión impactar positivamente en la reducción de la pobreza de aprendizaje en América Latina, se pensara una aplicación para mejorar el panorama. Jose Rafael Espinosa, Director Ejecutivo de la compañía, cuenta que buscaban que con la tecnología se dignificara la labor docente, ofreciéndoles mejores prácticas educativas.
A los ojos de Espinosa, la clave para remediar estos indicadores era trabajar de la mano con los profesores. “Tienen una labor fundamental, pero cuentan con una serie de desafíos. Por ejemplo, muchos de ellos no tienen los recursos necesarios o los materiales para impartir su clase en las mejores condiciones”, añade. (Le puede interesar: Celulares en los colegios: ¿prohibirlos o regularlos?)
Entonces, dice Fernando Díaz del Castillo, Director de Aprendizaje, plantearon la posibilidad de que la plataforma sirviera como una “ayuda con su trabajo”, con el propósito, según cuenta, de reducirles su carga laboral y ayudarles a integrar mejores prácticas educativas en el aula. “Ya sabíamos que estaban usando herramientas tecnológicas, como WhatsApp, TikTok e incluso ChatGPT. La pregunta era cómo podíamos usar esa inteligencia artificial en pro de la educación”, argumenta.
Así fue como nació Shaia, una aplicación que describen como de “asistencia personal”, que funciona desde hace seis meses y está enfocada en los profesores para ayudarlos a diseñar experiencias de aprendizaje más personalizadas. ¿Cómo funciona? Lo primero que dicen Espinosa y Díaz del Castillo es que es una herramienta gratis, con el objetivo de que sea útil en todos los territorios del país.
Luego, plantean el ejemplo de cómo usarla a través de un profesor de matemáticas: “Él puede empezar con lo más básico que es la planeación de la clase: la aplicación muestra un formulario donde el docente pone información del contexto de la clase, como la cantidad de estudiantes o la temática que se va a manejar. La inteligencia artificial te genera un plan de clase adaptado a esas necesidades específicas”, explican. (Lea también: Las brechas que aún persisten en el acceso de las niñas a la educación)
Pero, de acuerdo con Díaz del Castillo, la herramienta puede llegar a ser más específica y adaptarse a los problemas cotidianos. Por ejemplo, ejemplifica, una mañana ese mismo docente tiene una clase de fracciones y de sus 10 estudiantes, hay una a la que le ha estado costando. El docente le pide a la app que combine esos ejercicios con los recientes incendios por los que ha atravesado el país. Entonces, Shaia, desarrolla los ejercicios puntuales para este caso y, muestra otros dirigidos a la estudiante a la que se le ha dificultado.
Además de este beneficio, Shaia ofrece otras ventajas, como modificar los planes de estudio, entregar un nuevo plan general, cambiar una actividad puntual o modificar la pedagogía de una de ellas. Con Shaia, dice Espinosa, “puedes planear clases, actividades, evaluaciones y aprendizaje basado en proyectos”.
Los retos que han enfrentado, apunta Espinosa, van más allá de los tecnológicos, pues es una herramienta que funciona desde cualquier celular, no necesita una tecnología sofisticada e incluso puede usarse sin internet. Sin embargo, añade, el gran desafío ha estado relacionado “con la familiaridad que van teniendo los profesores con la inteligencia artificial. Algunos le van perdiendo el miedo a ese mito de que es una tecnología que los va a reemplazar y, por el contrario, la ven como una aliada”.
Hasta el momento, Shaia funciona en 190 instituciones educativas en Colombia, República Dominicana y Perú y, con el objetivo de seguir llegando a más colegios, en Mentu están desarrollando nuevas funciones para Shaia, como una que ayude a los profesores a generar rúbricas de evaluación para sus estudiantes e ir ajustando los planes de aprendizaje. (Puede leer: Pruebas Icfes Saber 11: curso gratis de preparación al examen ¿cómo inscribirse?)
👩🏫📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre educación? Te invitamos a verlas en El Espectador. ✏📚