Educación de luto: desaparecen los programas Todos a Aprender y Viva la Escuela
Opinión: el exviceministro de Educación Preescolar, Básica y Media habla sobre el fin de dos programas de la cartera de Educación en Colombia.
Hernando Bayona Rodríguez
Muchos maestros en Colombia estamos de luto. La directiva ministerial 003 del 7 de diciembre de 2023 del Ministerio de Educación Nacional da fin a uno de los programas más emblemáticos del ministerio, el Programa Todos a Aprender (PTA); también acaba con el naciente programa Viva La Escuela lanzado por este mismo gobierno, que en tan solo un año ganó un importante reconocimiento no solo en las escuelas donde se implementó sino también entre las Facultades de Educación y las Escuelas Normales Superiores. (Le puede interesar: Presidenta de Harvard renunció a su cargo tras acusaciones por antisemitismo y plagio)
La directiva indica que el nuevo programa se denominará “Tutorías Para el Aprendizaje y la Formación Integral (PTA/FI 3.0)”, el cual estará “integrado a la Dirección de Calidad del Ministerio de Educación Nacional” y fusionará todas las estrategias de apoyo a la educación básica.
Aunque la directiva indica que se hicieron las revisiones metodológicas para “lograr una transición apropiada entre PTA 2.0 y el PTA/FI 3.0″ no entra en detalle sobre las razones por las cuales se da por terminado el Programa Todos a Aprender, lo cual resulta curioso, pues el mismo Ministerio celebró este año la primera década del Programa. Tampoco se indica directamente que se acaba con el Programa Viva la Escuela, pero esto se deduce de la sección de definiciones de la directiva y la forma en que fue invisibilizado en la nueva administración, la cual prohibió sacar a medios cualquier avance de Viva la Escuela.
Un programa de la relevancia (enlace) como el Programa Todos a Aprender merece un cierre más digno.
El Programa Todos a Aprender tiene (o tenía) un objetivo sencillo pero potente: “transformar las prácticas pedagógicas de los docentes con el fin de fortalecer los aprendizajes de los estudiantes.” Este objetivo entiende que primero deben modificarse las prácticas pedagógicas, en el sentido más amplio, para poder impactar en los aprendizajes de los estudiantes. Esta idea es fundamental, pues podríamos tener una jornada con mayor cantidad de horas o incorporar más áreas al currículo (música, teatro, etc.), pero nada va a cambiar en nuestras escuelas si no cambian las prácticas pedagógicas de los docentes. (Le recomendamos: “Ese jalón de orejas del presidente le rentó mucho al Mineducación”: ministra)
También es clave indicar que el Programa Todos a Aprender, que tiene más de una década de historia, ha sido ampliamente estudiado y reconocido mundialmente. Al hacer una búsqueda rápida por Google Schoolar se encuentran más de 3.000 referencias al Programa entre artículos, libros, conferencias, tesis de maestrías y tesis de doctorados. Estos documentos de carácter científico muestran que el Programa se convirtió en un objeto de estudio importante que genera evidencia. También es un síntoma positivo de que la profesión docente cada vez más se investiga a sí misma en la búsqueda de toma de decisiones basada en evidencia, en contraste con la toma de decisiones basadas en “pálpitos”, “ocurrencias” o “creencias”.
Las investigaciones sobre el Programa Todos a Aprender tienen una gran cantidad de enseñanzas, no sólo para los docentes que desean cambiar sus prácticas en el aula, sino para quienes toman decisiones en los gobiernos. Con toda esta investigación alrededor del Programa Todos a Aprender, es válido preguntarse ¿a qué se refiere la directiva que presenta el nuevo programa, cuando menciona que el enfoque educativo de esta propuesta ha sido “probado en Colombia y con resultados particularmente sólidos en la ciudad de Bogotá desde el 2012.”?
El Programa Todos a Aprender no sólo es reconocido por los docentes colombianos, también es reconocido por la comunidad internacional, destaco dos reconocimientos. En el 2018, el Programa Regional para el Desarrollo de la Profesión Docente en América Latina y el Caribe (PREDALC) reconoció al Programa Todos a Aprender por ser una experiencia innovadora en formación docente. En el 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) seleccionó al Programa Todos a Aprender como uno de los diez finalistas del Premio Hamdan bin Rashid Al-Maktoum, el cual se otorga cada dos años a las “prácticas destacables para el mejoramiento de la eficacia de los docentes en todo el mundo”. (También puede leer: Murió Juan Carlos Henao, exrector de la U. Externado y destacado jurista)
La potencia del Programa Todos a Aprender radica (o mejor, radicaba) en que son los docentes de carrera más destacados quienes apoyan a sus colegas en las escuelas con mayores necesidades de transformación pedagógica. En esencia, el Programa logró llegar a las escuelas y tener respaldo porque es un programa de maestros formando maestros. En contraste, el nuevo programa PTA/FI 3.0 abre una puerta al sector privado por medio de los denominados “facilitadores: personas vinculadas a entidades públicas, privadas y comunitarias del nivel nacional y territorial encargados de facilitar la formación para cada uno de los centros de interés definidos por los establecimientos educativos”; paradigmático en este gobierno en que todo se quiere estatizar.
Aunque no son claras las razones para acabar de tajo con un programa de la trayectoria de Todos a Aprender o del programa Viva la Escuela, esperamos que esta decisión no sea sólo una forma de borrar lo que se hizo antes para dejar una “impronta” de esta administración, sino que realmente responda a las necesidades del país.
Todos estamos de acuerdo que Colombia necesita hoy más que nunca una estrategia que permita cerrar las brechas de la desigualdad social; también estamos de acuerdo que la educación es uno de los mecanismos más potentes para lograr cerrar estas brechas. Por tanto, esperamos que el nuevo Programa Tutorías Para el Aprendizaje y la Formación Integral reconozca con transparencia y claridad lo que adoptó de los programas que absorbió. Además, y más importante, esperamos que este programa esté basado en evidencia sólida y demostrada, tenga unas bases pedagógicas claramente soportadas, un currículo muy bien definido y una operatividad simple.
Maestros y académicos quedamos atentos al documento de soporte técnico de este nuevo programa con el ánimo de aportar.
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Muchos maestros en Colombia estamos de luto. La directiva ministerial 003 del 7 de diciembre de 2023 del Ministerio de Educación Nacional da fin a uno de los programas más emblemáticos del ministerio, el Programa Todos a Aprender (PTA); también acaba con el naciente programa Viva La Escuela lanzado por este mismo gobierno, que en tan solo un año ganó un importante reconocimiento no solo en las escuelas donde se implementó sino también entre las Facultades de Educación y las Escuelas Normales Superiores. (Le puede interesar: Presidenta de Harvard renunció a su cargo tras acusaciones por antisemitismo y plagio)
La directiva indica que el nuevo programa se denominará “Tutorías Para el Aprendizaje y la Formación Integral (PTA/FI 3.0)”, el cual estará “integrado a la Dirección de Calidad del Ministerio de Educación Nacional” y fusionará todas las estrategias de apoyo a la educación básica.
Aunque la directiva indica que se hicieron las revisiones metodológicas para “lograr una transición apropiada entre PTA 2.0 y el PTA/FI 3.0″ no entra en detalle sobre las razones por las cuales se da por terminado el Programa Todos a Aprender, lo cual resulta curioso, pues el mismo Ministerio celebró este año la primera década del Programa. Tampoco se indica directamente que se acaba con el Programa Viva la Escuela, pero esto se deduce de la sección de definiciones de la directiva y la forma en que fue invisibilizado en la nueva administración, la cual prohibió sacar a medios cualquier avance de Viva la Escuela.
Un programa de la relevancia (enlace) como el Programa Todos a Aprender merece un cierre más digno.
El Programa Todos a Aprender tiene (o tenía) un objetivo sencillo pero potente: “transformar las prácticas pedagógicas de los docentes con el fin de fortalecer los aprendizajes de los estudiantes.” Este objetivo entiende que primero deben modificarse las prácticas pedagógicas, en el sentido más amplio, para poder impactar en los aprendizajes de los estudiantes. Esta idea es fundamental, pues podríamos tener una jornada con mayor cantidad de horas o incorporar más áreas al currículo (música, teatro, etc.), pero nada va a cambiar en nuestras escuelas si no cambian las prácticas pedagógicas de los docentes. (Le recomendamos: “Ese jalón de orejas del presidente le rentó mucho al Mineducación”: ministra)
También es clave indicar que el Programa Todos a Aprender, que tiene más de una década de historia, ha sido ampliamente estudiado y reconocido mundialmente. Al hacer una búsqueda rápida por Google Schoolar se encuentran más de 3.000 referencias al Programa entre artículos, libros, conferencias, tesis de maestrías y tesis de doctorados. Estos documentos de carácter científico muestran que el Programa se convirtió en un objeto de estudio importante que genera evidencia. También es un síntoma positivo de que la profesión docente cada vez más se investiga a sí misma en la búsqueda de toma de decisiones basada en evidencia, en contraste con la toma de decisiones basadas en “pálpitos”, “ocurrencias” o “creencias”.
Las investigaciones sobre el Programa Todos a Aprender tienen una gran cantidad de enseñanzas, no sólo para los docentes que desean cambiar sus prácticas en el aula, sino para quienes toman decisiones en los gobiernos. Con toda esta investigación alrededor del Programa Todos a Aprender, es válido preguntarse ¿a qué se refiere la directiva que presenta el nuevo programa, cuando menciona que el enfoque educativo de esta propuesta ha sido “probado en Colombia y con resultados particularmente sólidos en la ciudad de Bogotá desde el 2012.”?
El Programa Todos a Aprender no sólo es reconocido por los docentes colombianos, también es reconocido por la comunidad internacional, destaco dos reconocimientos. En el 2018, el Programa Regional para el Desarrollo de la Profesión Docente en América Latina y el Caribe (PREDALC) reconoció al Programa Todos a Aprender por ser una experiencia innovadora en formación docente. En el 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) seleccionó al Programa Todos a Aprender como uno de los diez finalistas del Premio Hamdan bin Rashid Al-Maktoum, el cual se otorga cada dos años a las “prácticas destacables para el mejoramiento de la eficacia de los docentes en todo el mundo”. (También puede leer: Murió Juan Carlos Henao, exrector de la U. Externado y destacado jurista)
La potencia del Programa Todos a Aprender radica (o mejor, radicaba) en que son los docentes de carrera más destacados quienes apoyan a sus colegas en las escuelas con mayores necesidades de transformación pedagógica. En esencia, el Programa logró llegar a las escuelas y tener respaldo porque es un programa de maestros formando maestros. En contraste, el nuevo programa PTA/FI 3.0 abre una puerta al sector privado por medio de los denominados “facilitadores: personas vinculadas a entidades públicas, privadas y comunitarias del nivel nacional y territorial encargados de facilitar la formación para cada uno de los centros de interés definidos por los establecimientos educativos”; paradigmático en este gobierno en que todo se quiere estatizar.
Aunque no son claras las razones para acabar de tajo con un programa de la trayectoria de Todos a Aprender o del programa Viva la Escuela, esperamos que esta decisión no sea sólo una forma de borrar lo que se hizo antes para dejar una “impronta” de esta administración, sino que realmente responda a las necesidades del país.
Todos estamos de acuerdo que Colombia necesita hoy más que nunca una estrategia que permita cerrar las brechas de la desigualdad social; también estamos de acuerdo que la educación es uno de los mecanismos más potentes para lograr cerrar estas brechas. Por tanto, esperamos que el nuevo Programa Tutorías Para el Aprendizaje y la Formación Integral reconozca con transparencia y claridad lo que adoptó de los programas que absorbió. Además, y más importante, esperamos que este programa esté basado en evidencia sólida y demostrada, tenga unas bases pedagógicas claramente soportadas, un currículo muy bien definido y una operatividad simple.
Maestros y académicos quedamos atentos al documento de soporte técnico de este nuevo programa con el ánimo de aportar.
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