Tras nueve días de alerta por contaminación atmosférica en Cúcuta y su área metropolitana, las autoridades de ese municipio informaron una serie de medidas que incluyen el uso de tapabocas en toda la ciudad, la prohibición de hacer deporte al aire libre y el fin de las clases presenciales en las instituciones educativas hasta nueva orden. Según el monitoreo de la Autoridad Ambiental, Corponor, se registran 17 horas continuas con nivel de alerta -en rojo-, por mala calidad del aire en la capital nortesantandereana.
Las nuevas determinaciones se tomaron en una nueva reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU), que contó con la participación de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad; la viceministra de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Tatiana Roa Avendaño; el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry Prieto; delegados de la Cancillería, de la Embajada de Colombia en Venezuela, delegados del gobierno del vecino país y los alcaldes del Área Metropolitana de Cúcuta.
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“Tenemos siempre que estar vigilando las condiciones atmosféricas. Aquí el objetivo 1A es la protección de la salud, Corponor nos está mostrando que hay unos riesgos. Desde el sector ambiental seguiremos trabajando de la mano de la autoridad ambiental en el seguimiento y con el Ministerio de Venezuela en cómo podemos disminuir estas emisiones”, señaló la ministra Muhamad. Entre las medidas se incluyó también que las industrias que operen con calderas (tintorerías, lavanderías, curtiembres, fundidoras y asfalto) deberán funcionar a un 50 % de capacidad y la modificación del pico y placa incluso en el transporte público.
En lo que se refiere a la educación, a partir de este martes 19 de marzo no habrá clases en las instituciones educativas públicas o privadas, institutos técnicos y en las universidades del municipio. Las autoridades municipales y regionales hacen un llamado a la ciudadanía para que acate todas las medidas señaladas, dado que, “ante la emergencia por mala calidad del aire, debe prevalecer la integridad humana y la salud de quienes habitan en la capital de Norte de Santander y los municipios del área metropolitana”.
De acuerdo con Rafael Humberto Camacho, director de Corponor, la autoridad ambiental de esta región, el color naranja y rojo que ha estado arrojando las estaciones de medición indica que hay una alerta y que se deriva de un fenómeno climático denominado inversión térmica. La última vez que este fenómeno se presentó en la ciudad fue en 2020, cuando, según recuerda Camacho, se reportó una emergencia por la calidad del aire. El fenómeno de inversión térmica se “presenta cuando la temperatura en las capas superiores de la atmosfera es mayor a la que se registra en la superficie, cuando lo normal es que abajo sea más caliente que arriba”. (Puede ver: La contaminación del aire no nos afecta a todos por igual)
Estas condiciones hacen que en las zonas afectadas la contaminación quede estancada en el aire y, como consecuencia, se termine formando una ‘nata de contaminación’, como se conoce popularmente.
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