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Tras meses de investigaciones sobre su trabajo científico, el presidente de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), Marc Tessier-Lavigne, renunció este miércoles 19 de julio. ¿Por qué tomó la decisión? (Lea también: El sueño de entrar a una universidad pública: solo pasa el 48% de los inscritos).
Al parecer, Tessier-Lavigne estaba siendo investigado por un panel de científicos debido supuestas inconsistencias en trabajos académicos había supervisado, e incluso publicado, décadas atrás (No se pierda: “La U. Nacional apenas tiene un docente por cada 20 estudiantes”, rectora Montoya).
Tessier-Lavigne enfocaba su investigación en la causa y tratamiento de enfermedades cerebrales degenerativas, como el Alzheimer y el Párkinson. De hecho, una de las acusaciones más graves en su contra tiene que ver con un artículo publicado en 2009 sobre el Alzheimer que, al parecer, tenía “múltiples problemas” y “carecía de rigor”. Otros dos artículos publicados en la revista Nature tenían las mismas fallas.
Incluso, se había llegado a afirmar un presunto fraude que más tarde fue rebatido. Como consecuencia, Tessier-Lavigne se retractó de dos publicaciones realizadas en 1999 y 2001 sobre el mismo tema, pero esto no fue suficiente, pues el panel de expertos concluyó que, aunque los ocurrieron antes de que él asumiera la presidencia de Stanford, esa problemática podría quitarle prestigio a esa universidad, reconocida como una de las más destacadas del mundo.
“Espero que haya más discusión sobre el reporte y sus conclusiones, por lo menos en un futuro cercano, ya que esto podría conllevar al debate sobre mi habilidad para liderar la universidad en el nuevo año académico”, dijo Tessier-Lavigne en un comunicado posterior a su renuncia.
Él continuará como presidente hasta finales de agosto, y el 1 de septiembre entrará su relevo al cargo, Richard Saller, un profesor de Estudios Europeos en Stanford.
¿Hace cuánto existían las acusaciones contra Tessier-Lavigne?
Surgieron por primera vez hace años en PubPeer, un portal en línea para publicar y discutir sobre trabajos científicos. Luego resurgieron en The Stanford Daily, el periódico estudiantil de esa universidad donde se publicaron una serie de artículos que cuestionaban la precisión y honestidad del trabajo producido en los laboratorios que Tessier-Lavigne supervisaba.
Resulta que él inauguró una escuela en Stanford llamada la Doerr School of Sustainability, cuyo propósito era buscar soluciones al cambio climático. Sin embargo, en el informe de 89 páginas del panel de expertos que analizaron las acusaciones contra Tessier-Lavigne, se concluyó que los miembros de los laboratorios se involucraron en prácticas y manipulaciones inapropiadas, lo que resultó en fallas significativas en cinco artículos que mencionaron al Dr. Tessier-Lavigne como el autor principal.
Pero eso no fue todo, porque el panel también encontró que Tessier-Lavigne no tomó medidas suficientes para enmendar los errores, como el que ocurrió con el artículo sobre Alzheimer en 2009, cuyo hallazgo clave era incorrecto. Las fallas citadas por el panel involucraron un total de 12 artículos, en los que Tessier-Lavigne figuraba como autor principal o coautor.
Sin embargo, una de las conclusiones de los expertos que revisaron el trabajo del expresidente dijo que él no participó en las manipulaciones y tampoco sabía de ellas en su momento. Incluso, Tessier-Lavigne intentó corregir varias de las publicaciones, pero las revistas académicas negaron su pedido.