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Al medio día de este martes, 23 de julio, el presidente de la República Gustavo Petro, posesionó al nuevo ministro de Educación, José Daniel Rojas, que había sido anunciado como el sucesor de Aurora Vergara el pasado 9 de julio.
A través de su cuenta de X (antes de Twitter), Petro señaló que Rojas “debe lograr expandir las facultades de ciencias de la salud en todo el país, debe generar un sólido aprendizaje en medicina general y atención primaria, debe enseñar a trabajar en equipo y de manera solidaria, debe enseñar la dignidad del ser humano por encima de cualquier otro valor. El derecho a la salud es lo más cercano al derecho de vivir”.
José Daniel Rojas es economista de la Universidad Santo Tomás y es maestrante en Ciencias Económicas. Además, se lee, tiene experiencia en implementación y evaluación de Políticas Públicas Poblacionales y seguimiento a Políticas macroeconómicas.
Rojas ha sido Gestor Territorial Juventud en el Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal (IDPAC), “se ha desempeñado en la Secretaría Distrital de Integración Social de la Alcaldía de Bogotá como asesor en Política Pública y Secretario en el área de Planeación Territorial”. Además, ha sido asesor en Políticas Macroeconómicas en el Senado de la República.
El nuevo ministro de Educación también ha sido conocido por ser un funcionario muy cercano al presidente Gustavo Petro y un escudero de su proyecto político. De hecho, fue quien estuvo al frente de la coordinación del empalme del gobierno y fue el jefe programático del plan de gobierno.
Rojas es, incluso, una de las figuras que es percibida dentro del Gobierno como un aliado muy cercano al presidente. Algunos lo han descrito como alguien “más petrista que el propio presidente”.
¿Qué retos le esperan a Rojas en el ministerio de Educación?
Daniel Rojas recibe un ministerio de Educación que enfrenta serios desafíos. Uno de los principales tiene que ver con el modelo de salud de los maestros del sector público colombiano, que ha generado varios traumatismos entre los profesores.
Como ya lo hemos contado en varias oportunidades en este diario, el cambio ha generado varios traumatismos. Son frecuentes las quejas que hay en la Fiduprevisora sobre la dificultad para acceder a citas y para obtener medicamentos.
Gran parte de la dificultad tiene que ver con los miles de contratos que debió gestionar esa entidad con los hospitales que prestaban el servicio a los profesores. En palabras del exministro de Salud y de Educación, Alejandro Gaviria, la trataron de convertir en una EPS de un día para otro.
“Eso no fue lo que les vendimos a los maestros”, había dicho, incluso, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo en un debate de control político realizado a finales de mayo.
El nuevo ministro tendrá en sus manos otra tarea: sacar adelante la prometida reforma a la Ley 30, que regula la educación superior en Colombia. Aunque había sido uno de los puntos que Vergara quiso concretar, tan solo se avanzaron en negociaciones. Hace tres semanas, ella le había dicho a El Espectador que, por el momento, se encontraban en una “gran mesa de concertación nacional. De la misma manera que hemos propuesto espacios de diálogo con la ley estatutaria, lo hemos hecho con la Ley 30. Una vez se surtan todos los diálogos regionales, publicaremos en la página web del ministerio toda esta información”.
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