La universidad que quiere construir la política ambiental para la Amazonía
En entrevista con El Espectador, Fabio Buriticá Bermeo, rector de la Universidad de la Amazonia en Florencia, Caquetá, afirmó que esa institución pública quiere participar en la construcción de una política ambiental para la región. ¿Cómo lo logrará?
Luisa Fernanda Orozco
La Universidad de la Amazonia está en el epicentro de una de las regiones más biodiversas del mundo, que además comprende el 23,3 % del territorio colombiano. Tiene sedes en cuatro departamentos: Amazonas, Putumayo, Guaviare y Caquetá, y en la capital de este último, Florencia, tiene su sede principal. Es por ello que su rector, Fabio Buriticá Bermeo, le dijo a El Espectador que esta institución de educación superior pública quiere participar en la construcción de una política ambiental y de sostenibilidad para que, entre otras cosas, sean los estudiantes quienes, desde las aulas de clase, desarrollen una economía propia de la región.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
La Universidad de la Amazonia está en el epicentro de una de las regiones más biodiversas del mundo, que además comprende el 23,3 % del territorio colombiano. Tiene sedes en cuatro departamentos: Amazonas, Putumayo, Guaviare y Caquetá, y en la capital de este último, Florencia, tiene su sede principal. Es por ello que su rector, Fabio Buriticá Bermeo, le dijo a El Espectador que esta institución de educación superior pública quiere participar en la construcción de una política ambiental y de sostenibilidad para que, entre otras cosas, sean los estudiantes quienes, desde las aulas de clase, desarrollen una economía propia de la región.
Buriticá Bermeo tiene una maestría en física en la Universidad Nacional de Colombia. Cursó su pregrado en matemática y física en la Uniamazonia, y allí es actualmente estudiante del doctorado en ciencias naturales y desarrollo sustentable. Ocupa el cargo de rector desde 2020, y el año pasado fue reelegido hasta 2025.
Esta institución también estuvo en el centro del debate de violencias basadas en género: durante 2021, estudiantes de la Uniamazonia hicieron plantones y asambleas para denunciar supuestos casos de acoso por parte de profesores, como lo contó El Espectador. (Lea también: Los reclamos de estudiantes y profesores en la U. de la Amazonia).
El Espectador: En 2022, se hicieron públicas las denuncias por presuntos casos de violencias basadas en género en la institución. En un artículo de El Espectador a finales de ese mismo año, usted afirmó que la Universidad de la Amazonia no contaba con las herramientas para tomar acciones frente a los docentes acusados y los estudiantes denunciantes. ¿Qué se ha avanzado en cuanto a rutas de atención para las víctimas?
Fabio Buriticá Bermeo: Hoy en día, el gran debate a nivel nacional se da alrededor del acoso sexual. Como Universidad de la Amazonia, tenemos que construir una política en dos líneas: la primera es de formación para generar en los jóvenes un respeto hacia el otro. La segunda trata de asumir los casos: no es un secreto para nadie que el acoso sexual aparece en muchas instituciones. Ahí tenemos una ruta para garantizar a las partes el debido proceso.
A través del Acuerdo 17 de nuestro Consejo Superior, tenemos la Política de equidad de género, identidad, orientación sexual y no discriminación. Queremos hacerle frente, pero no queremos hacer una política represiva frente a los casos actuales.
¿Cómo está construida la ruta mediante la que los estudiantes pueden denunciar presuntos casos de acoso o violencia de género?
La Universidad de la Amazonia tiene una estructura orgánica. Tenemos una oficina de control interno disciplinario. También tenemos la oficina de género. Entre ambas oficinas, se trabaja de manera compaginada para hacer el proceso de investigación. Por ahora no son muy ágiles, son un poco lentos, porque en el camino estamos acomodando la política para que sea más efectiva.
En la oficina de género, la persona que ha sido víctima tiene a disposición personal psicológico y médico. Sin embargo, también debemos partir de la presunción de inocencia del acusado. Solo al final de la investigación se dará un veredicto.
¿Cómo se encuentra la situación financiera actual de la universidad?
Consolidamos una propuesta de sostenibilidad económica para la institución. Hicimos una evaluación de todas las dependencias del personal administrativo, y tomamos la decisión de trabajar con el mínimo de funcionarios para reducir el déficit. También manejamos una austeridad en el gasto. En el 2022, diciembre, logramos cerrar el déficit financiero que teníamos y, en este momento, podemos decir que la Universidad de la Amazonia es financieramente estable.
El edificio Yapurá, ubicado en la sede de Uniamazonia en Florencia, había sido declarado por la Contraloría como un “elefante blanco”, o sea una propiedad que generó grandes gastos y no entregò los resultados correspondientes a la suma invertida. ¿Qué ha sucedido con la infraestructura?
Nombré un equipo supervisor para que se hiciera cargo. Ellos revisaron todo el proceso de la contratación del edificio, ya llevábamos más de cinco años en su construcción con un presupuesto pactado en 28 mil millones de pesos, y luego del trabajo conjunto, logramos culminar en 2021. Hoy en día, el edificio Yapurá está habilitado para recibir a 3.500 mil estudiantes, y logramos sacarlo de la lista de elefantes blancos de Colombia (Lea también: Violencia sexual en la UdeA de Medellín: una problemática histórica).
En 2021, uno de los problemas que identificó uno de los tres sindicatos de la universidad tuvo que ver con la reducción de la planta de docentes. Según las cifras que manejan, de 748 que había en 2019, pasaron a ser 630 en 2021. ¿Actualmente cómo está la situación de la contratación de docentes ocasionales y catedráticos en la universidad?
Comenzamos a mejorar la contratación de los docentes ocasionales, quienes actualmente tienen contrato a 11 meses y medio. También, en 2021, tomamos la decisión de debatir y aprobar el pago de prestaciones sociales que los profesores catedráticos exigían.
¿Qué posición tiene la Universidad de la Amazonia frente a la reforma a la Ley 30?
Nosotros no estamos hablando como universidades independientes para la reforma. Desde el Sistema Universitario Estatal (SUE), hay un equipo de trabajo que está trabajando de la mano con el Ministerio de Educación. Nuestro principal objetivo es sanear el desfinanciamiento de las universidades públicas para aumentar la cobertura en nuestros programas, y dar unas condiciones dignas para nuestros docentes, administrativos y estudiantes.
Hoy en día, la Universidad de la Amazonia tiene un 37% de su financiamiento basado en recursos propios, o sea con la venta de servicios. Nosotros queremos apuntar a que esa financiación no sea propia, sino también con recursos del Estado. Si tenemos un financiamiento del 100% por parte del Estado, por ejemplo, podríamos contratar a más docentes de planta.
Dado esto, ¿la Universidad de la Amazonia está preparada para ampliar la cobertura con las condiciones que tiene? Por ejemplo, para ayudar a abrir los 500 mil nuevos cupos que pretende el Gobierno Petro.
Nosotros, respecto a ese aumento de cobertura, hemos venido trabajando con el Sena. Los jóvenes que se vinculan al Sena, el gran sueño es que cuando terminen sus semestres, puedan entrar a la Universidad en su quinto semestre. Esa sería una gran apuesta para lograr los 500 mil nuevos cupos (Lea también: El pueblo en la Guajira que busca una menstruación digna para 1.300 mujeres).
Pero aquí hay un gran reto, y es poner a conversar al Sena con las universidades para que sus currículos puedan estar acorde a las exigencias que nosotros tenemos. Muchos jóvenes que hoy están terminando en el Sena, podrían comenzar su ciclo en las universidades. Nosotros hemos visto que el 80 % de los estudiantes del Sena podrían homologar lo que vieron y comenzar la carrera que elijan a partir del quinto semestre. Como Universidad de la Amazonia lo vemos como un gran reto, pero tenemos la disposición para hacerlo.
¿Cómo observa la Universidad de la Amazonia las decisiones que se tomaron de no continuar con programas como Ser Pilo Paga y Generación E?
Nosotros entendemos que lo último que los jóvenes quieren es endeudarse para estudiar. Pero debemos llegar a un punto de encuentro: que los jóvenes y las universidades salgan favorecidas, y que las entidades estatales puedan cumplir con sus indicadores.
¿Cuáles son los retos que tiene la Universidad de la Amazonia para este 2023?
El primero es poder aportar al gran indicador del Gobierno nacional en los 500 mil cupos. Estamos seguros de que, con la apertura de nuestras nuevas sedes, podremos brindar un indicador muy importante.
El segundo gira en torno al tema ambiental: queremos construir la política ambiental y de sostenibilidad para la Amazonía colombiana, acorde a la visión que tenemos como región y eso nos permita crecer económicamente.
El tercero trata sobre la paz total. Nosotros consideramos que, desde la academia, podemos ayudar en ese proceso. Hoy en día, tenemos alianza en procesos territoriales para acompañar a las personas que hicieron parte de la firma del Acuerdo de Paz con las extintas Farc en 2016. Hemos venido trabajando en formar y entregar títulos a excombatientes, para reincorporarlos a la sociedad y derribar estigmas. También queremos brindarles herramientas para que construyan o mejoren sus proyectos productivos.