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Este miércoles 25 de mayo se conoció una controversial carta redactada por algunas familias de Medellín, cuyos hijos están en uno de los colegios más prestigiosos de la ciudad: la Corporación Colegio Alemán. En ella manifiestan su “gran inconformidad” por la admisión de las hijas del alcalde (suspendido) Daniel Quintero. (Lea Educación, tema clave entre los candidatos. Pero, ¿qué tan viables son sus propuestas?)
“La familia Quintero Osorio se ha hecho públicamente famosa por atacar, descalificar, deshonrar y buscar destruir de manera sistemática y descarada, sin prueba alguna, toda la estructura social y empresarial fundada en los grandes valores (...) que durante años hemos admirado y de la cual nos sentimos inmensamente orgullosos. Con este proceder han sacado réditos políticos y económicos, habiendo encontrado eco en algunos sectores incautos de la sociedad”, escriben los padres de un poco más de 20 familias.
La misiva, revelada por la periodista Ana Cristina Restrepo, columnista de este diario, fue firmada, según pudo constatar El Espectador, por 23 familias (en la institución hay cerca de 1.100 estudiantes). Aunque en los primeros párrafos aclaran que no se trata de un asunto político, ni de partidos, ni de tampoco de apoyo a candidatos presidenciales, ni menos de poner en entredicho el derecho a la educación”, sus argumentos muestran otra cosa.
“Han pasado ya varios meses desde que nos enteramos de esta admisión; sin embargo, no queremos dejar de manifestarles nuestra gran inconformidad, ya que no encontramos una explicación -ni siquiera en la apertura y liberalidad practicadas por la institución-, para que el Colegio haya tomado esta decisión, pues son incontables las actuaciones que se han hecho públicas y que dan cuenta inequívoca de que los valores practicados por ellos, van en abierta contravía de la fundamental identificación que en este trascendental aspecto tiene que existir entre las familias y el Colegio, muy por encima de cualquier viso de apertura a diferentes ideologías”, señalan en otro apartado.
“(...) En nuestro sentir, esta decisión nos indigna y raya en una afrenta a la mayoría de familias que encontramos lo que queremos inculcar en nuestros hijos, se logra con una escala de valores muy diferente”, escriben.
La carta está dirigida a la junta directiva del colegio, que hace parte de la red de cerca de 140 colegios alemanes en el exterior, y fue recibida por la rectora Anke Käding, este 25 de mayo en horas de la mañana.
Para los padres y madres autores de la carta, la admisión de las hijas de Daniel Quintero en el colegio fue “sorpresiva”, pues “al margen del derecho a la educación, los criterios y la discrecionalidad observados históricamente por el colegio parecen haber sido inexplicablemente omitidos”.
“Se trata de manifestar el sentir de muchos antioqueños que vivimos y crecimos en esta tierra, que hemos sido testigos, en muchos casos partícipes y que admiramos forma como el empresariado antioqueño ha marcado un camino ético en la forma de hacer empresa, fundamentado en valores como la honestidad, la honradez, la transparencia, el respeto, el esfuerzo, aportando a la sociedad con una activa interrelación empresa-sistema educativo-Estado”, anotan quienes redactaron la carta.
Más adelante añaden que “han sido testigos de los principios de selección que ha aplicado el colegio todos estos años y de cómo orgullosamente nos han manifestado que los mismos están enfocados en seleccionar las familias más que los niños y, a su vez, hemos percibido los réditos que este principio rector ha demostrado en el resultado del proceso educativo. Entendemos que al Colegio lo hace grande el que los niños sean buenos como producto indesligable de lo buenos que deben ser los principios profesados y practicados por las familias a las que pertenecen”.
¿Qué opina el colegio?
El Espectador se contactó con la rectora Anke Käding para conocer su opinión. Después de conversar con la junta directiva, reitera que la posición del colegio es clara: “Nuestra posición como institución, avalada por el Gobierno de Alemania, es que nuestra filosofía, valores y principios que orientan la formación de los estudiantes están asociados al pensamiento crítico, al respeto de la diferencia por el otro, al pluralismo y a la democracia”.
Según Käding, la institución es un colegio apolítico y no confesional, cuyo único interés es “brindar una educación de calidad y respetar los valores. Somos una red de 140 colegios en el extranjero y todos compartimos esta filosofía. Tenemos la responsabilidad de formar a estudiantes para un mundo globalizado”.
Käding asegura que no tomarán ninguna medida, pero darán una respuesta oficial para que toda la comunidad tenga clara su posición. “Nosotros siempre hemos estado abiertos al diálogo, así que invitamos a cada miembro de la institución que, si tiene inquietudes, se contacte con nosotros a través de canales de comunicación formales”.
Por su parte, Daniel Quintero se pronunció en Twitter. “Dolor en el alma”, escribió.
Dolor en el alma. https://t.co/bTZLlZhozl
— Daniel Quintero Calle (@QuinteroCalle) May 25, 2022
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