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Este martes se conocieron los resultados de las pruebas Pisa, que en esta edición se encargó de evaluar los conocimientos en matemáticas, lectura y ciencia de los estudiantes de 15 años de 81 países miembros y asociados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esta evaluación es el primer análisis que recopila datos y cifras a gran escala sobre el rendimiento, el bienestar y la equidad de los estudiantes antes y después de las interrupciones por la pandemia por el coronavirus. (Lea: Ley estatutaria de educación, a punto de pasar su primera prueba en el Congreso)
Singapur fue el país que tuvo mejor resultados en esta edición y su éxito, dice la OCDE, se debe a que priorizan la calidad de la enseñanza sobre el tamaño de las clases y a los mecanismos de financiación que alinean los recursos con las necesidades. Este caso, añade la organización, “ha demostrado que es posible establecer un sistema educativo de primer nivel, incluso partiendo de un nivel de ingresos relativamente bajo”. Además, resalta que es uno de los pocos países que muestra una mejora constante a lo largo del tiempo.
A pesar de este complejo y desafiante panorama por el coronavirus, los resultados de este examen, que se aplicó durante 2022, muestran que, al menos 31 países y economías, lograron mantener su desempeño en matemáticas desde 2018, cuando se llevó a cabo la última prueba Pisa. Entre los países están Australia, Japón, Corea, Singapur y Suiza. (Vea Cómo le fue a Colombia en las Pruebas Pisa)
Otro resultado llamativo resalta que varios países lograron avances significativos hacia la educación secundaria universal, clave para permitir la igualdad de oportunidades, como Camboya, Colombia, Costa Rica, Indonesia, Marruecos, Paraguay y Rumania. Estas naciones, dice el informe, “han ampliado rápidamente la educación a poblaciones previamente marginadas durante la última década”.
Sin embargo, al margen de estos resultados favorables, el promedio de la OCDE registró una caída sin precedentes en el desempeño en comparación con las pruebas practicadas en 2018. Por ejemplo, en lectura el rendimiento cayó diez puntos, mientras que en matemáticas el panorama es inquietante, pues la disminución fue de 15 unidades. (Puede escuchar: Impertinente: Educación inclusiva y gratuita, el reto de la ley estatutaria de educación)
“Esto quiere decir que se considera que uno de cada cuatro jóvenes de 15 años tiene un rendimiento bajo en matemáticas, lectura y ciencias en promedio en los países de la OCDE”, advierte el informe y resalta que esta tendencia (a la baja) es más pronunciada en 18 países y economías. “Allí más del 60% de los jóvenes de 15 años se están quedando atrás”, apunta.
La caída en el puntaje, explica la entidad, se debe a diversas variables, como la pandemia por el coronavirus. Los resultados, anota, muestran que algunos sistemas educativos encontraron mejores estrategias que otros durante y después del cierre de escuelas relacionadas con la pandemia e incluso aprendieron de la experiencia.
Estos sistemas tienen puntos en común: “mantuvieron las escuelas abiertas por más tiempo para más estudiantes; los alumnos encontraron menos obstáculos para el aprendizaje virtual; y trabajaron para fortalecer las asociaciones entre padres y planteles educativos”. Los cuatro países y economías que mejoraron su desempeño son Brunei, Camboya, República Dominicana y China Taipei.
¿Cómo le fue a Colombia?
Colombia, a diferencia de otros países de la OCDE, ha mantenido notablemente estables los resultados durante un largo período de tiempo. En 2018, sus resultados fueron 391 en matemáticas, 412 en lectura y 413 en ciencia; mientras que en 2022 en matemáticas obtuvo 383 puntos; en lectura 409; y en ciencia 411. Ahora, ocupa el puesto 58 en la lista de resultados.
Pero, ¿a qué se debe esta tendencia? Aunque es muy pronto para sacar conclusiones, Óscar Sánchez, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, tiene varias hipótesis, todas ellas aún por estudiar en profundidad. Sánchez señala que, de pronto, en la pandemia, Colombia hizo las cosas “menos mal de lo que nos imaginábamos. Fui muy crítico con el Gobierno pasado porque me parecía que no se estaban reconociendo problemas, sobre todo con los temas de deserción”.
Sánchez añade que “muchos maestros se las ingeniaron para resolver a punta de celular, con pura creatividad, la forma en la que iban a continuar dictando sus clases”. Otra hipótesis apunta a que los programas de alimentación escolar hayan hecho que el vínculo entre la familia y la escuela no se perdiera del todo. El viceministro enfatiza en que, sin embargo, todas estas son hipótesis que requieren de un respaldo científico. (Le puede interesar: Se cayó la polémica propuesta que buscaba desfinanciar Jóvenes a la U en el Concejo)
A los ojos de Gloria Bernal, directora del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, Colombia está rezagada con respecto al promedio de los países. En su análisis resalta que casi ningún estudiante colombiano quedó en los más altos niveles de desempeño en matemáticas, comparado con 9% del promedio, y 41% de Singapur, el país con mejor desempeño.
Bernal dice que esta brecha de matemáticas en la actualidad precede una ampliación de la brecha en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Hace énfasis en que una deficiencia “en matemáticas implica menos potencial de desarrollo nacional en carreras STEM”. En cuanto a las deficiencias en lectura, señala que “también implica retrasos en el aprendizaje de muchas otras áreas y otras barreras como la posibilidad de leer críticamente o de acceder a ciertos empleos”.
La pandemia, sin embargo, no es la única causa de esta disminución en los resultados. Andreas Schleicher, asesor especial de política educativa de la OCDE, explica que el puntaje en lectura y ciencias ya venía disminuyendo desde antes. “Las tendencias negativas en el rendimiento en matemáticas, por ejemplo, ya eran evidentes antes de 2018 en Bélgica, Canadá, Finlandia, Francia, Hungría, Islandia o Países Bajos”, anota y aclara que la relación entre los cierres de colegios por el coronavirus, relacionado como la principal causa de la disminución del rendimiento, “no es tan directa”.
Para explicar este punto, Schleicher aclara que más de la mitad de los estudiantes vivieron cierres durante más de tres meses. Pero, los resultados de la prueba no reflejan una diferencia clara en las tendencias de desempeño entre los sistemas educativos con cierres de escuelas cortos, como Islandia o Suecia, y aquellos que experimentaron cierres más prolongados, como Brasil o Jamaica.
La OCDE señala que “los niños nacidos alrededor de 2002 y 2006 que realizaron la prueba PISA en 2018 y 2022 probablemente tuvieron experiencias educativas y de vida diferentes a las de cohortes anteriores, pero no todas las diferencias se deben a la pandemia”. Por eso, para esta edición, las experiencias educativas de los jóvenes fueron evaluadas al igual que otros factores, como la migración.
Por ejemplo, las puntuaciones en matemáticas fueron 15 puntos más altas, en promedio, en aquellos países o economías donde los estudiantes coincidieron en que tenían buen acceso a la ayuda de los profesores, una herramienta que fue clave durante la educación virtual. A pesar de esta variable, solo uno de cada cinco estudiantes informó que durante el año pasado recibió ayuda adicional de los profesores en algunas lecciones de matemáticas. (Lea también: El programa para que universidades paguen los intereses que deben estudiantes al Icetex)
Una de las recomendaciones que ofrece la organización es la de garantizar una igualdad de oportunidades que esté “basada en el mérito. La resiliencia de nuestros sistemas educativos será fundamental para mejorar los resultados del aprendizaje medidos a través de PISA y para su eficacia a largo plazo”, concluye Mathias Cormann, director general de la OCDE.
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