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Fred Gustavo Manrique Abril es enfermero egresado de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, Máster en Salud Pública de la Universidad Nacional y Doctor en Salud Pública de la Universidad Andina Simón Bolívar. Cuenta con 19 años de experiencia laboral de los cuales 12 los ha dedicado al sector público y 6 al privado. (Vea a los demás candidatos en: Elija al rector de la Universidad Nacional)
¿Por qué decidió lanzar su candidatura a la rectoría de la Universidad Nacional?
Mi interés por lo público viene mucho antes de mi ingreso a la U. Nacional. De Socha (Boyacá) han salido distinguidos líderes del movimiento estudiantil. Cuando estaba en la universidad de mi pregrado siempre busque tener una activa participación en el debate educativo. En la actualidad estamos en la U. Nacional con un grupo de amigos de la facultad de enfermería, nos proponemos dar un giro a la Universidad hacia la salud y la educación pública y no de lo público como derecho, y de la implicación social que debe tener.
¿Qué propuesta tiene para internacionalizar la Universidad?
Por un lado cabe señalar que los convenios son un punto esencial de la internacionalización, pero no es sólo la firma, sino que hay que volverlos operativos, hacer las gestiones para que financien las estadías de los estudiantes y buscar que las grandes empresas y las compañías multinacionales devuelvan, en ese pacto social, posibilidades de becas de estancia, sobre todo a estudiantes de pregrado.
También debemos revisar que la financiación se haga con multinacionales, sector privado, empresas públicas y fundaciones que colaboren en la educación. Otro punto clave de la internacionalización es que pueda tener sedes en otros países, podemos ser consultores internacionales y tener recursos importantes para la nación.
Un tema muy inquietante para los estudiantes es el tema de infraestructura. ¿Qué propone en este campo?
Hay que hacer un plan arquitectónico a largo plazo. En tres años de rectoría no se logra. Inicialmente, lo inmediato es la caídas de los techos y la infraestructura que se derrumba en la Universidad, es que algunos ya no soportan la modernidad tan fácil. Dicha transformación hay que hacerla paulatinamente. Existen otros ejemplos interesantes en la Universidad, como el caso de un egresado que dona un edificio, un principio para que otros lo hagan. Eso no significa que se pierda la financiación estatal de la educación.
¿Cómo va a buscar la financiación para la Universidad?
La reforma a la Ley 30 se tiene que dar porque hay un punto de negociación interesante para revisar y es el referente a cómo se financia la universidad pública del país. No es un capricho de un sólo rector sino del Sistema Universitario Nacional que necesita esa financiación. No hay que buscar recursos únicamente para la Nacional sino para todo el sistema universitario y durante estos últimos 20 años se ha visto un esfuerzo posible de la Universidad vendiendo servicios, de investigación y extensión que aportan al presupuesto de la Universidad Nacional y que han permitido que este crezca paulatinamente.
Explique un poco más ese tema de presupuesto…
Algunos hacen las cuentas de que crecen paulatinamente, y no igual al número de estudiantes. Si yo divido 1.3 billones en 51.000 estudiantes como si fuera el único gasto, tenemos una inversión de 25 millones de estudiante año, que comparado con universidades de talla internacional es altísimo el valor percapita estudiante. Entonces el problema no es solo de financiación, podemos pedir más presupuesto, pero si no sabemos gastarlo o distribuirlo, si no apropiamos los recursos a futuro, si no hacemos las inversiones claras, de nada sirve tener mucho dinero.
¿Y eso en qué se traduce?
Propenderemos por tener la financiación estatal, negociación directa y presentación de un proyecto de Ley con el Congreso y un proyecto de financiación especifico de la Universidad Nacional de Colombia y es claro que lo más importante es un plan de manejos de recursos al interior de Universidad. Cada vez que hay recursos adicionales no se ven reflejados directamente al interior de Nacional, pareciera que se invierten en otros lados. Entonces eso es lo más importante, no es tanto más recursos sino apropiar los recursos suficientes sin despilfarrar el gasto público.
¿Cómo va a fomentar la investigación al interior de la Universidad?
La Universidad tiene un ranking interesante, pero no nos podemos quedar en eso. La Universidad debe entrar a dialogar un punto esencial con Colciencias que define la política institucional. La Universidad sigue el derrotero de medición de grupos de investigación pero va más allá y está haciendo avances en el plano internacional, lo importante es el reconocimiento de las personas. La ciencia no la hacen las paredes ni la infraestructura del campus, la ciencia la hacen las personas que estamos en la Universidad Nacional y dejamos en alto su nombre. Se trata de tener ‘papers’, revistas indexadas, conferencias internacionales, patentes, desarrollos posibles para la industria. Eso es lo que realmente hace falta, estímulos para aquellos docentes que se atreven a dejar en grande el nombre de la Universidad, al hacer investigación y buscar recursos. Que se premien y se facilite hacer su trabajo. Hoy el decreto 1279 y la organización de la docencia colapsan las posibilidades de esas personas, debe haber un docente especializado en investigación pues no todos los docentes de la Universidad están para la investigación.
¿Usted modificaría el examen de admisión?
Si no se hubiera modificado ese examen no existiría crítica. Eso es lo bueno de hacer una propuesta, que se miren sus pros y sus contras. Lo que se debe hacer es analizar el examen anterior y ver qué ventajas y desventajas tiene el examen nuevo. No se puede volver al examen anterior tal y como estaba, mantener el examen de admisión actual tampoco. Dejemos que se haga esa evaluación para construir una propuesta clara que nos permita tener a las mejores personas, los mejores puntajes y permita tener el mejor capital humano para impulsar el desarrollo del país.
¿Qué retomaría de sus otros contendores sí resulta elegido?
Seguiría la propuesta de organización de bienestar de Carlos Agudelo, dónde se busca que los estudiantes que entran a estudiar a la Universidad Nacional se puedan sostener, con graduación efectiva.
Algunos egresados de la U. Nacional se quejan de que sus hojas de vida son rechazadas sin considerar su formación. ¿Usted qué haría al respecto?
Hay que hacer una proyección hacia los medios, mostrar que es la U. Nacional y todos sus proyectos. La Universidad no es simplemente los cinco minutos de las protestas. Los medios sólo muestran el lado violento, el del enfrentamiento, nadie sé pregunta que hay más allá, qué sucede con los estudiantes, no se hablan de dichas problemáticas.
Usted quiere convencer a la comunidad universitaria para que vote por usted. ¿Qué es lo que tiene su programa que no tienen los demás?
Rompo con todos los que hablan de la desfinanciación de la Universidad. Los estados financieros están, no estamos en quiebra, no tenemos deuda, hay un déficit y un déficit-superhabit, entonces no hablo de desfinanciación de la Universidad pública. Debemos reorganizar las finanzas de la casa y priorizar el gasto en la educación y en la docencia, no más consultores para otras cosas porque no han traído nada aparte de gastos burocráticos. Lo que ya dije, la primera relación 1.4-51.000 estudiantes es suficiente. Si yo cuento el número de pupitres por el número de estudiantes los tenemos, pero el problema es de orden. Hay facultades que tienen salones con llaves, se privatizó la Universidad internamente. Esa es una realidad que no la ven los otros candidatos.