Siete desafíos que tendrá la educación en Colombia en el 2025
La deserción escolar sigue siendo un problema crítico que se debe resolver el próximo año, que también llegará con desafíos enormes como el financiamiento. ¿El Gobierno podrá sacar adelante sus promesas?
Fernando López Mera*
La educación en Colombia ha avanzado de forma significativa en las últimas décadas, sobre todo en términos de cobertura. Sin embargo, al cierre de 2024, el sistema educativo enfrenta retos críticos que requieren atención prioritaria:
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La educación en Colombia ha avanzado de forma significativa en las últimas décadas, sobre todo en términos de cobertura. Sin embargo, al cierre de 2024, el sistema educativo enfrenta retos críticos que requieren atención prioritaria:
1. Cobertura en educación inicial y preescolar
En 2023, se registraron unos 1,5 millones de niños en programas de atención integral. Sin embargo, la cobertura en educación preescolar se ha mantenido baja: cayó del 41,2 % en 2022 al 40,3 % en 2023, lo que refleja la necesidad de mejorar la atención estatal para los niños menores de cinco años.
2. Matrícula y composición demográfica
La matrícula total en educación regular ha experimentado una disminución continua desde 2010, pasando de 11,1 millones a 9,8 millones en 2023. Esta caída se debe, entre otras causas, posiblemente a la disminución significativa del 24,5 % en el número de nacimientos entre 2012 y 2023. Este cambio en la composición demográfica plantea un reto significativo para mantener la matrícula y evitar el cierre de instituciones educativas. Hasta la fecha, los niveles de preescolar, básica primaria y secundaria evidencian una caída en el tiempo de la matrícula a escala nacional. No ocurre así en la media, que no registra una tendencia bajista, pero sí se espera que ocurra en los próximos años, con el consecuente impacto en la reducción de la matrícula de la educación terciaria (tanto superior como ETDH).
3. Calidad educativa
A pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad educativa, los resultados de las pruebas PISA 2022 de la OCDE indican que Colombia sigue estando en la parte baja del ranking internacional: los puntajes promedio en matemáticas, lectura y ciencias han mostrado una tendencia a la baja ininterrumpida desde 2015. Pero cabe anotar que los resultados en logros académicos se redujeron en la gran mayoría de países del mundo entre 2018 y 2022, y Colombia no fue la excepción. Es crucial avanzar en este aspecto para cerrar la brecha con otros países similares, porque, además, los resultados en Pruebas Saber 11 siguen siendo desalentadores: brechas significativas entre sectores (público y privado) y de género (hombres y mujeres).
4. Deserción escolar
La deserción escolar sigue siendo un problema crítico, en especial en niveles educativos relevantes para la trayectoria educativa (grado 5 de básica primaria, grado 9 de básica secundaria y media). Adicionalmente, en 2023, el 13,8 % de los jóvenes de 15 a 28 años no estaban estudiando ni trabajando (población “nini”). Este fenómeno afecta principalmente a las mujeres y resalta la necesidad de crear oportunidades educativas y laborales para esta población.
5. Financiamiento del sistema educativo
El financiamiento adecuado es fundamental para garantizar la cobertura y la calidad educativa. La creación de nuevos cupos educativos ha sido insuficiente; hasta septiembre de 2024 se habían creado solo 65.000 de los 500.000 prometidos por el Gobierno. Esto plantea interrogantes sobre cómo se garantizará una educación de calidad si no se tienen los recursos necesarios.
6. Entorno escolar y acoso
El entorno escolar también presenta desafíos significativos. Según datos de PISA 2022, el 23 % de los estudiantes de Colombia reportaron altos niveles de acoso escolar, lo que está por encima del promedio de la OCDE. Es esencial implementar medidas efectivas para reducir el acoso y mejorar el bienestar emocional y mental de los estudiantes.
7. Habilidades blandas
La Ley 2383 de 2024 establece la promoción de la educación socioemocional en las instituciones educativas. Sin embargo, solo el 45 % de los colegios cumplen con los estándares esperados en bienestar escolar según el Índice Welbin. La implementación efectiva de esta ley será crucial para preparar a los estudiantes académica y emocionalmente, pero he ahí el gran reto: que la ley se aplique como está escrita.
Así las cosas, el sistema educativo colombiano ha logrado avances significativos en términos de cobertura y algunos indicadores académicos. No obstante, enfrenta una serie de retos considerables. Para avanzar hacia un futuro educativo más inclusivo y equitativo es fundamental implementar políticas que eleven los estándares educativos y cierren las brechas existentes; aumentar el financiamiento y destinar más recursos al sistema educativo para garantizar tanto la cobertura como la calidad; crear programas específicos que aborden las necesidades educativas y laborales, entre ellos la de los jóvenes “nini” para atender la deserción escolar; fomentar un entorno escolar seguro con la implementación de estrategias efectivas para reducir el acoso escolar, promover el bienestar emocional e impulsar habilidades blandas y socioemocionales.
*Investigador del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana.
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