Steven Pinker ha visitado Colombia en seis ocasiones. "Cada vez me siento más cercano a este país", dijo en un español pausado al iniciar su conferencia durante el Protección Summit 2016 que se llevó a cabo esta mañana en Bogotá y fue transmitido en vivo a través de la página de El Espectador llegando a una amplia audiencia nacional e internacional.
Pinker, psicólogo de origen canadiense y profesor de la Universidad de Harvard, planteó en su conferencia una defensa de la Ilustración a través de cuatro aspectos: la ciencia, la razón, el humanismo y el progreso.
Frente a las tradicionales fuentes de entendimiento del mundo como la fe, el misticismo o la intuición, Pinker resaltó que fiarse de la razón, a pesar de que los seres humanos tenemos muchos sesgos, bajo ciertas normas podemos adoptar la lógica para guiar nuestras nociones.
En segundo lugar, Pinker recordó que la ciencia basa en la convicción de que el mundo es inteligible. “La ciencia es la forma más confiable de creer”, afirmó.
En tercer lugar mencionó el humanismo como otro de los ejes de la Ilustración cuyo objetivo ha sido reducir el sufrimiento y mejorar el conocimiento.
En cuanto al progreso, señaló que si “aplicamos el conocimiento humano podemos gradualmente tener éxito. La naturaleza humana no cambia pero es posible a través de instituciones sanas combatir las fuerzas de entropía y de desorden”. Por este camino los seres humanos pueden hacer contrapeso a su tendencia natural hacia el tribalismo y la pasión por la dominancia.
“Los progresistas odian el progreso”, dijo Pinker en una crítica a intelectuales que por lo general ven el panorama del desarrollo humano con cierto pesimismo. En su opinión,
“el progreso no es cuestión de pesimismo u optimismo. El bienestar humano puede medirse, la prosperidad puede medirse”.
A partir de este punto en su charla, Pinker se dedicó a enumerar indicadores que demuestran los brutales saltos en desarrollo que ha experimentado la humanidad en el último siglo. Indicadores como la expectativa de vida que hoy llega en promedio a los 71 años, las asombrosas reducciones en la mortalidad infantil a nivel global, la reducción de enfermedades infecciosas, la mejora en la alimentación, entre otras.
Pinker también se refirió a Colombia en varios momentos de su intervención. Por el lado económico recordó que en tan solo una generación el país prácticamente duplicó su ingreso, terminó una de las guerras más crueles del continente y avanzó en muchos otros indicadores sociales como reducción de la pobreza absoluta.
