Toma del edificio de la rectoría de la U. Nacional ya completa más de tres días
En el centro de control que funciona al interior del edificio Uriel Gutiérrez, se encuentra un vigilante que asegura no abandonará el lugar, tanto porque los encapuchados quieren dañar la infraestructura, como porque teme por su integridad física. Vigilantes piden que se permita su relevo.
Desde las 4:30 de la tarde del lunes (8 de abril), el edificio Uriel Gutiérrez de la Universidad Nacional, donde funciona la Rectoría y se desarrollan las actividades administrativas, se encuentra ocupado por parte de un grupo de encapuchados, quienes protestan por la reciente designación de rector.
Justamente, hace algunos minutos, la División de Vigilancia y Seguridad, publicó a través de su cuenta de X (antes Twitter), que “el compañero de Seguridad completa 72 horas en el centro de emergencias de la Unal. Los manifestantes en la toma del edificio Uriel Gutiérrez no permiten el ingreso de compañero para su relevo”.
El compañero al que se refiere la División es Henry Balcázar, un vigilante que lleva 34 años trabajando en la Universidad Nacional, según él mismo se lo relató a Noticias Caracol. De acuerdo con el testimonio de Balcázar, desde que inició la toma se encuentra en la oficina de control, donde se manejan los sistemas de seguridad de la institución educativa.
“Los muchachos vinieron, golpearon la puerta violento, que iban a sacar, que iban a quemar este centro de control, que esto no le servía a la universidad, que no querían ser controlados por ningún ente”, contó Bálcazar al noticiero.
Según el vigilante, los encapuchados estarían buscando que él abandone el centro de control para poder vandalizarlo. Sin embargo, aseguró que no lo abandonará, tanto porque no quiere que afecten la infraestructura del lugar, como porque teme por su integridad física.
El miércoles de esta semana, celadores y coordinadores de la División firmaron una carta en la que realizaban varias solicitudes, entre las que se encuentra que se permita el relevo de los funcionarios de la División de Vigilancia y Seguridad que laboran en el Centro de Control de Emergencias.
También solicitaron que se garantice “que los funcionarios que se encuentran en el Centro de Control de Emergencias puedan desarrollar sus funciones, sin temor a ser violentados de manera física o psicológica. De igual manera, que los equipos de información presentes en este lugar de trabajo permanezca en el estado de funcionamiento actual, sin ningún daño a los mismos”.
Finalmente, los vigilantes de la Universidad Nacional hicieron un llamado a la comunidad educativa “para encontrar los caminos de diálogo para la solución de conflictos y proponemos desde este grupo materializar una mesa de diálogo donde participemos los estamentos universitarios (...)”.
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Desde las 4:30 de la tarde del lunes (8 de abril), el edificio Uriel Gutiérrez de la Universidad Nacional, donde funciona la Rectoría y se desarrollan las actividades administrativas, se encuentra ocupado por parte de un grupo de encapuchados, quienes protestan por la reciente designación de rector.
Justamente, hace algunos minutos, la División de Vigilancia y Seguridad, publicó a través de su cuenta de X (antes Twitter), que “el compañero de Seguridad completa 72 horas en el centro de emergencias de la Unal. Los manifestantes en la toma del edificio Uriel Gutiérrez no permiten el ingreso de compañero para su relevo”.
El compañero al que se refiere la División es Henry Balcázar, un vigilante que lleva 34 años trabajando en la Universidad Nacional, según él mismo se lo relató a Noticias Caracol. De acuerdo con el testimonio de Balcázar, desde que inició la toma se encuentra en la oficina de control, donde se manejan los sistemas de seguridad de la institución educativa.
“Los muchachos vinieron, golpearon la puerta violento, que iban a sacar, que iban a quemar este centro de control, que esto no le servía a la universidad, que no querían ser controlados por ningún ente”, contó Bálcazar al noticiero.
Según el vigilante, los encapuchados estarían buscando que él abandone el centro de control para poder vandalizarlo. Sin embargo, aseguró que no lo abandonará, tanto porque no quiere que afecten la infraestructura del lugar, como porque teme por su integridad física.
El miércoles de esta semana, celadores y coordinadores de la División firmaron una carta en la que realizaban varias solicitudes, entre las que se encuentra que se permita el relevo de los funcionarios de la División de Vigilancia y Seguridad que laboran en el Centro de Control de Emergencias.
También solicitaron que se garantice “que los funcionarios que se encuentran en el Centro de Control de Emergencias puedan desarrollar sus funciones, sin temor a ser violentados de manera física o psicológica. De igual manera, que los equipos de información presentes en este lugar de trabajo permanezca en el estado de funcionamiento actual, sin ningún daño a los mismos”.
Finalmente, los vigilantes de la Universidad Nacional hicieron un llamado a la comunidad educativa “para encontrar los caminos de diálogo para la solución de conflictos y proponemos desde este grupo materializar una mesa de diálogo donde participemos los estamentos universitarios (...)”.
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