Este miércoles, 2 de octubre, se llevó a cabo la Asamblea General Multiestamentaria en la Universidad de Antioquia (UdeA), en la que se reunieron cerca de 1.500 estudiantes. Entre otras cosas, en el encuentro se puso sobre la mesa la compleja situación que vive esa institución. Su déficit, como hemos explicado en este diario, alcanza los $350.000 millones.
En el evento, se esperaba la presencia de representantes de la Alcaldía de Medellín y de la Gobernación de Antioquia. También del rector, Jhon Jairo Arboleda, y de un representante del Ministerio de Educación.
Sin embargo, informa esa cartera en un comunicado, tanto la silla de a Alcaldía como la de la Gobernación permanecieron vacías. En la otra cara de la moneda, Arboleda y Daniel Rojas, ministro de Educación, sí estuvieron presentes.
Durante su intervención, Rojas recordó la tensión que ha habido en torno a la situación financiera de la UdeA. “El presupuesto de la Universidad de Antioquia ha crecido con recursos del Gobierno Nacional; sin embargo, sigue con la misma cantidad destinada por la Gobernación de Antioquia desde el 2022. Así como les preocupan las vías 4G, también debería preocuparles el futuro de la universidad”, dijo.
La Gobernación, de hecho, como se supo esta semana, ha condicionado su apoyo. “La Gobernación entraría a aportar, por una sola vez, una tercera parte de lo que la Universidad reduzca”, aseguró el secretario de educación del departamento, Mauricio Alviar. A lo que se refería es a que si la UdeA reduce en $100 el déficit, la Gobernación aportaría $33.
Desde la Gobernación de Antioquia han insistido en la necesidad de avanzar en lo que han denominado un “Plan de austeridad” en la universidad. Entre esas medidas, está la reducción de las horas cátedra. “En materia de docencia es importante que los profesores de planta incrementen su tiempo de dedicación a esta actividad en su plan”. Alviar calcula que solo el 14% del plan de trabajo de los docentes de planta es dedicado a docencia directa.
Sin embargo, como ya hemos detallado en El Espectador, hay razones más profundas que ayudan a explicar el déficit. Entre ellas está la reducción de estudiantes en pregrados y posgrados, el déficit del Hospital Alma Máter, y el insuficiente aumento que ha habido desde los gobiernos para financiar la educación pública. Varios críticos han señalado que, según los artículos 86 y 87 de la popular Ley 30 (que regula la educación superior en Colombia), el Gobierno debe ajustar cada año el presupuesto únicamente con el valor de la inflación. Pero, ese monto no suele contemplar otras responsabilidades financieras ni proyectos de investigación.
“Este es un esfuerzo continuo que estamos liderando desde el Gobierno Nacional, pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos que la Alcaldía y la Gobernación también asuman su responsabilidad”, añadió el ministro Rojas en la Udea este 2 de octubre.
También recordó que ya un grupo de congresistas presentó una propuesta que “incluye revisar el cálculo actuarial para reducir tasas de interés o moratorias en pensiones, lo que aminoraría los cargos de caja de la Universidad. Proponen ajustar el manual de obras por impuestos, modificar el Decreto 1279 del 2002 para reducir cargas presupuestales, y solicitar a la Alcaldía de Medellín reducir prediales y tarifas diferenciales en servicios públicos, como las que tiene la Universidad Nacional en Bogotá, para beneficiar a la Universidad de Antioquia”
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