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A través de una carta, el rector designado de la Universidad Nacional, José Ismael Peña, y la vicerrectora de la Sede Bogotá, Lorena Chaparro Díaz, solicitaron acompañamiento especial para este jueves, 16 de mayo, en el marco de la conmemoración de los 40 años del “16 de mayo de 1984″, por “grave riesgo de afectación al orden público, a la convivencia y bienes fiscales”, de la institución educativa. (Lea: Con resolución, Mineducación ordena elegir un rector encargado para la U. Nacional)
En la carta dirigida a la ministra de Educación, Aurora Vergara; el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco; el defensor del Pueblo, Carlos Ernesto Camargo; el secretario de Seguridad de Bogotá, César Andrés Restrepo; y el personero de la capital, Andrés Castro Franco, la Universidad Nacional afirma que se viene escalando una situación de riesgo de orden público.
“Queremos advertir, para que se tomen las medidas de su competencia, sobre la necesidad de un especial acompañamiento para el jueves, 16 de mayo”, se lee en la carta. (Lea: Ministra de Educación se declaró impedida para vigilar la elección del rector de la Unal)
¿Qué pasó el 16 de mayo de 1984 en la Universidad Nacional?
Este jueves se esperan actividades conmemorativas en memoria de los hechos ocurridos el 16 de mayo de 1984. De acuerdo con el informe “Memorias de la Universidad Nacional y el conflicto armado (1958-2018)”, de Martha Nubia Bello y Mauricio Archila, ese día se documentaron 78 desapariciones forzadas, 125 detenciones arbitrarias y 77 amenazas, en el campus de la universidad.
Ese día fue secuestrado y asesinado el médico y profesor de la Nacional, Luis Armando Muñoz, director de la carrera de Medicina. Un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, que tuvo en cuenta la investigación hecha por Archivos del Búho, relata que el docente había hecho parte de las negociaciones para la regularización de las residencias, que habían sido cerradas años atrás. Este crimen, y otros que se venían cometiendo desde meses anteriores, motivaron la convocatoria a un homenaje político en la Plaza Che para la mañana 16 de mayo de aquel año.
En medio de esas actividades integrantes de la Fuerza Pública dispararon contra la comunidad universitaria como respuesta a la protesta que se desató en medio del homenaje. Los agentes, relata el Centro, ingresaron a la Universidad y atacaron a los habitantes de las residencias. En un documental que recoge varios testimonios, se menciona que ese día los integrantes “entraron a las residencias, tumbaron puertas, sacaron a las muchachas, les pusieron capuchas del M-19, les pusieron armas, salieron en los periódicos”.
De acuerdo con el Centro de Memoria, además de capturas ilegales, algunas fuentes de la época dejaron constancia de la comisión de asesinatos y desapariciones forzadas, que aún no han sido esclarecidos y cuyas víctimas permanecen en el anonimato.