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Estos últimos días han sido claves para la Universidad de Antioquia (UdeA), la universidad pública más antigua de Colombia. Una de las razones es la compleja situación por la que atraviesa la institución, pues, como hemos explicado en este diario, su déficit alcanza los $350.000 millones.
Para atender esta situación, de hecho, en la tarde de este miércoles, 2 de octubre, se citó a una Asamblea General Multiestamentaria en la universidad. Estaban citados la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia, el Ministerio de Educación y en la que se reunieron cerca de 1.500 estudiantes.
Aunque en el evento se esperaba contar con la presencia de representantes de la Alcaldía de Medellín y de la Gobernación de Antioquia, finalmente no llegaron a la universidad y, finalmente, no participaron de la asamblea.
Ahora, en un reciente comunicado, la universidad explicó las estrategias que emplearán para alivianar su crisis financiera. Una de las prioridades del plantel, según explicaron, es la de “buscar alternativas de funcionamiento más eficientes desde la administración central, mediante la optimización de recursos”.
Pero, para conseguir esas alternativas, la institución deberá disminuir una serie de gastos de funcionamiento y de nómina. Por tal razón, la universidad anunció que llevará a cabo una reorganización de tres unidades administrativas: la Vicerrectoría Administrativa, la Dirección de Planeación y la Dirección de Comunicaciones.
Además, “están en análisis reformas similares en otras áreas, algunas de las cuales se presentarán a consideración del Consejo Superior Universitario (CSU) antes de que concluya este año”, añadió el plantel en el comunicado.
Estas modificaciones, asegura Jaime Ignacio Montoya Giraldo, jefe de la Dirección de Planeación y Desarrollo Institucional, no comprometerán la calidad de sus servicios. Montoya explicó que estas variaciones ya comenzaron en el Consejo Superior. “Allí se debatió y aprobó recientemente la fusión de seis divisiones adscritas a tres unidades administrativas”.
Los cambios, entonces, plantean que, en la Vicerrectoría Administrativa, se fusionaran la División de Servicios Logísticos y la División de Infraestructura Física. Ahora, como una sola unidad, quedó establecida la División de Infraestructura y Logística.
Para la Dirección de Planeación, los ajustes se centraron en sus divisiones de Arquitectura de Procesos y Planes y Proyectos para fusionarlos. Ahora solo hay una sola unidad, que es la División de Estrategia y Organización.
En cuanto a la Dirección de Comunicaciones, dos de sus tres divisiones se fusionaron. Por ejemplo, las divisiones de Contenidos, Medios y Eventos y la División de Comunicación Interna y Externa quedó conformada como la División de Estrategias, Contenidos y Medios.
Estas variaciones, de acuerdo con Montoya, permitió la eliminación de cargos directivos en la modalidad de contratación de libre nombramiento y remoción. También permitirá la reducción de costos operativos. “En esta primera etapa significa una reducción de aproximadamente $700 millones al año, que dejan de consumirse de los fondos generales y quedan a disposición del presupuesto de la universidad para priorizar otros aspectos misionales”, añade.
Como ya hemos detallado en El Espectador, entre las razones que ayudan a explicar el déficit está la reducción de estudiantes en pregrados y posgrados, el déficit del Hospital Alma Máter, y el insuficiente aumento que ha habido desde los gobiernos para financiar la educación pública.
Varios críticos han señalado que, según los artículos 86 y 87 de la popular Ley 30 (que regula la educación superior en Colombia), el Gobierno debe ajustar cada año el presupuesto únicamente con el valor de la inflación. Pero, ese monto no suele contemplar otras responsabilidades financieras ni proyectos de investigación.
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