Una palenquera con un doctorado en su propia lengua
Estilita María Cassiani Obeso se convertirá en doctora en Español y Ciencias del Lenguaje de la U. Estatal de Pensilvania, EE. UU. Es de las pocas investigadoras con raíces en San Basilio de Palenque que han estudiado las variaciones de la lengua palenquera.
María Mónica Monsalve
El 5 de mayo de este año, Estilita María Cassiani Obeso defendió su tesis de doctorado en la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos. Además de sus asesores, John Lipski y Rena Torres Cacoullos, y de varios profesores del departamento de Español, Italiano y Portugués de la institución, a la sustentación virtual se unieron unas cien personas. “Fue una defensa histórica porque, detrás de cada cámara también había grupos reunidos esperando a ver cómo me iba. Y eso en Penn State no pasa”, cuenta Cassiani.
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El 5 de mayo de este año, Estilita María Cassiani Obeso defendió su tesis de doctorado en la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos. Además de sus asesores, John Lipski y Rena Torres Cacoullos, y de varios profesores del departamento de Español, Italiano y Portugués de la institución, a la sustentación virtual se unieron unas cien personas. “Fue una defensa histórica porque, detrás de cada cámara también había grupos reunidos esperando a ver cómo me iba. Y eso en Penn State no pasa”, cuenta Cassiani.
Pendiente de lo que ella exponía estaba su familia, gente de San Basilio de Palenque, compañeros de la Universidad del Atlántico, donde hizo su pregrado, y del Centro Cultural Colombo Americano, donde fue becada para aprender inglés, en Barranquilla.
Durante los primeros minutos —que fueron en español—, Cassiani explicó brevemente su investigación. A lo largo de casi cinco años ella venía estudiando cómo en la lengua palenquera —lengua de sus padres y que ella escuchaba desde niña— se le daba uso al prenominal ma para indicar que se trataba de una palabra plural. Por ejemplo, si se quisiera hablar de varios burros, lo esperado era que se dijera ma mbulo. Pero según los datos que recolectó, contaba Cassiani, los grupos de personas adultas y de jóvenes no estaban usando actualmente el ma de la misma forma. “Los hablantes jóvenes muestran tasas más altas del uso de ma en contextos singulares que los adultos”, concluyó al finalizar su presentación. Y tras varias preguntas de los profesores —estas sí en inglés—, Cassiani supo que se convertiría en la primera palenquera con un doctorado en Español y Ciencias del Lenguaje.
Aunque nació en Barranquilla, ciudad a la que emigraron sus padres antes de que ella y sus cuatro hermanos nacieran, Cassiani aprendió algunas palabras en lengua palenquera en su casa, y las practicaba cada vez que visitaba a sus familiares en San Basilio. “El lenguaje y los juegos de allá era algo que siempre traíamos a la ciudad”, cuenta. Pero estudiarlo como lengua y entrar al campo de la lingüística no fue una ruta que se puso desde el principio, ignorando su intuición. (También puede leer: Solo uno de cada seis países garantizará acceso universal a la educación en 2030)
“Siempre supe que la Universidad del Atlántico era mi única opción, porque mis padres no tenían dinero y allá podía aplicar para los fondos de estudiantes afros e indígenas”, recuerda. La primera vez que hizo el examen de ingreso no pasó: aplicó para Química Farmacéutica y Biología. Y la segunda vez, intentó con Idiomas Extranjeros, y Español y Literatura, pasando en la última opción. “Aunque desde el colegio me gustaba enseñar, me daba miedo apuntar a algo que implicara que iba a terminar siendo profesora, porque en Colombia no es una profesión fácil. Igualmente, terminé haciéndolo”.
En el pregrado todas las clases las empezó a enfocar en la lengua palenquera. De hecho, se le cruzó la inspiración de la etnolingüista Juana Pabla Pérez Tejedor, también de San Basilio de Palenque, quien había pasado antes por los salones de la Facultad de Lenguas en la U. del Atlántico. “Fue una referencia”, agrega Cassiani. Como dedicarse a la docencia en Colombia aún le generaba incertidumbre, la idea de aprender inglés se fue haciendo cada vez más fuerte. Y en los pasillos se encontró con una cartelera en la que anunciaban, por primera vez, la beca Martin Luther King, del Centro Cultural Colombo Americano, dirigida a personas afros e indígenas para formarlos en liderazgo y aprendieran inglés. Se ganó esta oportunidad.
Luego, en los últimos semestres, a su vida de viajes en bus entre la universidad, el Colombo y la casa se le sumó otra tarea: ayudar al profesor Hiram Smith, investigador de la U. Bucknell, de Estados Unidos, quien estaba en Colombia haciendo entrevistas sobre la lengua palenquera para su trabajo de investigación. “Necesitaba alguien que supiera de lingüística y le ayudara a transcribir en lengua palenquera, así que dos amigos me pusieron en contacto con el profesor Smith”.
A través de Smith, supo que en Bucknell no solo había un profesor que investigaba la lengua palenquera, sino que tenían una especie de pasantía para ser profesor asistente. “Apliqué, pasé y viajé a Estados Unidos, pensando que estaría allá un año”; pero la opción se renovó por un año más por su excelente trabajo y, después, Cassiani tomó la decisión de hacer su doctorado. “Hiram se convirtió en mi mentor y me mostró cómo aplicar al programa que tenían en Penn State”, recuerda.
Fue un proceso con el que se pueden identificar los colombianos que estudian en el exterior: “Implicó pagar para la aplicación a las universidades, para hacer el TOEFL, para traducir documentos, y fue muy duro para mí. Además, porque la primera vez perdí el TOEFL, no me dio el puntaje. Pero mis profesores y la jefa del departamento de Español en Bucknell me ayudaron, reunieron la plata y me lo pagaron”.
Una vez confirmó su admisión al doctorado en Penn State, se tuvo que mudar de la ciudad de Lewisburg, en Pensilvania, a State College, en el mismo estado. “El primer y segundo año fueron difíciles. Mucho. Me deprimí. No había sol, no me acostumbraba al invierno y tenía el síndrome del impostor. No quería hablar en clase porque no tenía confianza en mi inglés”, comenta. “Fue a través de mis amigas y amigos, de Bucknell y de Penn State, que salí de ahí”. “Durante todo mi recorrido del doctorado fui afortunada de contar con el apoyo de muchas personas, de amigos, profesores y estoy profundamente agradecida con ellos”.
Cada año volvió a visitar San Basilio de Palenque y no solo por nostalgia, sino también para investigar sobre su lengua. “Al principio trabajé sobre los sonidos, sobre la fonología, pero me di cuenta de que necesitaba unas grabaciones muy puras, sin ruido, y eso en San Basilio era imposible”. Entonces empezó a trabajar sobre la marcación del plural en la lengua palenquera. A este trabajo se unió Smith, su primer mentor. En el 2020, publicaron juntos los resultados de su trabajo en la revista científica Language Variation and Change. (Le puede interesar: En Colombia 3 de cada 10 personas en edad escolar no están estudiando, ¿por qué?)
Parte de estos datos los usó para su tesis de doctorado, pero agregándole cuáles son las variaciones del plural entre los grupos más jóvenes para encontrar diferencias de su uso entre generaciones. “Encontré que se necesita hablar más la lengua si queremos revitalizarla. Hablarla más en casa y en los colegios, pero no solo usarla para cantar canciones o saludar. Y es que hay motivación, la gente quiere aprenderla, pero se necesita apoyo económico, recursos que lleguen con continuidad”, asegura.
Por San Basilio de Palenque, cuenta Cassiani, han pasado muchos investigadores extranjeros. Lipski, su asesor de tesis, por ejemplo, ha estudiado cómo interactúa el bilingüismo en el corregimiento: cómo las personas usan el español y la lengua palenquera, a pesar de que tienen estructuras gramaticales tan distintas. También aterrizó allá el doctor Armin Schwegler, de la Universidad de California, quien ha usado la investigación genética de la población y la lingüística para rastrear los ancestros tanto de las personas como de la lengua.
Sin embargo, antes de pensar en cómo seguirá investigando su lengua, Cassiani prefiere hacerse una pregunta: ¿qué quiere hacer la comunidad de San Basilio de Palenque con lo que encuentro? “Cuando uno es miembro de la comunidad, vive y habla la lengua palenquera, estudiarla es extraordinario. Necesitamos que la comunidad haga parte de esta ciencia”.