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La Universidad de Antioquia (UdeA) rechazó los hechos vandálicos que se registraron el pasado viernes 13 de septiembre, en los que un grupo de encapuchados obligaron a evacuar el campus universitario luego de realizar detonaciones de papas bombas y lanzar arengas con amenazas contra los directivos. Estos hechos ocurrieron en medio de la crisis económica que enfrenta esta institución educativa.
“No puede ser banalizada como una anécdota más la infame y cobarde agresión que sufrieron la Universidad de Antioquia y parte de su comunidad el viernes 13 de septiembre, cuando un grupo de encapuchados, portando artefactos explosivos artesanales y armas de fuego, sitió durante varias horas el bloque administrativo del campus central en Medellín y mantuvo confinados, no solo a empleadas y empleados de la institución, sino a otras personas que circunstancialmente se encontraban en este espacio, aterrorizándolos con explosiones continuas e intimidaciones a directivos”, indicó la UdeA, a través de un comunicado.
De acuerdo con el Consejo Superior Académico, estos hechos no contribuyen a resolver la crisis financiera y de posible desfinanciamiento por la que pasa la UdeA, la segunda universidad pública más grande del país.
“Para la solución a los problemas financieros de la Universidad, en nada son útiles los actos violentos; requerimos, eso sí, mantener el debate público y argumentado sobre las propuestas de financiación de la educación superior pública, incluido el análisis de los proyectos de reforma a Ley 30 de 1992, como alternativa prioritaria para superar una de las causas estructurales de esta coyuntura”, expresó la institución educativa.
¿Qué está pasando en la UdeA?
La crisis financiera puede deberse, en parte, a la reducción de estudiantes matriculados en posgrados y pregrados. La apertura de nuevas sedes y el déficit financiero del Hospital Alma Máter, cuyo mayor accionista es la UdeA, son otras posibles causas del problema, como lo hemos contado en estas páginas.
Pero esto también se remonta a 1992, cuando se aprobó la Ley 30. En los artículos 86 y 87 de la norma se obliga al gobierno a ajustar cada año el presupuesto únicamente con el valor de la inflación. Sin embargo, ello no contempla responsabilidades financieras de las universidades como los salarios de los docentes, la renovación de la infraestructura o la inversión en investigación.
Por su parte, en entrevista para El Colombiano, Mauricio Alviar, secretario de Educación de Antioquia y exrector de la UdeA, dijo que cada vez hay profesores con mayores niveles de formación, como títulos de doctorado, lo cual influye en el escalafón docente y en su remuneración. “Entonces, lo que ha ocurrido es que esa productividad ha crecido más rápido que el ingreso de las universidades públicas”, dijo Alviar a ese diario.
La primera alerta se registró en mayo de este año con el retraso en el pago de la nómina a algunos profesores de la institución por falta de recursos. Desde entonces, se desencadenó un malestar entre la comunidad educativa. Como contamos en esta nota, entre los docentes se ha generado la sensación de que terminan “pagando los platos rotos”. Entonces y durante cerca de dos meses, se declararon en asamblea permanente, es decir, que no dictaron clases, pues estaban analizando propuestas para atender las problemáticas.
Alviar, como muchos otros funcionarios de la gobernación de Antioquia, ha enfatizado en su apuesta por la austeridad. De hecho, dijo a El Colombiano que la meta es disminuir en un 50 % los contratos de hora-cátedra en la UdeA. El anuncio no le cayó nada bien a los docentes. “Denunciamos y rechazamos las declaraciones que allí se hacen”, comunicó la Junta Directiva del Nuevo Sindicato de Profesores de la Universidad de Antioquia, la cual convocó con carácter urgente a una asamblea virtual general de profesores para la mañana del martes 3 de septiembre.
Para enfrentar esta situación, Daniel Carvalho, representante a la Cámara por Antioquia, pidió al ministro de Educación, Daniel Rojas, crear una mesa técnica para buscar soluciones a la crisis financiera que atraviesa la Universidad de Antioquia (UdeA). “Actualmente, en la UdeA tenemos un déficit cercano a los $350.000 millones. Entonces, yo le solicitaría, señor ministro, que entablemos una especie de diálogo con las autoridades de la universidad y las departamentales”, expresó Carvalho.
Rojas aceptó la propuesta del representante y manifestó compartir la preocupación por la institución educativa. También dijo que es importante ver el caso no solo de la UdeA, sino de “todas las universidades públicas e institutos técnicos y tecnológicos de la región”.
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