Universidad del Rosario: exrectores recomiendan a Cheyne “dar un paso al costado”
Este 17 de abril, cinco exrectores de esa institución se reunieron con Alejandro Cheyne, actual rector de la universidad, junto a cuatro miembros Consiliarios. Debatieron la situación actual del Rosario sobre su situación financiera y despidos recientes.
Este miércoles 17 de abril, 5 exrectores de la Universidad del Rosario se pronunciaron frente a la situación que se viene presentando en la institución desde hace varios días, pues en múltiples cartas firmadas por estudiantes, egresados y docentes se han señalado presuntos despidos sin aparente justificación, además de una mala situación financiera. Se ha reiterado también que el actual rector, Alejandro Cheyne, se aparte de su cargo, a pesar de que este, en entrevista con Caracol Radio el pasado 16 de abril, afirmara que no tiene intenciones de dejar el cargo.
Los exrectores firmantes fueron Guillermo Salah Zuleta, Rafael Riveros Dueñas, Hans Peter Knudsen Quevedo y José Manuel Restrepo Abondano. También contaron con la exrectora encargada Maria del Rosario Guerra de la Espriella.
Lea también: Docentes, egresados y estudiantes se pronuncian sobre situación de U. del Rosario.
La carta fue publicada luego de que los cinco firmantes se reunieran con el actual rector, Alejandro Cheyne, y cuatro de los cinco miembros Consiliarios de la universidad: Merlín Patricia Grueso, Martha Woodcock, Álvaro Salcedo y Alejandro Useche. Allí, los exrectores le recomendaron a Cheyne “dar un paso al costado para poder iniciar el proceso de recuperación de la confianza y gobernabilidad, y continuar con la buena marcha de la institución”.
Por la misma línea, los firmantes reiteraron la importancia de conocer las opiniones de los diferentes miembros de la comunidad rosarista, como también lo propusieron los Consiliarios. “Nuestro compromiso continuará siendo la defensa y apoyo a la institución que lleva 371 años ininterrumpidos aportando al país y contribuyendo a las más altas causas académicas, cientificas y sociales en el marco de la autonomía universitaria”, concluyó el comunicado.
La respuesta de Cheyne
En entrevista con Caracol Radio el pasado 16 de abril, Cheyne se pronunció sobre los presuntos despidos injustificados y la situación financiera de la universidad. En primer lugar, recordó que el pasado 12 de abril las directivas de la universidad ya se habían pronunciado acerca de la situación económica. “El sector de educación superior privado atraviesa una situación difícil. No obstante, las decisiones que la Universidad del Rosario ha venido tomando, nos permiten asegurar que nuestra institución registra una solvencia financiera comprobable”, dijo la institución en un comunicado. Allí, además, dijeron que al cierre de 2023 registraron un excedente neto de $2.265 millones, y que en los primeros meses de 2024 ese excedente neto se habría consolidado en $4.960 millones.
Cheyne también explicó que tienen una deuda por $120.000 millones a un plazo de 12 años, con dos años más de gracia. Luego de adquirir este crédito, aseguró Cheyne, la colegiatura de la universidad aprobó la posibilidad de adquirir otros créditos, pero no se ha pedido ninguno adicional “porque no los hemos necesitado”. Asimismo, dijo que hace varios años se creó un fondo para emergencias económicas, que surgió con $50.000 millones, y que aún tienen disponibles $27.000 millones. “Hemos usado lo que se necesita”, añadió. Además, aseguró que entre 2021 y 2023 la cantidad de estudiantes se ha incrementado en un 7.9 %.
El rector de la actual institución negó las acusaciones en su contra por presunto conflicto de intereses en contratación a estudiantes que votaron por él durante su reelección en 2022. También dijo que no existían los llamados “despidos masivos”, pues, en sus palabras, en la universidad hay 2.000 trabajadores, y se despidió a 52 de estos. Añadió que algunos de esos despidos correspondieron a personas que estaban tomando la licencia, pero que ya la habían prorrogado varias veces, durando “hasta cinco años por fuera de la universidad”.
Por ahora, en múltiples cartas firmadas por miembros de la comunidad universitaria se pide que se hagan públicos los estados financieros de los últimos seis años, que se entregue un listado de los despidos que se han realizado junto a una justificación para esa decisión, así como mostrar los estudios de viabilidad financiera y académica para la compra de nuevos edificios y para la creación de nuevos programas académicos.
Lea el comunicado completo aquí:
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Este miércoles 17 de abril, 5 exrectores de la Universidad del Rosario se pronunciaron frente a la situación que se viene presentando en la institución desde hace varios días, pues en múltiples cartas firmadas por estudiantes, egresados y docentes se han señalado presuntos despidos sin aparente justificación, además de una mala situación financiera. Se ha reiterado también que el actual rector, Alejandro Cheyne, se aparte de su cargo, a pesar de que este, en entrevista con Caracol Radio el pasado 16 de abril, afirmara que no tiene intenciones de dejar el cargo.
Los exrectores firmantes fueron Guillermo Salah Zuleta, Rafael Riveros Dueñas, Hans Peter Knudsen Quevedo y José Manuel Restrepo Abondano. También contaron con la exrectora encargada Maria del Rosario Guerra de la Espriella.
Lea también: Docentes, egresados y estudiantes se pronuncian sobre situación de U. del Rosario.
La carta fue publicada luego de que los cinco firmantes se reunieran con el actual rector, Alejandro Cheyne, y cuatro de los cinco miembros Consiliarios de la universidad: Merlín Patricia Grueso, Martha Woodcock, Álvaro Salcedo y Alejandro Useche. Allí, los exrectores le recomendaron a Cheyne “dar un paso al costado para poder iniciar el proceso de recuperación de la confianza y gobernabilidad, y continuar con la buena marcha de la institución”.
Por la misma línea, los firmantes reiteraron la importancia de conocer las opiniones de los diferentes miembros de la comunidad rosarista, como también lo propusieron los Consiliarios. “Nuestro compromiso continuará siendo la defensa y apoyo a la institución que lleva 371 años ininterrumpidos aportando al país y contribuyendo a las más altas causas académicas, cientificas y sociales en el marco de la autonomía universitaria”, concluyó el comunicado.
La respuesta de Cheyne
En entrevista con Caracol Radio el pasado 16 de abril, Cheyne se pronunció sobre los presuntos despidos injustificados y la situación financiera de la universidad. En primer lugar, recordó que el pasado 12 de abril las directivas de la universidad ya se habían pronunciado acerca de la situación económica. “El sector de educación superior privado atraviesa una situación difícil. No obstante, las decisiones que la Universidad del Rosario ha venido tomando, nos permiten asegurar que nuestra institución registra una solvencia financiera comprobable”, dijo la institución en un comunicado. Allí, además, dijeron que al cierre de 2023 registraron un excedente neto de $2.265 millones, y que en los primeros meses de 2024 ese excedente neto se habría consolidado en $4.960 millones.
Cheyne también explicó que tienen una deuda por $120.000 millones a un plazo de 12 años, con dos años más de gracia. Luego de adquirir este crédito, aseguró Cheyne, la colegiatura de la universidad aprobó la posibilidad de adquirir otros créditos, pero no se ha pedido ninguno adicional “porque no los hemos necesitado”. Asimismo, dijo que hace varios años se creó un fondo para emergencias económicas, que surgió con $50.000 millones, y que aún tienen disponibles $27.000 millones. “Hemos usado lo que se necesita”, añadió. Además, aseguró que entre 2021 y 2023 la cantidad de estudiantes se ha incrementado en un 7.9 %.
El rector de la actual institución negó las acusaciones en su contra por presunto conflicto de intereses en contratación a estudiantes que votaron por él durante su reelección en 2022. También dijo que no existían los llamados “despidos masivos”, pues, en sus palabras, en la universidad hay 2.000 trabajadores, y se despidió a 52 de estos. Añadió que algunos de esos despidos correspondieron a personas que estaban tomando la licencia, pero que ya la habían prorrogado varias veces, durando “hasta cinco años por fuera de la universidad”.
Por ahora, en múltiples cartas firmadas por miembros de la comunidad universitaria se pide que se hagan públicos los estados financieros de los últimos seis años, que se entregue un listado de los despidos que se han realizado junto a una justificación para esa decisión, así como mostrar los estudios de viabilidad financiera y académica para la compra de nuevos edificios y para la creación de nuevos programas académicos.
Lea el comunicado completo aquí:
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