U. Nacional: aclaraciones de los miembros del consejo sobre su reunión previa a la elección
En una carta, cuatro integrantes del Consejo Superior Universitario (CSU) señalaron que el martes 19 de marzo, después de una reunión previa con los cinco aspirantes a la rectoría, se reunieron en horas de la noche. Lo hicieron para “discutir sobre las propuestas, presentación ante el CSU, análisis de las entrevistas, trayectoria académica administrativa de cada candidato y encontrar puntos comunes y divergentes”. El documento fue firmado por Ignacio Mantilla, Humberto Rosania, Verónica Botero y Diego Torres Galindo.
El 21 de marzo, el Consejo Superior Universitario (CSU), el organismo máximo de dirección y gobierno de las universidades públicas, designó a José Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional para el período 2024 - 2027. Desde entonces, la decisión ha sido rechazada por la comunidad universitaria, la cual, en todas las sedes del plantel, se ha declarado en asamblea permanente. (Lea ‘No hubo ninguna conspiración para elegir rector en la U. Nacional’)
La polémica ha girado en torno a que no se respetaron los resultados de la consulta a la comunidad académica, donde ganó Leopoldo Múnera, que la votación fuera secreta y la metodología que se empleó en el CSU para designar a Peña como rector.
Cabe recordar que hoy el CSU está conformado por la ministra de Educación, Aurora Vergara, quien preside el consejo; dos miembros de la universidad designados por el Presidente (Danna Garzó y María Alejandra Rojas); una persona designada por el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) (Humberto Rosania); un exrector de la institución (Ignacio Mantilla); un integrante designado por el Consejo Académico (Verónica Botero, decana de la facultad de Minas); un representante elegido por los profesores (Diego Torres, de la facultad de Ciencias) y otro elegido por los estudiantes (Sara Jiménez). También estaba la exrectora Dolly Montoya, que tenía voz, pero no voto.
Ahora, en una carta, algunos integrantes del CSU confirmaron que sí se reunieron antes de la designación del rector y en la que además señalaron que saben que no todos los integrantes de la comunidad están satisfechos con la decisión, pero señalaron que “el proceso siempre estuvo ajustado a la norma y que nuestra responsabilidad era elegir a un rector”.
La carta fue firmada por Ignacio Mantilla Prada, representante de los exrectores; Humberto Rosania Ortega, designado del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU); Verónica Botero Fernández, delegada del Consejo Académico; y Diego Torres Galindo, representante profesoral.
En el documento, señalaron que la consulta que se le realiza a la comunidad universitaria previo a la designación del rector, “permite que al CSU solo se pongan en consideración los nombres de los cinco aspirantes con mayor respaldo ponderado entre la comunidad académica, más no constituye una elección y cualquiera, independientemente del lugar que ocupe en la consulta, puede ser elegido”.
Antes de la sesión en la que se designó a Peña como nuevo rector, se llevó a cabo, el martes 19 de marzo, una reunión con los cinco aspirantes al cargo y los nueve integrantes del CSU. Allí, además de realizarse una entrevista, cada uno de los candidatos debía explicar sus propuestas.
De acuerdo con Mantilla, Rosania, Botero y Torres, algunos consejeros se reunieron en privado con los candidatos que lo solicitaron y, ese martes 19 de marzo, en horas de la noche, se reunieron “posteriormente a discutir sobre las propuestas, presentación ante el CSU, análisis de las entrevistas, trayectoria académica administrativa de cada candidato para encontrar puntos comunes y divergentes”.
Luego, comentaron algunos detalles que ya son conocidos de la sesión del 21 de marzo, que duró nueve horas, como que se acordó que la votación fuera secreta porque algunos integrantes del consejo habían denunciado amenazas o el método que se eligió para la votación, que es el basado en la teoría de juegos.
Para entender mejor el modelo piense que tres personas (P1, P2 y P3) van a votar por cuatro candidatos (Ca, Cb, Cc y Cd) y deben elegir a la persona con más votos, pero, además, tienen que votar dos veces. De entrada los electores saben que los votos van a ser: P1 por Ca, P2 por Cb y P3 por Cc y, como tienen que votar dos veces, en su primera elección lo más probable es que voten también por el D. Al final, Ca, Cb y Cc tendrán un voto, mientras que Cd obtendrá tres, siendo el ganador de la contienda.
La carta se publica después de que la Revista Raya publicara un artículo en el que señalaba que ese 19 de marzo se realizó una reunión en la casa del exrector Ignacio Mantilla. “Según lo dicho por este consejero (a), quien pidió reservar su nombre y que estuvo entre los participantes, allí se encontraron los cinco consejeros que votaron en el mismo sentido en favor del voto secreto, de la metodología de escogencia del rector, de la eliminación del profesor Múnera y de la elección final del rector Peña”, señaló ese medio.
Nota del editor (26 de marzo - 6:44 pm): Este artículo fue modificado en la parte final, pues tenía una imprecisión. También cambiamos el título.
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El 21 de marzo, el Consejo Superior Universitario (CSU), el organismo máximo de dirección y gobierno de las universidades públicas, designó a José Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional para el período 2024 - 2027. Desde entonces, la decisión ha sido rechazada por la comunidad universitaria, la cual, en todas las sedes del plantel, se ha declarado en asamblea permanente. (Lea ‘No hubo ninguna conspiración para elegir rector en la U. Nacional’)
La polémica ha girado en torno a que no se respetaron los resultados de la consulta a la comunidad académica, donde ganó Leopoldo Múnera, que la votación fuera secreta y la metodología que se empleó en el CSU para designar a Peña como rector.
Cabe recordar que hoy el CSU está conformado por la ministra de Educación, Aurora Vergara, quien preside el consejo; dos miembros de la universidad designados por el Presidente (Danna Garzó y María Alejandra Rojas); una persona designada por el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) (Humberto Rosania); un exrector de la institución (Ignacio Mantilla); un integrante designado por el Consejo Académico (Verónica Botero, decana de la facultad de Minas); un representante elegido por los profesores (Diego Torres, de la facultad de Ciencias) y otro elegido por los estudiantes (Sara Jiménez). También estaba la exrectora Dolly Montoya, que tenía voz, pero no voto.
Ahora, en una carta, algunos integrantes del CSU confirmaron que sí se reunieron antes de la designación del rector y en la que además señalaron que saben que no todos los integrantes de la comunidad están satisfechos con la decisión, pero señalaron que “el proceso siempre estuvo ajustado a la norma y que nuestra responsabilidad era elegir a un rector”.
La carta fue firmada por Ignacio Mantilla Prada, representante de los exrectores; Humberto Rosania Ortega, designado del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU); Verónica Botero Fernández, delegada del Consejo Académico; y Diego Torres Galindo, representante profesoral.
En el documento, señalaron que la consulta que se le realiza a la comunidad universitaria previo a la designación del rector, “permite que al CSU solo se pongan en consideración los nombres de los cinco aspirantes con mayor respaldo ponderado entre la comunidad académica, más no constituye una elección y cualquiera, independientemente del lugar que ocupe en la consulta, puede ser elegido”.
Antes de la sesión en la que se designó a Peña como nuevo rector, se llevó a cabo, el martes 19 de marzo, una reunión con los cinco aspirantes al cargo y los nueve integrantes del CSU. Allí, además de realizarse una entrevista, cada uno de los candidatos debía explicar sus propuestas.
De acuerdo con Mantilla, Rosania, Botero y Torres, algunos consejeros se reunieron en privado con los candidatos que lo solicitaron y, ese martes 19 de marzo, en horas de la noche, se reunieron “posteriormente a discutir sobre las propuestas, presentación ante el CSU, análisis de las entrevistas, trayectoria académica administrativa de cada candidato para encontrar puntos comunes y divergentes”.
Luego, comentaron algunos detalles que ya son conocidos de la sesión del 21 de marzo, que duró nueve horas, como que se acordó que la votación fuera secreta porque algunos integrantes del consejo habían denunciado amenazas o el método que se eligió para la votación, que es el basado en la teoría de juegos.
Para entender mejor el modelo piense que tres personas (P1, P2 y P3) van a votar por cuatro candidatos (Ca, Cb, Cc y Cd) y deben elegir a la persona con más votos, pero, además, tienen que votar dos veces. De entrada los electores saben que los votos van a ser: P1 por Ca, P2 por Cb y P3 por Cc y, como tienen que votar dos veces, en su primera elección lo más probable es que voten también por el D. Al final, Ca, Cb y Cc tendrán un voto, mientras que Cd obtendrá tres, siendo el ganador de la contienda.
La carta se publica después de que la Revista Raya publicara un artículo en el que señalaba que ese 19 de marzo se realizó una reunión en la casa del exrector Ignacio Mantilla. “Según lo dicho por este consejero (a), quien pidió reservar su nombre y que estuvo entre los participantes, allí se encontraron los cinco consejeros que votaron en el mismo sentido en favor del voto secreto, de la metodología de escogencia del rector, de la eliminación del profesor Múnera y de la elección final del rector Peña”, señaló ese medio.
Nota del editor (26 de marzo - 6:44 pm): Este artículo fue modificado en la parte final, pues tenía una imprecisión. También cambiamos el título.
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