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Continúan las protestas por la designación del nuevo rector de la Universidad Nacional, José Ismael Peña. En la tarde este martes 23 de abril, un grupo de personas realizó un bloqueo de la calle 26 (avenida El Dorado) en Bogotá, como rechazo a la elección de Peña como cabeza de la institución educativa, así como por otras decisiones de la rectoría de la universidad en los últimos días.
El pasado lunes se reunió la Asamblea Universitaria, instaurada tras la elección de Peña hace más de un mes, y se decidió mantener en firme la declaratoria de paro indefinido en la universidad en rechazo al proceso de designación del nuevo rector.
Frente a las acciones realizadas por encapuchados en la capital del país —que causaron el cierre de varias estaciones de Transmilenio y la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO)— representantes de la asamblea le indicaron a El Espectador que estos hechos no responden a designaciones de la misma, sino que son acciones autónomas de grupos aislados.
En contexto: Jamás he pensado en dar un paso al costado: Ismael Peña, rector designado de la U. Nacional.
Como hemos contado en otras notas, parte de la comunidad educativa de la Universidad Nacional ha rechazado la designación de Peña como rector, pues la consideran ilegítima e, incluso, ilegal. Mientras tanto, otro sector de la comunidad respalda la decisión del Consejo Superior Universitario (CSU). Dentro de este panorama, a inicios de abril, la asamblea triestamentaria de la sede de Bogotá se declaró en paro indefinido. Una de sus principales exigencias es que Peña no asuma como rector. Para el 1º de mayo está prevista su posesión.
En los últimos días, miles de estudiantes se han manifestado de forma pacífica, como sucedió en las marchas que se llevaron a cabo el pasado jueves, 11 de abril. Sin embargo, también se han presentado hechos violentos, como la toma del edificio Uriel Gutiérrez por parte de encapuchados. La toma de este edificio, en donde funciona la rectoría y el centro de control de seguridad, duró más de tres días.
Ante estos hechos, el Ministerio de Educación ha invitado “a los movimientos estudiantiles y profesorales, a los rectores y rectoras, al personal administrativo y a toda la comunidad educativa, a abrir canales de diálogo que permitan llegar a consensos sobre los ajustes que requiere el Sistema de Educación Superior en Colombia, en el marco de la autonomía universitaria y dentro de los principios de libertad de cátedra e investigación, así como la administración libre de su patrimonio”.
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La cartera de Educación también invitó a las directivas de la Universidad Nacional a que hagan un “análisis juicioso de la coyuntura y, en ejercicio de la autonomía universitaria, trace una ruta que permita abrir espacios de diálogo y concertación entre todos los estamentos de la universidad de manera que, a corto plazo, se encuentren caminos para superar la actual crisis”.
Según la asamblea triestamentaria, no buscan una nueva elección, sino que exigen respeto “por la voluntad expresada en la consulta y la designación como rector de quien obtuvo la mayoría de votos de todos los estamentos consultados, el profesor Leopoldo Múnera”.
Finalmente, la asamblea invitó a las demás sedes al Encuentro Nacional de Estudiantes de la Universidad Nacional el 25, 26 y 27 de abril, y a cerrar el encuentro con una movilización nacional, a la que también invitaron a las demás Instituciones de Educación Superior.
La respuesta de la Universidad Nacional
Frente a la situación de paro indefinido, la Universidad Nacional emitió un comunicado indicando que en los últimos días “convocó a los miembros de los estamentos de la Universidad Nacional a combinar las tareas académicas con el diálogo sobre las formas posibles de gobernanza universitaria y sobre los otros temas que merecen ser discutidos porque resultan claves para dar respuesta a la pregunta sobre el futuro de la universidad”.
Por su parte, la institución educativa indicó que el cese de las actividades académicas en la universidad, en lugar de promover el debate de las controversias que hay dentro la comunidad, ha perjudicado a los estudiantes más vulnerables y ha alejado a estudiantes, docentes y administrativos de las instalaciones de la U. Nacional.
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Por esta razón, la universidad anunció que autorizó “a los profesores y estudiantes a acordar los mecanismos que permitan avanzar con el semestre a través de estrategias virtuales, hibridas o presenciales, para continuar la actividad académica, y a los Consejos de Facultad a encontrar espacios para fomentar el debate académico alrededor de la democracia y la gobernanza universitaria”.
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