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“232 días”: lo que no se puede cambiar

El libro se compone de poemas creados por Francisco Pulgarín, quien desde el día en el que se enteró de que su madre tenía cáncer escribió para sobrellevar el tratamiento y su muerte.

Laura Camila Arévalo Domínguez
02 de mayo de 2023 - 02:00 a. m.
Francisco Pulgarín y Edilma, su madre, durante unas vacaciones en Miami. La foto fue tomada en gosto de 2019, Edlima murió en octubre del mismo año.
Francisco Pulgarín y Edilma, su madre, durante unas vacaciones en Miami. La foto fue tomada en gosto de 2019, Edlima murió en octubre del mismo año.
Foto: Francisco Pulgarín

La tolerancia llega cuando ya no hay nada que tolerar. La paciencia, virtud que perdemos cuando tenemos demasiada cotidianidad en los ojos, llega con la pérdida: si olvidamos nuestra propia mortalidad, cómo no olvidar la de los demás. Además de que las personas que amamos pueden irse, también pueden morirse. Así como nosotros moriremos. Así como todos morirán. La felicidad se nos escapa. Cuando la vemos con distancia, cuando no la sentimos, pero sí la recordamos, se hacen visibles los detalles de la fortuna que perdimos, pero que daríamos...

Laura Camila Arévalo Domínguez

Por Laura Camila Arévalo Domínguez

Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com

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Francisco(tzt2y)02 de mayo de 2023 - 09:12 p. m.
Gran artículo!
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