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Es cuestión de perspectiva y salsa: a través del lente de César Balcázar

César Balcázar, colombiano que representa al país en el Festival Internacional de Fotografía Xposure, que se lleva a cabo en Dubái del 9 al 15 de febrero, habla sobre su exposición “País Resistencia”, una apuesta fotográfica que busca visibilizar las riquezas escondidas en territorios estigmatizados de Cali.

Daniela Cristancho
10 de febrero de 2023 - 12:03 p. m.
César Balcázar nació en Cali, donde vivió hasta los 15 años. Ha vivido en Bogotá, Buenos Aires y lleva casi una década en Estados Unidos.
César Balcázar nació en Cali, donde vivió hasta los 15 años. Ha vivido en Bogotá, Buenos Aires y lleva casi una década en Estados Unidos.
Foto: Cortesía
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Su invitación al Festival Xposure le da no solo la oportunidad de exponer, sino de presentar el proyecto en el auditorio principal. ¿Qué idea quiere transmitir en este espacio?

Ese discurso se va a encargar básicamente de presentar lo que es Siloé, el distrito de Agua Blanca y la resistencia, en un entorno completamente opuesto, para que la gente en Dubái lo entienda. La idea es también dejar una declaración de que estos dos universos, aunque son bien diferentes, pueden estar conectados. Termino esa presentación con la necesidad de unir perspectivas. Les digo que, por ejemplo, lo que Cali necesita es un poquito de perspectiva y lo que necesita Dubái es un poquito de salsa. Es explorar cómo nos podemos unir en esencia y tratar de tirar para el mismo lado todos.

¿Y con la exposición?

A mí me parece que es muy importante reforzar esta idea de que en los territorios estigmatizados hay muchas riquezas escondidas. Por ejemplo, me parece muy curioso el hecho de que estos chicos en Siloé, que son bastante resilientes y que le ponen amor al arte para seguir adelante, terminan teniendo unas vistas maravillosas de la ciudad, una perspectiva que ningún barrio rico en Cali tiene. Sí es una montaña, sí es estigmatizada, pero tiene la mejor vista en Cali. Y es de ellos. Y si usted quiere puede subir, mirar eso y ser parte del barrio. Al final lo que quiero es acortar brechas sociales, sobre todo en una cultura como la caleña que es tan dividida, especialmente después del paro nacional.

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¿Cómo terminó en el mundo de la fotografía?

Empecé estudiando actuación en Bogotá, cuando tenía 15 años. Después, estudié dirección de cine y cuando estaba a punto de terminar me encontré con un amigo que se iba para Buenos Aires a estudiar fotografía. A mí siempre me llamó la atención esa ciudad y me fui con él. La idea era estudiar fotografía para volver al cine, pero en un ejercicio me atrapó la fotografía de moda. Cuando decidí hacer retratismo de moda me puse un fin a 10 años para estar publicando en la revista “Vogue”. Ese era el objetivo, y comencé mi carrera, a aprender, a estudiar, a obsesionarme con los procesos. Cuando llegó el año número 10, ya había publicado en “Vogue” tres veces con modelos, ángeles de Victoria’s Secret. De ahí me fui con el objetivo de llegar a Hollywood. Al año número tres llegó la pandemia y cerré muy bien todo ese proceso, porque les hice fotos a Daniel Radcliffe, a Adrián Brody y a John Travolta durante ese tiempo.

¿Cómo se dio ese tránsito de la fotografía de moda a la que retrata la lucha social?

Realmente todo está conectado. Tengo la resistencia como base creativa y existencial de muchas cosas. El hecho de que haya querido estar en “Vogue” o retratar ángeles de Victoria’s Secret responde, esencialmente, a lo imposible que parecía ese objetivo. Busco los imposibles y usarlos para motivar a la gente a que salga a buscar los suyos. La verdad es que nada es imposible. No es necesario absolutamente nada, ni que seas parte de una sociedad específica, ni que tengas conexiones económicas, lo que necesitas son ganas. Al final la resistencia es ir en contra de todo lo que te dice que no se pueden lograr las cosas. La motivación es esa: abrir puertas, mostrar cómo se abrieron y después motivar a la gente para que se meta por ahí o busque sus propios caminos. Mi selección no corresponde a una temática o una estética, mi selección está por lo que significa resistir.

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Entonces su definición de resistencia es buscar lo imposible.

Es buscar lo imposible en todos los sentidos. Al final el artista suele tener el síndrome del impostor, y la realidad es que si uno le pone mucho trabajo, seguramente se demora un poquito, pero se llega.

¿De dónde sacó ese concepto de resistencia?

Creo que eso lo aprendí en el mismo contexto en el que crecí. Cali es una ciudad que tiene unos contrastes demasiado marcados a nivel social. Esa misma característica de la ciudad me hizo prestarle atención a eso desde muy niño. Me interesaban las preguntas que se desprendían de eso: ¿qué no puedo hacer? ¿Por qué no puedo?

¿Por qué centrar “País Resistencia” en Siloé y en el distrito de Agua Blanca?

Me enfoqué en esos dos territorios estigmatizados por la sociedad caleña, especialmente después del paro nacional. También por eso hago referencia a la resistencia, por toda la resignificación de la palabra en el marco de esas manifestaciones. Cuando estalló el paro estaba en Nueva York y me estaba enloqueciendo de ver esa cantidad de información en redes sociales. Agarré un avión, me fui para Cali, para entender cuál era la situación del país. Ahí empecé a fotografiar “País Resistencia”. Era un registro de historias que en un comienzo iban a estar enfocadas en la lucha social, pero al final terminé cambiando de valor la obra y a retratar esos tesoros escondidos de los que te hablaba.

¿Por qué ese cambio en la intención?

La pregunta era, ¿a qué le estamos resistiendo? ¿Por qué Puerto Resistencia? ¿Por qué el sobreuso de la palabra? Y descubrí que realmente les estamos resistiendo a los imposibles ideológicos, de ahí el cambio. En un primer momento estaba tratando de entender la situación y cuál era mi participación dentro de la conversación. Mi idea era empezar a evidenciar las injusticias, al igual que lo estaban haciendo muchos colegas. Pero luego decidí hacer lo contrario: exaltar las bellezas, esas bellezas que en ese momento no se estaban teniendo en cuenta. Toda la comunicación estaba enfocada a seguir estigmatizando más, pero había otra historia que contar.

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Daniela Cristancho

Por Daniela Cristancho

Periodista y politóloga de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en resolución de conflictos e investigación para la paz.@danielacsidcristancho@elespectador.com

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