Abraham Maslow, el psicólogo que creyó en el potencial del ser humano (III)
El psicoanalista con orientación existencial, y uno de los fundadores de la psicología humanista, es conocido por su jerarquización de las necesidades humanas, siendo la “autorrealización” la de orden superior.
Danelys Vega Cardozo
Maslow creyó que una de las características principales de las personas autorrealizadas era su conciencia. Consideró que aquellos individuos tenían una percepción clara o precisa de la realidad, que eran capaces de reconocer la falsedad y de indagar sobre las verdaderas intenciones de las personas. Asimismo, estos seres humanos irradian por su capacidad de asombro, que parece inagotable, y por la carencia de preconcepciones sobre cómo debería ser el mundo. Están dispuestos a la apertura y al disfrute de las experiencias que tienen a lo largo de su vida.
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Maslow creyó que una de las características principales de las personas autorrealizadas era su conciencia. Consideró que aquellos individuos tenían una percepción clara o precisa de la realidad, que eran capaces de reconocer la falsedad y de indagar sobre las verdaderas intenciones de las personas. Asimismo, estos seres humanos irradian por su capacidad de asombro, que parece inagotable, y por la carencia de preconcepciones sobre cómo debería ser el mundo. Están dispuestos a la apertura y al disfrute de las experiencias que tienen a lo largo de su vida.
Y es que, para el psicólogo, los seres humanos autorrealizados sienten a menudo experiencias picos, esas que permiten la trascendencia del yo y tienen la capacidad de transformar, aquellas que denominó como religiosas o místicas, pero que no tienen una connotación religiosa. Experiencias que pueden surgir de la realización de actividades ordinarias como ir a cine o leer un libro. Cuando un individuo se enfrenta a estos tipos de situaciones es capaz de sentirse completo por el momento que dura la experiencia e incluso puede adquirir una sensación de significación de vida. Y aunque aquellas sensaciones tiendan a desaparecer cuando la experiencia ha culminado, las personas no vuelven a ser las mismas, porque se han transformado durante su transito por estas situaciones.
Situaciones que no todo el mundo atraviesa porque hay quienes prefieren reprimirlas. Sin mencionar, que de acuerdo con Maslow existen individuos que poseen una mayor propensión a tener experiencias picos, aquellos que denominó “trascendedores”, en contraposición de los “simplemente saludables”, quienes tienden a no vivirlas. Tiempo después, el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi se interesaría por lo planteado por Maslow y hablaría de experiencias “flujo” y “óptimas”. Las primeras ocurren cuando las personas realizan actividades en las que se destacan, pero que también suponen un desafío. Quienes experimentan estas situaciones por lo general pierden la noción del tiempo, ya que se involucran por completo.
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Son seres humanos que saben distinguir entre el bien y el mal, aquellos que no solo son capaces de reconocer lo que es correcto, sino que también actúan conforme a ello. Individuos que disfrutan del destino, pero también del camino. Esos que se centran más en los objetivos que en los medios.
Entonces, surge la segunda característica de los autorrealizados: la honestidad. Nos encontramos con individuos conscientes de sus sentimientos y con capacidad para confiar en ellos. Sienten interés por lo social, por lo que experimentan cercanía, identificación y afecto por los seres humanos. Se interesan por construir “relaciones interpersonales profundas”, esas que no dependen de la cantidad, sino de la calidad. Aunque, a veces pueden atraer un gran número de personas, pero sin buscarlo. Lo que les interesa es construir lazos en donde puedan ser, alejándose de aquellos forjados a base de carencias afectivas. Evitan los prejuicios y aceptan a todos sin condiciones de por medio.
La autorrealización también viene acompañada de la libertad, entonces vemos a personas que son independientes, que son capaces de tomar sus propias decisiones, que a veces se aíslan, porque necesitan tener un espacio consigo mismo. Seres humanos reservados y que consideran su vida privada casi como un tesoro. Aquellos que pueden mantener la calma en medio de la tormenta, esos que no dejan que las situaciones que viven a diario, los nuble o les impida transitar su camino. No tienen miedo de ser auténticos, permitiendo que también los demás lo sean.
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Como seres autónomos e independientes no requieren que otros llenen sus necesidades, pues, de hecho, por lo general ya están cubiertas. Su libertad también está ligada a la creatividad, que no necesariamente se refleja en la realización de actividades ligadas al arte, sino a la ejecución de tareas o proyectos en donde añaden su sello personal. Son capaces de expresar lo que sienten o piensan, mientras no causen algún tipo de daño a otros. Sus comportamientos no buscan ajustarse a lo socialmente aceptado, sino a lo que es “correcto”.
Los seres humanos autorrealizados tienen conciencia, honestidad y libertad, pero también confianza. Confianza en ellos y en los demás. Entonces, nos enfrentamos a personas que son capaces de salir de sí mismas, que prefieren enfocarse en el problema con el fin de hallar una solución, que no dejan que las piedras en el camino se conviertan en un obstáculo. Aquellas que también se aceptan sin condiciones, pero que de vez en cuando pueden sentir culpa por no desarrollar todo su potencial, sin que esto se convierta en una obsesión. Se sienten comprometidos con la humanidad y no con un grupo en particular.
Aunque pareciera que los autorrealizado son perfectos, no lo son. Como seres humanos pueden tener dificultad para poner límites, tendencias narcisistas, pueden ser irritables, irreflexivos, distraídos, entre otras cosas. Lo que los diferencia de los demás es un mayor nivel de funcionamiento. Y es que estos individuos no portan todo el tiempo un escudo que los protejan del mundo, pues no lo perciben como un lugar amenazante. En su momento, Maslow se dio cuenta que solo el 1% de las personas pueden llamarse autorrealizadas.
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Más allá de estos planteamientos, quizás la importancia de lo planteado por Maslow es el reconocimiento de que los seres humanos estamos llamados por naturaleza a desarrollar nuestro mayor potencial. A lo largo de la historia, algunos como Mozart, Martin Luther King, Roosevelt y Karen Horney, y muchos más, demostraron que la autorrealización va más allá de la ausencia de necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales y de autoestima, porque lo que quizás se requiere es voluntad para comprender que siempre somos libres.