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Adrienne Young: ‘Que las personas te lean te hace sentir una conexión muy personal’

Con Hechizos para olvidar, su primera novela de fantasía adulta, la escritora estadounidense se permite ir más allá en la exploración de las relaciones humanas y en el espectro por el que pueden navegar las mujeres para conocer su fuerza.

Esteban Parra
28 de mayo de 2023 - 04:00 p. m.
Contar historias se convirtió en un ejercicio de autodescubrimiento que le permitió a Adrienne Young cambiar por completo su realidad.
Contar historias se convirtió en un ejercicio de autodescubrimiento que le permitió a Adrienne Young cambiar por completo su realidad.
Foto: Ediciones Urano

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Contar historias se convirtió en un ejercicio de autodescubrimiento que le permitió a Adrienne Young cambiar por completo su realidad. Esta amante de la comida y el café les profesa un profundo amor a los viajes como fuente de inspiración. Entre vinos, anticuarios en los que busca libros viejos y museos para encontrarse con las memorias del mundo, esta escritora ha forjado su carrera y sentado las bases para convertirse en una de las principales exponentes de la literatura de la fantasía para jóvenes en la actualidad.

Los caminos por seguir encontrando nuevas posibilidades para su narrativa la llevaron a escribir Hechizos para olvidar, su primera novela para adultos, una historia sobre los recuerdos, el primer amor, la magia ancestral y las conexiones que no desaparecen. Sus protagonistas son August, un hombre que regresa al pueblo en el que nació para esparcir las cenizas de su recién fallecida madre; y Emery, quien fue su novia cuando salió de allí tras ser acusado del asesinato de la mejor amiga de ambos.

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¿Cómo fue pasar de contar historias llenas de acción y giros a otras más calmadas y cuya trama se va construyendo a fuego lento?

Cuando era más joven escribía poesía y cuentos, así que cuando empecé a escribir novelas fue todo un desafío. Tuve que aprender mucho y en ese proceso escribí algunos libros muy malos, pero era parte del camino. Mi inspiración inicial fueron los vikingos y creo que eso se notó mucho en Después del deshielo, mi primer libro. Con esa historia fui consciente de lo importante que es investigar a la hora de retratar y representar los escenarios que vayamos a utilizar en lo que escribamos. Amo las escenas de acción, realmente disfruto escribir ataques, contiendas, puñaladas y así. Recuerdo que mi abuela me estaba leyendo y me preguntó por qué escribía cosas así. Le respondí que simplemente lo hacía porque me encantaba.

Hechizos para olvidar es mi primera novela de fantasía para adultos y, aunque la esencia de mi narrativa está allí, quise arriesgarme con otras formas de contar las cosas, con explorar relaciones más complicadas y con crear un misterio que se fuera resolviendo lentamente. Creo que esto también tiene mucho que ver con el aprendizaje que vas teniendo con el tiempo, con el mismo proceso de escritura y tus ganas de probar algo distinto.

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Hablando de Hechizos para olvidar, ¿hay alguna sensación o emoción que nunca querría olvidar?

Sin duda alguna la que representan las primeras veces. Esa sensación de nostalgia y sorpresa de la primera vez que vi el océano, la primera vez que probé un mango, la primera vez que firmé un libro. Eso es algo inolvidable, pero nunca podremos devolver el tiempo para vivirlo de nuevo. Nunca vamos a poder recrearla y amaría poder hacerlo. Esta novela tiene mucho que ver con el pasado y con los recuerdos, especialmente con el primer amor visto desde la adolescencia del ayer y desde la adultez del hoy, dos puntos de vista en los que la vida cambia sobremanera. Hay mucha añoranza por eso que fue, por esas primeras veces.

En un mundo lleno de referentes, opiniones y ruido, ¿cómo encontró su voz como escritora?

Escribiendo, no había otra manera. Creo que con Después del deshielo fue la primera vez en que pude sentir mi voz porque el proceso significó separarme del mundo por un rato. Era una joven madre y, en realidad, no tenía una vida propia porque siempre estaba encerrada en las responsabilidades y en el hogar. Entonces me adueñé de las noches y, mientras los bebés dormían, empecé a escribir durante largas horas.

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Finalizar ese manuscrito requirió mucho tiempo y mucha práctica para ir viendo qué me gustaba, qué no, cuál era la mejor manera de llegar a donde quería, pero siento que es algo importante y necesario en la carrera de cualquier persona que escriba.

Sus libros convertidos en los favoritos de lectores de todo el mundo. ¿Cómo lleva esto?

Todavía no puedo creerlo. Mi gran sueño era publicar un libro y ver mi nombre en él. Eso era todo. No me atrevía a soñar que mis novelas fueran a ser traducidas a otros idiomas o que personas de países lejanos fueran a leerla. Creo que se debía a que tenía miedo a que las cosas no pasaran, entonces no me daba la oportunidad de pensar en grande. Pero ahora he tenido presentaciones y firmas de libros en distintos lugares y visitar Colombia y otros países de América Latina ha sido maravilloso porque el español fue el primer idioma al que me tradujeron. Recuerdo bien cuando recibí la caja con los ejemplares de Después del deshielo y la forma en que no pude evitar llorar. Fue una de esas primeras veces que siempre atesoraré. Algo increíble.

Venir a Colombia, Argentina, Chile y Perú para conocer a personas que leyeron en español mi primera novela y que han seguido mi camino a través de los años es asombroso, porque de alguna manera han hecho este viaje conmigo y eso representa una conexión muy especial. Escribir y que las personas te lean se convierte en una conexión muy personal, muy profunda.

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Elyn, Fable y Emery son las protagonistas de sus libros, mujeres que han tenido que luchar por hacerse un lugar en mundos que parecen hechos por y para los hombres; nada diferente a nuestra realidad. ¿Qué ha descubierto a través de ellas?

Las tres son personajes femeninos y muy fuertes, pero no todas de una misma manera. Elyn es una guerrera capaz de matar a sus rivales con su espada, Fable es poderosamente sensible y admiro sus ganas de querer hacer las cosas por su familia y por el amor que les tiene, y Emery no le tiene miedo a amar, sentir y seguir adelante. A través de ellas he entendido que podemos ser fuertes sin necesidad de ser iguales ni de pensar todas de la misma manera.

Tres libros que puedan ayudarnos a entender quién es Adrienne Young...

Esta es una pregunta difícil. El primer libro que me impactó realmente fue El castillo de cristal, las memorias de la escritora y periodista Jeanette Walls. Aunque es muy diferente a lo que escribo, fue el primer texto en el que sentí que estaba extremadamente en contacto con lo humano, con la introspección humana. Algo muy parecido me ocurrió con Un árbol crece en Brooklyn, de Betty Smith, una novela sobre la cotidianidad, la vida en casa y los dolores que nos callamos. El tercero sería Hija de humo y hueso, de Laini Taylor, mi heroína literaria. Leerla fue abrir mi mente y dar un paso determinante a la hora de encontrar mi estilo como narradora.

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Por Esteban Parra

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