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En la resolución, que apareció publicada hoy en el Boletín Oficial de la provincia, se justificó esta decisión por el "destacado aporte a la cultura" de la escritora.
Considerada una "poeta maldita", y con grandes influencias del surrealismo, Alejandra Pizarnik nació y creció en la localidad bonaerense de Avellaneda, situada en las inmediaciones de la capital argentina.
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Su legado comenzó a gestarse en 1954, concretamente en los alrededores de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Escuela de Periodismo, lugares que le sirvieron para conocer a poetas surrealistas y a algunos de los referentes literarios y artísticos del momento, como Olga Orozco, Oliverio Girondo o Juan Batlle Planas.
Tras la publicación de sus primeros poemarios, marcados por la oscuridad y el tono íntimo de sus versos, Pizarnik pasó cuatro años en París, en donde, además de entablar amistad con Octavio Paz y Julio Cortázar, dio forma a sus libros consagratorios: "Árbol de Diana" (1962) y "Los trabajos y las noches" (1965).
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A su regreso a Buenos Aires, y después de recibir las prestigiosas becas Guggenheim (1969) y Fullbright (1971), Pizarnik comenzó a tener graves problemas de salud, y murió el 25 de septiembre de 1972, tras ingerir una sobredosis de barbitúricos.