Alfonso Otoya: “La educación es el principal vehículo para transformar un país”
La Fundación Barco, a través de distintas estrategias, busca lograr equidad y desarrollo social en Colombia y América Latina.
Danelys Vega Cardozo
El objetivo de la Fundación Barco es generar equidad y desarrollo social en Colombia y América Latina. ¿Cómo entienden la equidad?
La equidad comprende muchos de los derechos que tienen las distintas comunidades por creencias, géneros y etnias, pero también se trata de la equidad en acceso a la educación, a oportunidades económicas. Eso es lo que busca la fundación: disminuir las brechas de acceso en las distintas áreas: educación, salud y proyectos productivos.
De hecho, “Escala”, uno de sus programas, ayuda a identificar las causas de la deserción escolar con el fin de reducirla. ¿Qué han encontrado dentro de esas causas?
“Escala” se enfoca en instituciones educativas rurales colombianas que presentan altos índices de deserción en el paso de básica a media. A partir de ahí hemos hecho diagnósticos para identificar cuáles son las posibles causas de la deserción. Lo que hemos validado es que depende mucho de las coyunturas de distintas regiones. Si bien es cierto que algunos comportamientos se repiten, como temas de salud o la pertinencia de los currículos en los territorios, también es verdad que las particularidades de cada una de las regiones afectan de una manera más fuerte la deserción. No podríamos tener un recetario único para combatir la deserción en Colombia.
Es decir, que no se puede agrupar la deserción escolar en una sola causa…
Sí, eso es lo importante del programa “Escala”: que lo visibiliza. Nosotros en Colombia estamos muy dados a buscar fórmulas mágicas o tablas que solucionen los problemas, indistintamente de las regiones, y muchos de esos programas fracasan por la falta de pertinencia del territorio.
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Dicen que transforman comunidades en los territorios a través de soluciones innovadoras, ¿cómo así?
Te voy a dar un ejemplo: en el programa “Pasos seguros”, que lleva más de 15 años en Colombia y busca educar en la prevención del riesgo de minas antipersonas, desde 2018 modificamos la forma en que educamos a las comunidades sobre este riego. Pasamos de tener una educación basada en horas cátedras, de tablero y carteleras a usar dispositivos de altas tecnologías, como gafas de realidad virtual y tabletas; además, desarrollamos una serie con Discovery Channel.
Más allá de la innovación tecnológica, ¿en qué les beneficia a las comunidades el cambio educativo?
Pasamos de memorizar contenido a recordar una experiencia, una vivencia. Es la experiencia la que queda grabada en nuestras mentes, y ella es la portadora del mensaje, de la información.
También realizan un acompañamiento a comunidades indígenas desde la educación. ¿Por qué es importante la educación para la pervivencia cultural?
En esos programas lo que logramos es respetar las tradiciones y culturas de cada uno de los pueblos con los que nos relacionamos. Tener educación para estas culturas que se ajusta a esas vivencias, a ese lenguaje, permite que los niños crezcan mucho más cercanos a sus realidades y conserven las diferencias culturales que tanto enriquecen a nuestro país.
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La educación parece ser un eje central en sus programas. Hablemos de su papel en la transformación social.
La educación es el principal vehículo para transformar un país. Las comunidades educadas tienen posibilidades reales, son comunidades empoderadas que son dueñas de su propia transformación, y esa es la principal activación para disminuir brechas de equidad.
¿Qué le ha enseñado trabajar con comunidades?
Primero, la riqueza del país está en su gente, y potencializar las distintas poblaciones colombianas permite lograr transformaciones duraderas y paz en los territorios. Empoderar y transformar a las comunidades garantiza, con el tiempo, paz en los territorios.
¿Cree que esa paz en los territorios se va a lograr con todas las estrategias que implementan?
Lo que hace la fundación es lograr transformaciones en pequeñas comunidades. No pretendemos cambiar la realidad de Colombia en su totalidad, porque no tenemos ni las capacidades ni los recursos para hacerlo. Pero sí buscamos mostrar cómo distintas estrategias logran transformar comunidades y pueden ser adoptadas como una política pública posterior, de tal forma que se logren cambios definitivos en todas estas regiones del territorio nacional. El Estado es el llamado a lograr las transformaciones finales del territorio.
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El objetivo de la Fundación Barco es generar equidad y desarrollo social en Colombia y América Latina. ¿Cómo entienden la equidad?
La equidad comprende muchos de los derechos que tienen las distintas comunidades por creencias, géneros y etnias, pero también se trata de la equidad en acceso a la educación, a oportunidades económicas. Eso es lo que busca la fundación: disminuir las brechas de acceso en las distintas áreas: educación, salud y proyectos productivos.
De hecho, “Escala”, uno de sus programas, ayuda a identificar las causas de la deserción escolar con el fin de reducirla. ¿Qué han encontrado dentro de esas causas?
“Escala” se enfoca en instituciones educativas rurales colombianas que presentan altos índices de deserción en el paso de básica a media. A partir de ahí hemos hecho diagnósticos para identificar cuáles son las posibles causas de la deserción. Lo que hemos validado es que depende mucho de las coyunturas de distintas regiones. Si bien es cierto que algunos comportamientos se repiten, como temas de salud o la pertinencia de los currículos en los territorios, también es verdad que las particularidades de cada una de las regiones afectan de una manera más fuerte la deserción. No podríamos tener un recetario único para combatir la deserción en Colombia.
Es decir, que no se puede agrupar la deserción escolar en una sola causa…
Sí, eso es lo importante del programa “Escala”: que lo visibiliza. Nosotros en Colombia estamos muy dados a buscar fórmulas mágicas o tablas que solucionen los problemas, indistintamente de las regiones, y muchos de esos programas fracasan por la falta de pertinencia del territorio.
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Dicen que transforman comunidades en los territorios a través de soluciones innovadoras, ¿cómo así?
Te voy a dar un ejemplo: en el programa “Pasos seguros”, que lleva más de 15 años en Colombia y busca educar en la prevención del riesgo de minas antipersonas, desde 2018 modificamos la forma en que educamos a las comunidades sobre este riego. Pasamos de tener una educación basada en horas cátedras, de tablero y carteleras a usar dispositivos de altas tecnologías, como gafas de realidad virtual y tabletas; además, desarrollamos una serie con Discovery Channel.
Más allá de la innovación tecnológica, ¿en qué les beneficia a las comunidades el cambio educativo?
Pasamos de memorizar contenido a recordar una experiencia, una vivencia. Es la experiencia la que queda grabada en nuestras mentes, y ella es la portadora del mensaje, de la información.
También realizan un acompañamiento a comunidades indígenas desde la educación. ¿Por qué es importante la educación para la pervivencia cultural?
En esos programas lo que logramos es respetar las tradiciones y culturas de cada uno de los pueblos con los que nos relacionamos. Tener educación para estas culturas que se ajusta a esas vivencias, a ese lenguaje, permite que los niños crezcan mucho más cercanos a sus realidades y conserven las diferencias culturales que tanto enriquecen a nuestro país.
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La educación parece ser un eje central en sus programas. Hablemos de su papel en la transformación social.
La educación es el principal vehículo para transformar un país. Las comunidades educadas tienen posibilidades reales, son comunidades empoderadas que son dueñas de su propia transformación, y esa es la principal activación para disminuir brechas de equidad.
¿Qué le ha enseñado trabajar con comunidades?
Primero, la riqueza del país está en su gente, y potencializar las distintas poblaciones colombianas permite lograr transformaciones duraderas y paz en los territorios. Empoderar y transformar a las comunidades garantiza, con el tiempo, paz en los territorios.
¿Cree que esa paz en los territorios se va a lograr con todas las estrategias que implementan?
Lo que hace la fundación es lograr transformaciones en pequeñas comunidades. No pretendemos cambiar la realidad de Colombia en su totalidad, porque no tenemos ni las capacidades ni los recursos para hacerlo. Pero sí buscamos mostrar cómo distintas estrategias logran transformar comunidades y pueden ser adoptadas como una política pública posterior, de tal forma que se logren cambios definitivos en todas estas regiones del territorio nacional. El Estado es el llamado a lograr las transformaciones finales del territorio.
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