"Sumercé" está registrada en el 'Diccionario de americanismos' de ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española) como propia del centro de Colombia y con la definición "forma de tratamiento que expresa afecto o respeto".
Foto: Archivo Particular
Cuando Altair Jaspe se mudó de Venezuela a Bogotá, la capital colombiana, le sorprendió la manera en que se dirigían a ella al entrar en cualquier tienda, cafetería o consulta médica.
Aunque ambos lugares formaron parte del Imperio español, la ciudad colombiana parecía más en sintonía con su pasado imperial. Jaspe ya no era una “señora”, como la habrían llamado en Caracas o quizá, en su juventud, “muchacha” o “chama”.
En cambio, le otorgaban un tratamiento honorífico que parecía más propio de una mujer con capa y corona: “su merced”.