Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                31 de agosto de 2021 - 04:42 p. m.

                                                                                                                                Algunos poemas en prosa de Charles Baudelaire, poeta moderno

                                                                                                                                Se cumplen 154 años del fallecimiento de Charles Baudelaire. Presentamos algunos de los poemas en prosa en los que Baudelaire complejizó la modernidad.

                                                                                                                                Charles Baudelaire

                                                                                                                                La poesía de Charles Baudelaire reflexionó sobre la París moderna del siglo XIX.
                                                                                                                                Foto: Archivo Particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                El extranjero

                                                                                                                                -¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?

                                                                                                                                -Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.

                                                                                                                                -¿A tus amigos?

                                                                                                                                -Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.

                                                                                                                                -¿A tu patria?

                                                                                                                                -Ignoro en qué latitud está situada.

                                                                                                                                -¿A la belleza?

                                                                                                                                -Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.

                                                                                                                                -¿Al oro?

                                                                                                                                -Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.

                                                                                                                                -Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?

                                                                                                                                -Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Le sugerimos: Charles Baudelaire: el descenso como acto poético

                                                                                                                                La desesperación de la vieja

                                                                                                                                La viejecilla arrugada sentíase llena de regocijo al ver a la linda criatura festejada por todos, a quien todos querían agradar; aquel lindo ser tan frágil como ella, viejecita, y como ella también sin dientes ni cabellos.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables.

                                                                                                                                Pero el niño, espantado, forcejeaba al acariciarlo la pobre mujer decrépita, llenando la casa con sus aullidos.

                                                                                                                                Entonces la viejecilla se retiró a su soledad eterna, y lloraba en un rincón, diciendo: «¡Ay! Ya pasó para nosotras, hembras viejas, desventuradas, el tiempo de agradar aun a los inocentes; ¡y hasta causamos horror a los niños pequeños cuando vamos a darles cariño!»

                                                                                                                                El «yo pecador» del artista

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                ¡Cuán penetrante es el final del día en otoño! ¡Ay! ¡Penetrante hasta el dolor! Pues hay en él ciertas sensaciones deliciosas, no por vagas menos intensas; y no hay punta más acerada que la de lo infinito.

                                                                                                                                ¡Delicia grande la de ahogar la mirada en lo inmenso del cielo y del mar! ¡Soledad, silencio, castidad incomparable de lo cerúleo! Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento, de mi existencia irremediable, melodía monótona de la marejada, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la divagación el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin argucias, sin silogismos, sin deducciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad. La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo. Mis nervios, harto tirantes, no dan más que vibraciones chillonas, dolorosas.

                                                                                                                                Y ahora la profundidad del cielo me consterna; me exaspera su limpidez. La insensibilidad del mar, lo inmutable del espectáculo me subleva... ¡Ay! ¿Es fuerza eternamente sufrir, o huir de lo bello eternamente? ¡Naturaleza encantadora, despiadada, rival siempre victoriosa, déjame! ¡No tientes más a mis deseos y a mi orgullo! El estudio de la belleza es un duelo en que el artista da gritos de terror antes de caer vencido.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Le puede interesar: “Refranes y dichos del ayer”: una compilación de más de 800 refranes de Colombia

                                                                                                                                Un gracioso

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Era la explosión del año nuevo: caos de barro y nieve, atravesado por mil carruajes, centelleante de juguetes y de bombones, hormigueante de codicia y desesperación; delirio oficial de una ciudad grande, hecho para perturbar el cerebro del solitario más fuerte.

                                                                                                                                Entre todo aquel barullo y estruendo trotaba un asno vivamente, arreado por un tipejo que empuñaba el látigo.

                                                                                                                                Cuando el burro iba a volver la esquina de una acera, un señorito enguantado, charolado, cruelmente acorbatado y aprisionado en un traje nuevo, se inclinó, ceremonioso, ante el humilde animal, y le dijo, quitándose el sombrero: «¡Se lo deseo bueno y feliz!» Volviose después con aire fatuo no sé a qué camaradas suyos, como para rogarles que añadieran aprobación a su contento.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El asno, sin ver al gracioso, siguió corriendo con celo hacia donde le llamaba el deber.

                                                                                                                                A mí me acometió súbitamente una rabia inconmensurable contra aquel magnífico imbécil, que me pareció concentrar en sí todo el ingenio de Francia.

                                                                                                                                Le sugerimos: Recorriendo el “Viacrucis”, de Fernando Botero

                                                                                                                                La poesía de Charles Baudelaire reflexionó sobre la París moderna del siglo XIX.
                                                                                                                                Foto: Archivo Particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                El extranjero

                                                                                                                                -¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?

                                                                                                                                -Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.

                                                                                                                                -¿A tus amigos?

                                                                                                                                -Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.

                                                                                                                                -¿A tu patria?

                                                                                                                                -Ignoro en qué latitud está situada.

                                                                                                                                -¿A la belleza?

                                                                                                                                -Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.

                                                                                                                                -¿Al oro?

                                                                                                                                -Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.

                                                                                                                                -Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?

                                                                                                                                -Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Le sugerimos: Charles Baudelaire: el descenso como acto poético

                                                                                                                                La desesperación de la vieja

                                                                                                                                La viejecilla arrugada sentíase llena de regocijo al ver a la linda criatura festejada por todos, a quien todos querían agradar; aquel lindo ser tan frágil como ella, viejecita, y como ella también sin dientes ni cabellos.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables.

                                                                                                                                Pero el niño, espantado, forcejeaba al acariciarlo la pobre mujer decrépita, llenando la casa con sus aullidos.

                                                                                                                                Entonces la viejecilla se retiró a su soledad eterna, y lloraba en un rincón, diciendo: «¡Ay! Ya pasó para nosotras, hembras viejas, desventuradas, el tiempo de agradar aun a los inocentes; ¡y hasta causamos horror a los niños pequeños cuando vamos a darles cariño!»

                                                                                                                                El «yo pecador» del artista

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                ¡Cuán penetrante es el final del día en otoño! ¡Ay! ¡Penetrante hasta el dolor! Pues hay en él ciertas sensaciones deliciosas, no por vagas menos intensas; y no hay punta más acerada que la de lo infinito.

                                                                                                                                ¡Delicia grande la de ahogar la mirada en lo inmenso del cielo y del mar! ¡Soledad, silencio, castidad incomparable de lo cerúleo! Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento, de mi existencia irremediable, melodía monótona de la marejada, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la divagación el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin argucias, sin silogismos, sin deducciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad. La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo. Mis nervios, harto tirantes, no dan más que vibraciones chillonas, dolorosas.

                                                                                                                                Y ahora la profundidad del cielo me consterna; me exaspera su limpidez. La insensibilidad del mar, lo inmutable del espectáculo me subleva... ¡Ay! ¿Es fuerza eternamente sufrir, o huir de lo bello eternamente? ¡Naturaleza encantadora, despiadada, rival siempre victoriosa, déjame! ¡No tientes más a mis deseos y a mi orgullo! El estudio de la belleza es un duelo en que el artista da gritos de terror antes de caer vencido.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Le puede interesar: “Refranes y dichos del ayer”: una compilación de más de 800 refranes de Colombia

                                                                                                                                Un gracioso

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Era la explosión del año nuevo: caos de barro y nieve, atravesado por mil carruajes, centelleante de juguetes y de bombones, hormigueante de codicia y desesperación; delirio oficial de una ciudad grande, hecho para perturbar el cerebro del solitario más fuerte.

                                                                                                                                Entre todo aquel barullo y estruendo trotaba un asno vivamente, arreado por un tipejo que empuñaba el látigo.

                                                                                                                                Cuando el burro iba a volver la esquina de una acera, un señorito enguantado, charolado, cruelmente acorbatado y aprisionado en un traje nuevo, se inclinó, ceremonioso, ante el humilde animal, y le dijo, quitándose el sombrero: «¡Se lo deseo bueno y feliz!» Volviose después con aire fatuo no sé a qué camaradas suyos, como para rogarles que añadieran aprobación a su contento.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El asno, sin ver al gracioso, siguió corriendo con celo hacia donde le llamaba el deber.

                                                                                                                                A mí me acometió súbitamente una rabia inconmensurable contra aquel magnífico imbécil, que me pareció concentrar en sí todo el ingenio de Francia.

                                                                                                                                Le sugerimos: Recorriendo el “Viacrucis”, de Fernando Botero

                                                                                                                                Por Charles Baudelaire

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar